Intervención de la senadora Lorena Cuéllar Cisneros, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar iniciativa para erradicar el matrimonio infantil en todo el país.
Lorena Cuéllar Cisneros, (LCC): Con su permiso, señora presidenta.
Compañeras y compañeros senadores;
La presente iniciativa tiene como objeto erradicar el matrimonio infantil en todo el país, armonizando el Código Civil Federal con las disposiciones de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes entre otros ordenamientos nacionales y protocolos internacionales.
El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF) define el matrimonio infantil como la unión formal o informal antes de los 18 años que afecta la integridad de los menores tanto en niños y niñas, y suele presentarse en porcentajes mayores dentro de la población femenina.
Para dicho organismo, este matrimonio ocasiona que las niñas que viven bajo esta situación abandonen sus estudios y queden embarazadas desde muy temprana edad, poniendo en riesgo su vida y la de sus bebés, a tal grado, que las muertes por embarazo prematuro, que tienen que ver con esta problemática, representan unas 70 mil defunciones en todo el mundo cada año.
ONU Mujeres ha señalado que los matrimonios infantiles violan los derechos de las niñas de múltiples maneras, entre las que se encuentran limitar o terminar el acceso a la educación, bloquea muchas oportunidades de desarrollo personal, las expone a riesgos de embarazo, parto y maternidad a muy temprana edad, antes de que se encuentren aptas física y psicológicamente y aumenta el riesgo de violencia sexual e intrafamiliar, entre otras situaciones más que se presentan en agravio de sus derechos, pudiendo incluir la limitación a gozar de una infancia plena, de libertad sexual y de salud.
A pesar de los esfuerzos internacionales para poner fin a estas prácticas, el problema no parece disminuir e incluso el Fondo de Población de las Naciones Unidas advierte que podría incrementarse sobre todo en países que aún tienen graves problemas sobre todo poblaciones de jóvenes, situación que se manifiesta más en los países en desarrollo.
En el caso de México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014, una de cada cinco mujeres se encuentra en esta situación, particularmente entre la población de comunidades indígenas.
Para hacer frente a esto, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que entró en vigor en 2014, establece como edad mínima para contraer matrimonio los 18 años e insta a todas las entidades a homologar su legislación local.
Sin embargo, en la actualidad existen más de 20 entidades que no han modificado sus códigos civiles, además de ambigüedades que permiten que esta situación continúe ante la falta de armonización legislativa.
En 2014, en el marco de la conmemoración de los 25 años de la Convención sobre los Derechos del Niño, la UNICEF en México, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia elaboró un documento que reunió 17 observaciones generales que el Comité de los Derechos del Niño emitió a los diversos Estados miembros, en donde señala la necesidad de fortalecer el marco jurídico para consolidar avances, incluyendo el matrimonio infantil.
En 2015, después de que México enviará sus informes acerca de la situación de la niñez, el Comité de los Derechos del Niño emitió sus observaciones finales donde plasmó la urgencia de atender el tema al señalar que las uniones tempranas constituyen una violación a los derechos humanos.
Esto constituye también una necesidad urgente para fortalecer el andamiaje jurídico con el fin de preservar los derechos de la infancia de nuestro país, ya que mientras existan contrastes tan severos entre la edad permitida para el matrimonio, seguirán practicándose este tipo de uniones, mismas que responden a viejas costumbres sociales que tienen sus raíces en la discriminación de género e incluso llega a ser en la actualidad una estrategia para la supervivencia económica en muchas comunidades donde las familias casan a sus hijas a temprana edad para reducir sus gastos, o bien a cambio de dotes o cantidades monetarias.
El Estado mexicano debe erradicar la práctica del matrimonio infantil estableciendo como edad mínima legal los 18 años, con la intención de fortalecer la erradicación de aspectos tradicionales o culturales que lastiman los derechos de nuestros menores, particularmente a las mujeres, que muchas veces son obligadas a casarse bajo el pretexto de salvar la honra de la familia o encontrar el marido ideal.
Estamos ante un problema no de cultura, sino de derechos humanos.
En el marco del Día mundial de las Niñas, celebrado el martes 18 de octubre, presentamos esta iniciativa, congruentes con la alerta emitida por la organización Save the Children, que acaba de alertar que cada siete segundos una niña menor de 7 años es obligada a contraer matrimonio en alguna parte del mundo.
Es cuanto, señora presidenta.
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