Antes de privatizar, se tienen que construir instituciones fuertes: Mario Delgado


Mario Delgado

• De lo contrario se corre el gran riesgo de que el petróleo se malbarate

• Los órganos reguladores serán el árbitro de este nuevo mercado

Al compartir la recomendación de la teoría económica que señala que antes de privatizar se tienen que construir instituciones fuertes, el Senador Mario Delgado Carrillo consideró que en la Reforma Energética los órganos reguladores serán el árbitro de este nuevo mercado.
Durante su participación en el cuarto dictamen de las leyes energéticas que fueron dictaminadas en el Senado de la República, el Presidente de la Comisión del Distrito Federal consideró que estamos ante un tema fundamental, porque en el mercado que está por abrirse se invita a las compañías petroleras del mundo que mayor poder han tenido en toda la historia.
Dijo que en el tema de los órganos reguladores coordinados en materia energética, bien vale la pena utilizar concepto de política y en economía que se llama “La Maldición de los Recursos”, porque a propiedad de los recursos naturales es un atributo de la soberanía que le pertenece al pueblo, por lo tanto, la gente es quien pone las reglas.

Mario Delgado, de la fracción parlamentaria del PRD, indicó que la maldición de los recursos tiene una historia turbia, y que las empresas internacionales son las primeras en apoyar a los gobiernos que los favorecen.

Consideró que el gran poder de negociación es la explicación de cómo estas empresas han logrado apropiarse del control de muchas riquezas naturales en países menos desarrollados.

En este punto afirmó que la única defensa que hay ante este problema, es tener reguladores fuertes e independientes, que tengan la capacidad de enfrentar a corporaciones petroleras internacionales, cuyo objetivo es el de maximizar sus ingresos.

Resaltó que el mejor ejemplo que se tiene al respecto es que más de la mitad de los contratos que existen actualmente en este sector en el mundo, se pactaron antes de que estuviéramos en este rally de precios, cuando el precio del barril en promedio rondaba por debajo de los 50 dólares. “Muchos de los contratos actualmente están pactados en esas condiciones”.

Finalmente, recomendó como conclusión en este libro que antes de privatizar se tienen que construir instituciones fuertes, porque si además se combina con una urgente necesidad de recursos prontos por parte de los gobiernos, se corre el gran riesgo de que el petróleo se malbarate y que al mismo tiempo la riqueza esperada para la gente se vaya por el caño de la corrupción o el despilfarro.