2014, las dificultades y los retos / El Universal


Se supondría que 2014 sería el año de la consolidación de los cambios estructurales, el tiempo del despegue que podría encausar al país en un sendero de crecimiento económico para por fin superar los productos internos brutos de 2 o 3% que ha registrado el país desde hace veinte años. Se habló de un relanzamiento del llamado “momento mexicano”, como lo denominaron los propios voceros gubernamentales. A partir del 26 de septiembre, los hechos de Iguala y los 43 desaparecidos de la normal rural de Ayotzinapa revelaron una realidad muy diferente, en la cual quedó al descubierto a nivel nacional e internacional una crisis del Estado mexicano que ha afectado la credibilidad de las instituciones y ha puesto en duda la capacidad de algunas autoridades para determinar el paradero de los normalistas desaparecidos.

En medio de la crisis de Iguala, estalló el escándalo de la casa de la esposa del Presidente en la colonia Lomas de Chapultepec y por si fuera poco, la economía nacional se encuentra estancada en un contexto internacional desfavorable, caracterizado por el descenso en los precios del petróleo.

¿Qué cambió con los hechos de Iguala? ¿Por qué la desaparición de estos jóvenes ha convulsionado al país? Porque existe un fuerte movimiento social, particularmente integrado por jóvenes estudiantes, que exige llegar al fondo en la investigación y una comunidad internacional atenta, desde líderes políticos de otras naciones hasta líderes religiosos han expresado su preocupación por la situación que se vive en México en materia de corrupción e impunidad.

En toda sociedad existe un punto de inflexión y en el caso mexicano, los hechos de Iguala marcan ese momento.

Es de preocuparse un conjunto de hechos presentes en la realidad nacional, como la inseguridad y la infiltración del crimen organizado en algunas instituciones. Es de atenderse la situación de la economía y sus perspectivas para el siguiente año. Las proyecciones de las autoridades económicas mexicanas han presentado disparidades con el desarrollo de la economía nacional e internacional. Advertimos también el riesgo de una posible polarización social y un incremento en la falta de credibilidad de la ciudadanía en las autoridades.

Si 2014 fue el año de la crisis, 2015 debe ser el momento de su superación. Para que esto sea así, deben darse pasos fundamentales en el combate a la corrupción y a la impunidad. Las elecciones federales del siguiente año deben blindarse contra la infiltración del crimen organizado.

Para remontar la actual situación, se requiere una acción del Estado mexicano, lo que implica la colaboración de los tres poderes que lo integran. Esto significa decisiones ejecutivas, reformas legales o constitucionales e impartición de justicia.

Es el momento de contribuir en el fortalecimiento de las instituciones del Estado mexicano, respetar y hacer cumplir la Constitución y las leyes y colaborar, desde el ámbito legislativo, con los poderes de la Unión, de los estados, del Distrito Federal y de los municipios.

Estamos conscientes de la complicada situación que vive el país. Sabemos los efectos que pueden provocar la decepción y la frustración en la ciudadanía.

Tenemos el reto y la oportunidad de demostrar a la comunidad internacional, a nuestra sociedad y a nuestros jóvenes, que en México puede aplicarse la ley.

Presidente del Senado.
@MBarbosaMX