Declarar el 10 de septiembre como el Día Nacional para la Prevención del Suicidio, un avance para atender un problema que afecta a los jóvenes: Fernando Mayans


Ciudad de México, martes 28 de noviembre 2017

 

INTERVENCIÓN EN TRIBUNA

 

Declarar el 10 de septiembre como el Día Nacional para la Prevención del Suicidio, un avance para atender un problema que afecta a los jóvenes: Fernando Mayans

 

Intervención en tribuna del senador Fernando Mayans Canabal, del Grupo Parlamentario del PRD, referirse al dictamen con proyecto de decreto por el que se declara el día 10 de septiembre de cada año como el “Día Nacional para la Prevención del Suicidio”.

 

Fernando Mayans Canabal, (FMC): Compañeras y compañeros Senadores.

 

“Pueblo de México”.

 

Me voy a permitir hablar de tres temas de salud: sobre el suicidio, higiene de manos, que fue una iniciativa que presenté ante esta soberanía, y el tema del VIH/Sida, que también tuve la oportunidad de presentarlo en esta soberanía.

 

Como son diversos temas en salud, me voy a permitir, a consideración del Presidente de la Mesa, conceda el tiempo para hablar sobre los tres temas.

 

Hablando del “Día Nacional para la Prevención del Suicidio”, el 10 de septiembre de cada año, el dictamen a nuestra consideración es un avance significativo para atender seriamente un problema que afecta principalmente al sector de los jóvenes, como lo es el suicidio.

 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se sabe que las personas tienden al suicidio por falta de fortaleza para afrontar situaciones estresantes en la vida, ya sea problemas financieros, rupturas amorosas o hasta enfermedades crónicas, o falta de oportunidades de trabajo, de ir a la escuela, de universidad.

 

Con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi, 2013, se puede advertir que cada 24 horas se suicidan 16 jóvenes en el país, por lo que se señala que en las últimas tres décadas la tasa de suicidios se cuadruplicó al pasar de 2 por cada cien mil habitantes a 7.6.

 

El último estudio del Inegi de 2016, señala que son los jóvenes de entre 15 y 29 años de edad los más propensos al suicidio a nivel nacional. A Tabasco, mi querida tierra, se le ubica en el octavo lugar con mayor incidencia entre esta población, Guanajuato, Chihuahua, Campeche, Aguascalientes, Quintana Roo, Yucatán y Zacatecas le preceden.

 

De esta forma, mi estado Tabasco, cerró el año 2016 con 106 suicidios, mientras que en el año 2015 se registraron 123 casos; y en lo que va del 17, suman ya 25 lamentables casos.

 

La depresión, el desempleo, la economía y las cuestiones sentimentales se señalan como las principales causas.

 

El incremento de estas cifras exige construir una verdadera estrategia nacional que articule acciones para prevenir y atender los trastornos de salud mental, incluido el suicidio.

 

Para tal efecto, no hay que perder de vista las diversas orientaciones y actividades que se han recomendado realizar en años anteriores en programas de la OMS y de la Organización Panamericana de la Salud, con el objeto de mejorar y ampliar la atención de los trastorno mentales, neurológicos y por abuso de sustancias, así como para trabajar en aspectos que efectivamente son grandes desafíos a los que hoy hay que darle prioridad para resolver, tales como la atención a grupos vulnerables, los trastornos mentales en la niñez y adolescencia, el alcoholismo y otras adicciones, así como las diversas modalidades de violencia, todo ello obliga a

que en un marco de acción y estrategia integral se impulse verdaderos planes de promoción de la salud mental y en prevención y atención no sólo del suicidio, sino en general de todo tipo de trastorno mental.

 

En su momento este Senado de la República aprobó sendos exhortos a la Secretaría de Salud para constituir el Observatorio Nacional del Suicidio y considerar la creación del Observatorio Nacional de Salud Mental como un mecanismo interdisciplinario para mejorar, por un lado, el conocimiento del suicidio, evaluación al impacto de las políticas públicas implementadas a nivel nacional y elaborar estrategias; y por el otro, a contribuir en todo el país al mejoramiento de los

servicios de atención de los trastornos mentales y sus comportamientos.

