En mi calidad de Senador propuse un Punto de Acuerdo para crear una Comisión para investigar los actos de corrupción en PEMEX relacionados con el caso Odebrecht.
Siempre se ha dicho que hay que encontrar la punta desde la cual se puede jalar el hilo de una madeja y tejer las ligeras redes de una cobija. Así que cuando surgieron desde Brasil los primeros datos de una trama de corrupción que involucraba a una de las mayores empresas del país, se prendieron algunas luces de prevención… y otras, de plano, de emergencia.
En su país de origen Odebrecht involucró a presidentes, legisladores, funcionarios de la empresa estatal PETROBRAS y a una extensa red de empresas de todos tamaños que se usaban para “lavar”dinero, evadir al fisco y a la acción de la justicia brasileña.
Algunas de las inversiones eran los centros de lavado de autos y gasolinerías, por lo que la investigación de la policía brasileña se bautizó como Lava Jato. Al jalar el hilo de la corrupción se encontraron una red que comprendía varios países sudamericanos e involucraba a funcionarios públicos, empresarios, dirigentes políticos a izquierda y derecha del espectro de partidos y gobiernos, directivos de las mayores constructoras del subcontinente, funcionarios de empresas públicas y simples cabilderos que operaban los contactos con altos mandos de los gobiernos.
Odebrecht no actuaba sola, construyó un cartel con otras 15 empresas, al que los investigadores brasileños le llaman “el club de los 16”. La red se dedicaba a acaparar contratos, que obtenía a través de sus relaciones de amistad con funcionarios, amistad bien retribuida, y a desviar fondos de esos contratos públicos hacia otras actividades, no tan públicas, no tan legales.
La empresa tenía una División de Operaciones Estructuradas, que estaba especializada en sobornos, contratos inflados, reparto de los beneficios ilícitos… y mantenimiento de la red de beneficios y beneficiarios.
Con el tiempo, la red llegó a México. Ya había pasado por Venezuela, Colombia, Argentina, Ecuador, Chile. Ya había enredado en sus hilos a tres presidentes de Brasil, a un colombiano, a un venezolano; ya habían sido sometidos a proceso 77 funcionarios de la empresa y varias decenas de funcionarios de los gobiernos de otros países.
En México el hilo se enredó en PEMEX, y cómo no, si era la caja chica de las campañas electorales del PRI, y la caja grande del gobierno federal. Ahí, en la empresa que era de todos y que manejaban a su capricho los presidentes estaba la llave de grandes contratos y de grandes mochadas.
Según testimonios de un alto funcionarios de Odebrecht, publicado por el diario brasileño O Globo, se establecieron los contactos con Emilio Lozoya desde la etapa anterior a su nominación como Director General de PEMEX. Lozoya recibió poco más de 10 millones de dólares americanos, una parte de los cuales fueron entregados en plena campaña electoral.
En México hay una investigación en curso. Al menos eso afirmó el ex Procurador General de la República, Raúl Cervantes Andrade, el día que presentó su renuncia al cargo. En realidad, no sabemos qué tan cierto es que el caso esté listo para ser presentado. El ex procurador renunció al cargo, y renunció al “pase automático” de Procurador a Fiscal, lo que deja dos huecos: no hay procurador, sino un Encargado de Despacho, y no hay Fiscal General. Esta puede convertirse en una victoria pírrica de la oposición: ganaron la batalla contra el pase automático y unos días después perdieron a su fiscal electoral, en una medida de represalia ejecutada por el Encargado de Despacho. Así que hoy la oposición podría exclamar, como Pirro de Epiro, “otra victoria como esta, y estamos perdidos”.
Por su parte una organización privada, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), ha realizado investigaciones sobre el tema y ha llegado a la conclusión de que la cifra verdadera de los sobornos a funcionarios de PEMEX es mayor a lo que en primera instancia señalaron los funcionarios de Odebrecht y llega a los 16 millones 595 mil dólares.
De acuerdo con la información que proporciona MCCI en 2012, Odebrecht transfirió 3 millones 140 mil dólares a una empresa establecida en Islas Vírgenes, ligada a Emilio Lozoya Austin, quien fungía como Coordinador de Vinculación Internacional en la campaña del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.
Asimismo MCCI, desenreda la red de bancos y empresas fantasmas que utilizaba Odebrecht para sus operaciones de soborno en México y señala, además de PEMEX, a los gobiernos de Veracruz y Michoacán como partes de la trama.
Es por eso que en mi calidad de Senador propuse un Punto de Acuerdo para crear una Comisión para investigar los actos de corrupción en PEMEX relacionados con el caso Odebrecht; en el Punto de Acuerdo se propone convocar a comparecer ante el Pleno de la Cámara de Senadores al Director General de PEMEX y al titular de la Procuraduría General de la República con el objeto de que expliquen la situación que guardan las investigaciones del caso, y solicitar a la Auditoria Superior de la Federación una investigación sobre todos los contratos asignados por PEMEX y la CFE a la empresa Odebrecht.
Aún queda mucho hilo por desenredar en este caso y estoy seguro que todavía tendremos muchas sorpresas desagradables, pero también que no vamos a soltar el tema, que llegaremos hasta el fondo y tendremos no solo la información, sino las evidencias para que los responsables sean sometidos a juicio.
*Senador del PRD
https://heraldodemexico.com.mx/opinion/isidro-pedraza-chavez-odebrecht-la-punta-de-la-madeja/
