Periodismo y democracia


Conciencia crítica

 

Miguel Barbosa Huerta

El periodismo es la conciencia crítica de la democracia. El grado de avance de una sociedad tiene como parámetro el desarrollo del ejercicio periodístico.

Ser periodista exige una valoración ética en el marco del concepto de responsabilidad y libertad plena del hombre, que en una democracia le da a cada persona el poder de decir y de elegir.

El periodismo hay que verlo como una misión de servicio, lo que sería el ideal democrático de nuestra sociedad. El periodista debe de ser objetivo y veraz; crítico y mentalmente ágil, pero con un criterio definido.

Oficio, profesión y pasión, en su amplia gama de géneros, el periodismo expresa amor a la palabra, a la imagen y al video.

El escritor Gabriel García Márquez definía al periodismo como “el mejor oficio del mundo”. “Para mí, que lo he hecho vida y pasión por casi 50 años, pudiera decir que si creyera en la reencarnación, si volviera a nacer mañana, volvería a ser periodista.”

Julio Scherer García definía a los periodistas así:

“La modestia es moneda falsa de nuestro trabajo. No existe periodista sin su sueño de cabecera: la noticia o el reportaje que lleve a la historia. Así somos todos.”

“En nuestro oficio sabemos que no hay manera de resistir un suceso. Es el vacío que se abre. Se traga al reportero, al cartonista, al escritor hecho en la tinta de la información.”

La realidad se expresa en crónicas, en reportajes, en columnas, en artículos, en ensayos, en notas de día a día y minuto a minuto.

Lo dice Ryszard Kapuscinski en su libro Los cínicos no sirven para este oficio: “La labor del periodista no es cualquier profesión, es un trabajo que se vuelve parte del cuerpo y la vida de quien decida tomar el riesgo de ejercerla al pie de la letra; esto requiere verdaderamente toda nuestra alma, nuestra dedicación, nuestro tiempo”.

Agrega que la fuente principal del periodismo son los otros, son los que nos dirigen, nos dan sus opiniones, nos interpretan el mundo que intentamos comprender y describir.

La labor del periodista es tan variada como inquietante. El talento de la palabra y la letra debe de ser un don intrínseco.

La historia no se podría concebir sin los aportes de los periodistas, sin embargo, una de las más grandes amenazas que existe contra el derecho de todos a la información es el ataque a la libertad de expresión.

Lamentablemente un sinnúmero de profesionales de la información han sido asesinados. Nuestros periodistas son víctimas permanentes de impunidad y violencia.

De acuerdo con el informe estadístico de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión de la Procuraduría General de la República, en los 15 años recientes, 103 periodistas fueron asesinados en México y 25 más están desaparecidos. Las entidades con mayor número de homicidios de comunicadores de enero de 2000 a enero de este año, son Veracruz y Chihuahua, cada una con 16 casos.

En cuanto a la cifra de periodistas desaparecidos durante el mismo periodo, el mayor número se presentó en 2012 en los estados de Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí.

El documento detalla que en los cinco años pasados, la Fiscalía ha integrado 652 averiguaciones previas por delitos contra periodistas y medios de comunicación.

Por otra parte, como lo señala el portal de Reporteros Sin Fronteras, México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas; las amenazas y los asesinatos a manos del crimen organizado —incluso de las autoridades corruptas— son cosa de todos los días. Este clima de miedo, junto con la impunidad que prevalece, genera autocensura, perjudicial para la libertad de información.

La elección de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de México en 2012 no cambió en nada la situación de la libertad de información en el país.

México sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas. En la última década han sido asesinados más de 80 representantes de medios y 17 han desaparecido. Asimismo, ciertos medios de comunicación frecuentemente son blanco de ataques armados y de amenazas, en especial en el norte del país.

Vivimos en un Estado de derecho que debe garantizar el acceso a la información, a informar y estar informado, el derecho a expresar ideas y recibirlas.

El derecho a la información es el conjunto de normas jurídicas que tienen por objeto la tutela, reglamentación y delimitación a obtener y difundir ideas, opiniones y hechos noticiosos.

Su derecho es informar y el nuestro ser informados. Pero también el derecho de los periodistas es que sean protegidos por las autoridades.

Nuestro país vive momentos complicados, que exigen de todos los esfuerzos adicionales para sacarlo adelante. En particular preocupa la corrupción y la impunidad que lamentablemente existe en algunas áreas de nuestra vida pública.

En este contexto, vale la pena destacar la labor de organizaciones como la Fundación José Pagés Llergo que resulta de gran relevancia en la construcción de ciudadanía que tanto necesita nuestro país.

Reconozco en la revista Siempre! uno de los pilares de nuestra libertad de expresión. Se trata de la publicación de mayor tradición en nuestro país y que, por derecho propio, se ha ganado un lugar en la historia del periodismo mexicano. Es un pilar firmemente construido por uno de los periodistas más importantes de nuestro país y cuyo legado permanece y crece con los años, don José Páges Llergo.

@MBarbosaMX

Coordinador Parlamentario del PRD

en el Senado de la República.