 

Por su parte la Colegisladora consideró una reforma legal para crear este Observatorio de la Salud Mental como una instancia de la sociedad civil con participación de profesionistas de las ciencias médicas, investigadores multidisciplinarios, para proponer acciones y coadyuvar con el Consejo Nacional de Salud Mental.

 

Sin duda, estos son temas y pendientes que no se deben postergar en su análisis y discusión para hacer frente a estos problemas de salud mental y prevenir el suicidio, mucho menos ahora que como consecuencia de los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado muchos mexicanos atraviesan por una situación que pudiera estar afectando su salud mental por la pérdida de sus seres queridos, de su patrimonio o bien de su empleo.

 

Por esta razón, es oportuno hacer un llamado a la Secretaría de Salud del gobierno federal para que no sólo se fortalezcan las acciones que en conjunto se realizan con el gobierno de la Ciudad de México en el marco de la estrategia “Estoy Contigo” para atender los casos de personas que aún presentan ansiedad y depresión generada por esta catástrofe que todos padecimos; sino además para que se implementen en todos los estados afectados en los que miles de niños, mujeres y adultos mayores que se encuentran aún en situación de desastre y de afectación emocional requieren de atención psicológica y psiquiátrica.

 

Compañeras y compañeros Senadores:

 

Ante esta problemática de salud pública que refleja un incremento considerable del suicidio en jóvenes, respaldamos este dictamen para que se declare el 10 de septiembre de cada año como el “Día Nacional para la Prevención del Suicidio”, y se tomen las acciones necesarias y correctas para poder luchar con este terrible mal que puede acabar con nuestra juventud.

 

Asimismo, sí, el dictamen que la Comisión de Salud y Estudios Legislativos de esta Cámara alta, proponen su consideración que es de la mayor relevancia y de especial atención para la salud de las personas.

 

Lo es así, porque se incluye en la Ley General de Salud las disposiciones que promueven higiene de manos como una medida indispensable a la atención médica a través de la implementación de un programa estandarizado y las acciones de organización y evaluación para su aseguramiento.

 

Con estas medidas se hace frente, de manera proactiva, a las infecciones asociadas a la atención a la salud, que son aquellas que contrae el paciente durante su tratamiento en un hospital, y que dicho paciente no tenía, ni estaba incubando en el momento de su ingreso.

 

Estas infecciones representan el principal evento adverso en la atención médica, generan alta morbilidad y mortalidad, así mismo implican una afectación social y financiera importante para las instituciones de salud.

 

En México se calcula que se producen anualmente 450 mil casos de infección nosocomiales, término reconocido en la normatividad vigente, causante de 32 defunciones por cada cien mil habitantes.

 

A nivel hospitalario constituyen el principal evento adverso, entre el 5 y el 10 % de los pacientes hospitalizados en los países de ingresos altos, adquieren una o más de estas infecciones; mientras que en los países de ingresos bajos y medios, el riesgo de contraerlas es hasta 20 veces más alto.

 

El promedio del costo de los casos sin infección es de 35 mil 168 dólares, con un promedio de 4.4 días de estancia hospitalaria.

 

Mientras que para los casos con infecciones, es de 191 mil 872 dólares, y 19.7 días de estancia hospitalaria.

 

En países desarrollados, son múltiples las evidencias científicas que muestran el gran impacto que generan las infecciones intrahospitalarias.

En México son pocos los estudios que evalúan este aspecto. Sin embargo, se ha calculado que 450 mil casos de infecciones intrahospitalarias causan 32 muertes por cada 100 mil habitantes por año.

 

Una revisión realizada en instituciones de salud de la Secretaría, también del propio IMSS e ISSSTE, mostró una prevalencia general del 21 %, mientras que el costo por cada caso de infección está calculado entre 4 mil 200 a 8 mil 990 dólares.

 

Como se sabe, la vigilancia epidemiológica de estas infecciones en nuestro país está a cargo de la red hospitalaria de vigilancia epidemiológica, que en 2009 registró 37 mil 258 casos de infecciones intrahospitalarias, lo que implicó un gasto aproximado de 160 millones de dólares, que representaron casi el 2 %, el 2 % del presupuesto total asignado a la Secretaría de Salud, y el 96 % del rubro asignado para gastos de operación en unidades médicas.

