Armando Ríos Piter presentó Ley General para el Combate a la Corrupción


El Senador Armando Ríos Piter presenta con aval del GPPRD, iniciativa con proyecto de Ley General para el Combate a la Corrupción. 

·    ¿Cuál es la ley más urgente compañeros? La ley que combata a la corrupción. Si la corrupción hoy nos está matando, y si la corrupción hoy está al descubierto que ha llegado a los más altos niveles de la vida pública, entonces garantizar la conformación de un verdadero sistema anticorrupción. 

·         Volvamos a creer que ese texto fundamental es el que nos puede permitir una viabilidad como país y como comunidad. Y estamos planteando en esta iniciativa que sean los ciudadanos el catalizador de este problema. 

·         Mi grupo parlamentario está convencido de que el combate a la corrupción y el combate a la impunidad, tienen que ser la bandera que nos permita recuperar una nación que hoy, a ojos de los ciudadanos, se nos está cayendo en pedazos. 

·         Garantizando que las leyes que construyamos para nuestro presente y para nuestro futuro, sean evidencia puntual de que podemos salirnos de la lógica partidista, que podemos salirnos de las lógicas vanas de andar defendiendo gobiernos, y andar negando que la voz pública y la voz de la sociedad, hoy nos reclama más. 

Armando Ríos Piter: Con su permiso señor presidente. Compañeras y compañeros senadores.

A nombre del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, me permito presentar esta iniciativa que busca ser reglamentaria de los Artículos 81 y siete transitorios de la Constitución, y que lo que busca es precisamente darle reglamentación al Sistema Nacional Anticorrupción.

Cuando hablamos de corrupción, regularmente las imágenes que aparecen tienen que ver con esa idea de que por corrupción se genera un beneficio de algún funcionario, de algún senador, de algún diputado, a partir de que alguien le da un dinero para algún trámite, para algún servicio.

Se tiene una idea de que son transacciones de dinero que terminan yendo en beneficio de un privado, cuando deberían de ser para otro tipo de condiciones.

Tal vez en ese sentido hoy que presentamos esta iniciativa, deberíamos de tener en cuenta que el pasado martes el Poder Ejecutivo envió un paquete fiscal, y que hoy las cifras del INEGI de distintos indicadores, ponen a la corrupción como uno de los principales flagelos en la mente de los ciudadanos y las ciudadanas del país.

Frente a la presentación de este documento tal vez lo que deberíamos de pensar en lo inmediato es pues que no se asigne un solo peso para el 2016 a este gobierno, si es que no hay un compromiso puntual para combatir la corrupción.

Y tal vez eso sería algo positivo de realizar, que no se le asigne un solo peso al gobierno de la República si es que no hay un compromiso serio y frontal para combatir la corrupción, y para tener una verdadera ley que lo garantice. Eso compañeros y compañeras sería positivo, pero me parece que estaríamos pecando de miopía y que sería sumamente insuficiente frente a los graves problemas que hoy tenemos en el país.

Este informe, que es el informe de Ayotzinapa, y que fue presentado el día de ayer por los miembros del Grupo Interdisciplinario, es la muestra de los niveles a los que ha llegado la corrupción en nuestro país.

Hace ya casi un año, 43 jóvenes en la ciudad de Iguala fueron desaparecidos. Y desaparecieron hasta sabemos el día de hoy –una vez que la verdad histórica pues se ha caído en pedazos- por la colusión prevaleciente entre autoridades municipales, policías y sicarios.

Y fueron esos funcionarios que siendo pagados con dinero de la gente, quienes le entregaron a los jóvenes normalistas a los sicarios, para que algunos de ellos fueran asesinados y muchos de ellos hoy sus padres no los encuentren.

De este tamaño amigos y amigas, es la corrupción que hay en el país, y de este tamaño tendría que ser la respuesta que el Poder Legislativo y el Estado Mexicano, debiera de darle al pueblo de México cuando hablamos de corrupción.

Porque Ayotzinapa es un ejemplo terrible y preocupante de la situación que prevalece en muchas regiones del país. Porque las fosas clandestinas no solamente se encontraron en mi tierra, en Guerrero.

Han existido en Veracruz y en Tamaulipas, han existido en Durango y en Chihuahua o en Coahuila. Es parte del doloroso problema del colapso de las instituciones y de la ausencia de capacidades para poder proteger a los ciudadanos y a las ciudadanas.

Con esa dimensión, y frente al momento que vivimos ante los detalles nuevos de la investigación que nos ha dado el Grupo Interdisciplinario de la Comisión de Derechos Humanos, me parece que es importante citar a un paisano guerrerense.

Él decía: “Créanme que es doloroso, yo como digo, quisiera un día regresar a casa, seguir mi vida normal, pero si no regresa mi hijo, me voy a destruir más. Yo no soy hombre conformista señor, siento que me pegaron y me duele. Prefiero morir a regresar a casa”.

Estas son las palabras de un padre de los 43 normalistas compañeros y compañeras, y me ha tocado escuchar muchos discursos, posiciones, planteamientos del más tipo nivel, y la verdad es que como país, no le estamos dando respuesta a esa voz de un padre que hoy manifiesta el dolor que tienen muchos miles de familias.

Porque hoy la corrupción se ha convertido en desapariciones, se ha convertido en fosas clandestinas. Pongo a consideración de ustedes esta ley, porque lo que ayer nos decía el grupo interdisciplinario es, que hay leyes que se tienen que hacer con urgencia si se quiere garantizar la no repetición de hechos tan terribles como los hechos de Iguala.

Y ese es el énfasis que pone esta comisión interdisciplinaria, la no repetición de estos hechos para ningún ciudadano o ciudadana que pise suelo mexicano.

¿Cuál es la ley más urgente compañeros? La ley que combata a la corrupción. Si la corrupción hoy nos está matando, y si la corrupción hoy está al descubierto que ha llegado a los más altos niveles de la vida pública, entonces garantizar la conformación de un verdadero sistema anticorrupción, es fundamental para volver a tener viabilidad como nación.

Para que si hace algunos meses votamos un sistema, hicimos un cambio en la carta magna, volvamos a creer que ese texto fundamental es el que nos puede permitir una viabilidad como país y como comunidad. Y estamos planteando en esta iniciativa que sean los ciudadanos el catalizador de este problema.

La clase política hoy goza de muy mala fama frente a los ciudadanos y ciudadanas ¿cómo podemos recuperarla? Atendiendo documentos como el que ha sido presentado, pero garantizando que las leyes que construyamos para nuestro presente y para nuestro futuro, sean evidencia puntual de que podemos salirnos de la lógica partidista, que podemos salirnos de las lógicas vanas de andar defendiendo gobiernos, y andar negando que la voz pública y la voz de la sociedad, hoy nos reclama más.

Pongo a consideración este documento porque mi grupo parlamentario está convencido de que el combate a la corrupción y el combate a la impunidad, tienen que ser la bandera que nos permita recuperar una nación que hoy, a ojos de los ciudadanos, se nos está cayendo en pedazos.

Es cuanto señor presidente.

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