Plantea Iris Vianey Mendoza que votos nulos tengan validez e impacten en presupuesto de partidos políticos


Intervención en tribuna de la  senadora Iris Vianey Mendoza Mendoza, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar iniciativa por la que reforma el artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con el fin de fomentar la participación ciudadana  en los procesos electorales.

 

Iris Vianey Mendoza Mendoza, (IVMM): Gracias, presidenta.

 

Buenos días a todas, a todos. Vengo en nombre del Grupo Parlamentario del PRD, y sumando la participación de la senadora compañera Martha Angélica Tagle Martínez, a presentar este proyecto de decreto.

 

En virtud de que la participación ciudadana es el eje de una democracia, es la legitimación misma del sistema electoral y de un sistema político.

 

Es pues un tema de gran relevancia en el país.

 

Hoy la confianza que los ciudadanos tienen en los partidos políticos se ha visto demeritada, demeritada cada vez más con el paso de los años.

 

Los datos duros reflejan que los partidos políticos son la institución en la que menos confían los ciudadanos, la legitimidad de los partidos políticos se tambalea hoy vigorosamente.

 

Si confrontamos hoy los datos, el 37.20 por ciento de abstencionismo reflejado en las últimas elecciones presidenciales y el 4. 76 por ciento de los votos nulos que hubo en las elecciones federales del 2015, nos damos cuenta de que los ciudadanos desaprueban, no sólo desaprueban a los partidos políticos, sino también a los propios candidatos.

 

Es conocido por todos que la participación de los ciudadanos en las elecciones se ha visto mermada en altos niveles de abstencionismo y tenemos gobernantes que ganan elecciones donde los niveles de abstencionismo predominan en procesos electorales.

 

¿Cómo puede considerarse legítimo un presidente que obtuvo el 38 por ciento de los votos de sólo el 63 por ciento de quienes participan en el listado nominal?

 

El número de ciudadanos que eligió a nuestro Presidente de la República fueron solamente 19 millones de 79 millones de ciudadanos registrados en el Padrón Nominal. Tenemos entonces que el porcentaje real que ganó las elecciones el Presidente de la República es del 24.16 por ciento, ¿cómo puede ser esa una mayoría?, ¿cómo puede considerarse legítimo un presidente que fue votado solamente por 19 millones de 79 que tienen la capacidad para votar?

 

La manifestación de los ciudadanos en los últimos años que han dejado de acudir a las urnas a emitir su voto, o bien, acudan a anularlo, es una expresión de disgusto que debe ser considerada y regulada en un país que se presume democrático.

 

Por ello, consideramos que si ofrecemos a los ciudadanos la oportunidad de anular su voto con el reconocimiento y la trascendencia legal que ello implica, podemos garantizar mayor participación ciudadana, sobre todo de aquellos que se abstienen de votar, y que representan casi el 40 por ciento de ciudadanos del listado nominal.

 

Por otro lado, el sostenimiento de los partidos políticos es necesario para una democracia, ya que a través de ellos es que se expresan las ideologías y estos representan la importante cantidad de opiniones y voluntades de los ciudadanos.

 

La existencia de los partidos políticos garantiza una forma de organización social pacífica, democrática, representativa; por lo tanto, la asignación de presupuesto en proporción a su tamaño en número de votos es absolutamente necesaria.

 

Hay que reivindicar la forma de hacer política, y en este sentido vemos fórmulas que hoy no están dando el resultado requerido.

 

El sostenimiento diario de los partidos políticos se fija multiplicando el número total de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el 65 por ciento del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización, y es así que para el año 2017, se ha asignado un presupuesto a los partidos políticos de 4 mil 059 millones 213 mil 905 pesos.

 

Sin embargo, no hay justificación para tal presupuesto. Para los partidos políticos que obtienen un número en el Padrón Electoral, que no tiene razón de ser, pues bien no participan activamente en las elecciones este número de electores.

 

El promover la participación del pueblo en la vida democrática es fundamental,  entonces lo ideal es que la distribución del presupuesto sea en todo momento por el número de ciudadanos que activamente participan en la vida democrática, no por el número de ciudadanos que están inscritos en el padrón electoral.