 

En este mismo sentido, el informe de dicha red hospitalaria de 2014, y publicado en el 16, sobre las 388 unidades adscritas, de las cuales el 93 %, o sea, 361, hizo al menos una captura al año notificando 59 mil 699 casos de infecciones intrahospitalarias.

 

Considerando que para cubrir los gastos generados ante un caso de estas infecciones, los hospitales en México se ven obligados a utilizar los recursos que había sido asignado para otros fines. El mayor porcentaje del gasto es solventado por los propios pacientes, lamentablemente, principalmente para la adquisición de tratamientos, consultas de especialistas, estudios y procedimientos.

 

Aunque existen múltiples acciones para prevenir las infecciones, la más sencilla y de mayor impacto, señores, es la higiene de manos, por lo que es preponderante crear políticas públicas, que aseguren una práctica permanente por parte de los trabajadores de la salud, pacientes, familiares y visitantes.

 

En 2009, la OMS difundió la guía de aplicación de las estrategias multimodal para la mejora de la higiene de manos, la cual presenta un modelo clave para la aplicación de las estrategias conocidas como los “cinco momentos de higiene de mano”, que comprenden, entre otros elementos:

 

1.- La higiene de manos reduce las infecciones asociadas a la atención de la salud hasta en un 40 %.

 

La implementación de un programa estandarizado de higiene de mano, como sucede en países como la Argentina, Israel, Holanda, Austria y Taiwán.

 

La mejor experiencia ha sido el obtenido en Australia, donde el punto de partida fue con su legislación, ya que la obligatoriedad permitió dar resultados en menor tiempo con cambios sostenidos.

 

En general, con este dictamen se establece legalmente que la medida básica indispensable para evitar las enfermedades transmisibles es la higiene de mano, la cual deberá implementarse en todos los establecimientos médicos hospitalarios mediante un programa multimodal estandarizado y evaluado, dirigido a todo el personal del sector salud, que incluya prácticas de indicadores y será implementado por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades y evaluado por el Sistema Nacional de Vigilancia.

 

Por estas razones, compañeras y compañeros Senadores, que me he permitido señalar y pido su respaldo a este dictamen en favor de la salud del pueblo de México.

 

Y para ir concluyendo, voy a hablar sobre el dictamen con proyecto de decreto en donde se adiciona un Capítulo II Ter al título Octavo, llamado de la “prevención, atención y control del VIH/Sida”, y de otras infecciones de transmisión sexual.

 

Y con especial entusiasmo me permito apoyar este dictamen que se enmarca definitivamente en la protección de derechos humanos, particularmente en el de la salud de las personas, lo hago, porque desde el 2008, desde el 2008 estuve insistiendo en que se aprobara esta valiosa propuesta de modificaciones para prevenir y atender el VIH/Sida mediante el establecimiento en la ley de un programa específico.

 

Sabemos que en años recientes el programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida, ONUSIDA, ha recomendado al mundo conseguir su visión compartida de cero nuevas infecciones, cero discriminaciones y cero muertes relacionadas con el Sida. Sin embargo, las estadísticas no apremian a redoblar estos esfuerzos.

 

Tan sólo en 2015, en América Latina y el Caribe, 2 millones de personas vivían con el VIH, y se registraron aproximadamente 100 mil nuevas infecciones en la región.

En el caso de México, según datos recientes del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida, Censida, de la Secretaría de Salud, los estados con la mayor tasa de casos nuevos diagnosticados en 2016, tasa por cien mil habitantes son: Campeche, 22.1; Guerrero, 9.8; Morelos, 7.9, y Colima y Tlaxcala, con 7.7.

 

Las entidades federativas con más incidencia son: Campeche, 17.4; Yucatán, 13.7; Quintana Roo, 7.8; Tabasco, 7.6, y Oaxaca, 6.7.

 

En agosto del 2014, la OMS realizó una consulta a expertos acerca de las infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por VIH, por lo que se establecieron metas mundiales relevantes que deberán alcanzarse a más tardar en el año 2030.

 

También se trazaron metas intermedias para el 2020, a efecto de que el 70 % de la población clave tenga acceso a una gama completa de servicios, incluidos los condones.

 

Se determinó de esta consulta de la OMS que la adopción de medidas eficaces para hacer frente a las infecciones de transmisión sexual ayudarán a alcanzar, entre otros objetivos, el de reducir la transmisión del VIH, a fin de fomentar la salud y el bienestar de los jóvenes.

 

En la Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra las Infecciones de Transmisión Sexual, 2016-2021, también la OMS se estableció que: “la prevención integral funciona mejor que cuando existe una combinación estratégica de enfoque comportamentales, biomédicos y estructurales, que incluye la comprensión de esas infecciones y los métodos primarios de prevención, como los condones, y un énfasis en las personas más afectadas y más vulnerables a ellas, en especial los adolescentes.

 

Compañeras y compañeros Senadores:

 

En razón de que se tiene que seguir avanzando sobre este conjunto de políticas, el dictamen de manera acertada adiciona a la Ley General de Salud un Capítulo II Ter al Título Octavo llamado “De la prevención, atención y control del VIH/Sida y de otras infecciones de transmisión sexual”.

 

De manera que la Secretaría de Salud y el Consejo de Salubridad General tendrán a su cargo un programa para la prevención, atención y control del VIH/Sida y de otras infecciones de transmisión sexual, y lo ejecutará en coordinación con dependencias y entidades del sector salud y con los gobiernos de las entidades federativas.

 

Para la formulación del programa se escuchará la opinión y propuestas de organismos e instituciones públicas, privadas y sociales, cuya labor está orientada a la prevención, atención y control del VIH/Sida y enfermedades de transmisión sexual, a fin de impulsar el apoyo y participación en el desarrollo de estas acciones.

Dicho programa comprenderá, entre otras estrategias, la de prevenir su transmisión y control de la epidemia, del Sida, prevenir y controlar las infecciones de transmisión sexual, prestar servicios de atención integral, de calidad a las personas con VIH, fortalecer las acciones de promoción de la salud sexual, impulsar políticas para la disminución del estigma, discriminación, violaciones a derechos humanos, homofobia en poblaciones clave, y fortalecer la coparticipación multisectorial, social y ciudadana en la formación de políticas en VIH/Sida.

 

De prevención sexual se desarrollarán e impulsarán prioritariamente acciones permanentes de prevención para el uso adecuado y constante del condón.

 

Les recuerdo, es condón; preservativo es lo que preserva los alimentos, hay que llamarle por su nombre.

 

Para tal efecto, la Secretaría implementará los mecanismos adecuados de coordinación con el objeto de que por conducto de los sectores sociales y privados se brinde el acceso a condones, lubricantes, prueba de detección, educación sexual en la comunidad lésbico gay, mujeres y hombres trabajadoras del sexo comercial y sus clientes, privados de la libertad, población móvil indígena.

 

En los establecimientos en los que se expendan o suministren, oigan esto, o presten la atención a esto, compañeros Senadores, en los establecimientos en los que se expendan o suministres al público bebidas alcohólicas, los particulares deberán instalar, para su funcionamiento, máquinas expendedoras de condones.

 

Que no nos gane el alcohol a nuestros jóvenes, todo lugar que venga o expenda bebida alcohólica tendrá que tener una máquina de condones.

 

Y también, de manera precisa en el dictamen, se establece que las erogaciones que se generen con motivo de la entrada en vigor del presente decreto se cubrirán con cargo al presupuesto autorizado de la Secretaría de Salud para el presente ejercicio fiscal y los subsecuentes.

 

Las entidades federativas darán cumplimiento al presente decreto con cargo a sus respectivos presupuestos.

 

Asimismo, la Secretaría de Salud, con la participación que corresponda al Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/Sida, realizará las adecuaciones al programa de prevención y atención vigente que estamos elevando a rango de ley.

 

Por todo ello, pido su apoyo a este dictamen que tendrá un impacto positivo en la lucha contra esta grave enfermedad, sin dejar de considerar que tenemos que seguir buscando estrategias para cumplir las metas de esa visión global y compartida.

 

De cero nuevas infecciones por VIH, cero nuevas infecciones por VIH, cero discriminaciones y cero muertes relacionadas con el Sida.

 

Por su atención y apoyo, muchísimas gracias.

 

Es cuanto, señor Presidente.

 

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