 

De esta manera, al modificar la fórmula, el financiamiento tendría que hacerse excluyente a todos los ciudadanos que no votan y a los que votan por candidatos no registrados y por supuesto que anulan su voto.

 

Es decir, que tienen que multiplicar el número de votos válidos emitidos en una elección de diputados inmediata anterior por el 65 por ciento del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización.

 

Nuestra cifra para el financiamiento de los políticos para el 2017 sería de menos el 52.64 por ciento de un presupuesto para de este año para los partidos políticos.

 

El voto nulo debe tener trascendencia, el poder de disminuir el presupuesto de los partidos políticos, los ciudadanos que no se sienten representados por los partidos políticos deben ser excluidos de la fórmula de financiamiento, de tal manera que se legitime poco más la entrega de los recurso público para esos fines.

 

Y finalmente, los votos nulos no se encuentran regulados como una forma de expresión válida por los ciudadanos, estos sólo son excluidos de la votación válida; por lo tanto, son considerados como un error, como un error en la votación y no como una forma de participación ciudadana. Es decir, los votos nulos no cuentan, no tienen ningún efecto.

 

Ahora bien, en las últimas dos elecciones federales, hemos visto enérgicos movimientos ciudadanos promoviendo a no votar, o bien, a anular su voto.

 

Esto como una forma de manifestación en contra del sistema electoral, contra los partidos políticos, contra la falla de los candidatos.

 

En las elecciones federales del 2015, los votos nulos fueron del  4.76 por ciento, es decir, casi dos millones de ciudadanos decidieron anular su voto.

 

Tanto la anulación del voto como el abstencionismo son una forma de expresión ciudadana en contra del sistema, en contra de los propios candidatos. No obstante, que  tanto estas cifras de abstencionismo, las tenemos hoy y van a en aumento, hacia arriba, no existe legítimamente una forma para expresar este descontento puesto que estos votos no son validos.

 

Esta iniciativa tiene como por objeto fundamental establecer con claridad la validez de un voto nulo, con todos los alcances y consecuencias, consecuencias tanto jurídicas como económicas que puede tener.

 

Si los votos nulos depositados en una urna representaran el porcentaje más alto en los resultados electorales, entonces, estaríamos ante un imperativo ineludible en que la sociedad habría manifestado su voluntad.

 

Si bien es cierto que la democracia entendida como un gobierno del pueblo, no puede interponerse de manera literal, también lo es, en un sistema democrático donde debe dar a los ciudadanos herramientas jurídicas o formas de expresión que tengan peso y relevancia frente al estado, por eso es que promovemos mediante la anulación del voto, de que los ciudadanos tengan el poder de anular una elección con votos nulos depositados en las urnas, representen un porcentaje más alto a los resultados electorales.

 

Esta sería una forma de presión ciudadana hacia los partidos políticos, hacia las candidaturas independientes, a que se vean obligados a presentar mejores opciones y rendir cuentas claras a fin de merecer la simpatía del electorado.

 

En este apartado, también es importante que se anulen las elecciones por virtud del voto nulo, se pueda anular por sólo una vez en atención a que se busca mantener el estado de derecho y evitar posibles manipulaciones que nos lleven a anulaciones continuas, lo que traería desestabilidad y, obviamente,  poca paz social.

 

Así las cosas con este proyecto que hoy presenta el Grupo Parlamentario del PRD donde les pedimos sea considerada esta iniciativa de modificación constitucional para que la opinión de las mayorías trascienda en materia electoral, para que los votos nulos tengan el valor en los cómputos electorales; también para que se descarten al momento de realizar fórmulas para la distribución del presupuesto para los partidos políticos; y por supuesto, para que puedan anularse una elección cuando quien la mayoría de votos nulos este por encima de la mayoría de alguno de los candidatos.

 

Por lo anterior, compañeras y compañeros, los invito a apoyar a esta iniciativa en aras de la democracia que tanto le ha costado a este país y a la reivindicación de la acción política.

 

Muchas gracias.

 

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