Si nosotros no combatimos la corrupción y la impunidad, no vamos a poder cambiar las cosas de fondo: Ríos Piter


Discurso pronunciado por el senador Armando Ríos Piter, del Grupo Parlamentario del PRD, durante el conversatorio acerca de la película “La sombra del caudillo”.

 

Armando Ríos Piter (ARP): Bueno, pues es para mí realmente un honor poder estar el día de hoy aquí.

 

Sinceramente me siento muy contento porque ahorita que arrancamos pues la llegada, ver el rostro de amigas y amigos con los que  hemos venido construyendo esta visión, con los que hemos venido haciendo este trabajo.

 

Pues la verdad es que encuentra en este momento un especial significado para mí, como, no solamente como senador por el estado de Guerrero, sino como ciudadano, incluso como padre de familia, lo debo de decir.

 

Porque esta película, hace mucho tiempo que yo tuve la oportunidad de verla, yo estaba más o menos, sino recuerdo en la prepa o empezando la universidad, y ustedes me pueden corregir, pero había tenido 30 años, guardada y tal vez, eso nos habla de más o menos 50 años.

 

Y, creo que es un momento bien importante para hablar sobre esta película y las cosas pues no son por casualidad, siempre hay una causa que mueve que ocurran las cosas.

 

Hoy estamos arrancando aquí en el Senado la Legislatura LXIII, ya llevamos tres años aquí trabajando, hoy estamos, de hecho se está escuchando, acaba de terminar el informe de labores de los primeros tres años de Enrique Peña Nieto como presidente de la República.

 

Y me parece que presentar una película que en sus 50 años no sólo sigue estando vigente, sino que sigue teniendo significados profundos para lo que somos como país y para los retos que tenemos hacia adelante, me parece que es especialmente significativo y repito, las cosas no son por casualidad, siempre tienen una causa que las mueven, y esas causas pueden ser utilizadas por nosotros para que nos muevan de manera profunda y de manera mucho más contundente con respecto al trabajo diario que hacemos.

 

Julio Bracho, y qué bueno que está aquí Diana, y que esté aquí su hijo, pues nos entregó una película que define el régimen que se construyó a partir de la revolución, y creo que el autoritarismo que es el que se ve en la novela de Martínez Guzmán, pues sigue teniendo todavía esos destellos, esos resabios en la vida cotidiana, no sólo después de 50 años de la película sino desde que fue escrita la novela.

 

Un modelo político donde la solución de las controversias entre las élites se resolvía a través de la violencia, pues me parece que es algo que si nos ponemos a ver la vida cotidiana de este México del 2015, pues sigue teniendo presencias y fantasmas graves y fuertes.

 

Donde las élites siguen definiendo en muchos casos los causes de nuestra sociedad, de nuestro país. Donde los ciudadanos muchas veces por desinformación, por no tener elementos suficientes que les permitan entender cómo están pasando las cosas, no logran organizarse y no lograr revertir pues muchas de las cosas en las que ya deberíamos haber avanzado, después de la que pasó una alternancia democrática en el 2000, después de que ya tuvimos otros partidos en la presidencia de la República.

 

Pues pareciera ser que hoy, venir a ver La sombra del caudillo nos recuerda que tenemos enormes pendientes como país, pero también nos recuerda que tenemos enormes oportunidad.

 

Porque hoy somos un país que con elementos como este, con películas que han trasladado en la historia o en los tiempos su vigencia, nos permiten ponernos en una frecuencia distinta respecto a cómo enfrentar los retos, cómo enfrentar la censura de la que fue motivo esta película, cómo evitar que la desinformación nos mantenga desunidos, desorganizados, sin capacidad de ser ciudadanos plenos, involucrados y capaces de ser dueños de nuestra propia historia y ser arquitectos de nuestro propio destino.

 

Entonces, creo que es muy importante el día de hoy, hoy arranca una nueva Legislatura, y lo que yo siempre quiero aprovechar en estas presentaciones en las que hay mucha genta con la que hemos tenido la oportunidad de venir platicando, espero no cometer ausencias con Luisa Huertas que estuvimos aquí también ya en una ocasión con Benny Rotten, que por aquí anda, con el que hemos grabado algunas cápsulas, obviamente con Dagoberto Gama, con Juan Carlos Garrido, secretario del STyM, con Emilio Cárdenas, Albino Álvarez y con cada uno de ustedes que han sido parte de este proyecto.

 

Lo que me interesa dejarles es el compromiso pues de seguir trabajando en esto que es tal vez, yo creo que el gran cuello de botella del país, si nosotros no combatimos la corrupción y la impunidad que prevalece en el país, no vamos a poder cambiar de fondo las cosas.

 

Hoy que estamos escuchando un informe de actividades de12 meses, tenemos que tener en referencia qué ha pasado en los últimos 12 meses, Tlatlaya en septiembre se descubre como una situación de derechos humanos; los 43 jóvenes desaparecidos en mi estado, de Ayotzinapa; después una serie de cuestiones, la fuga del Chapo Guzmán; 2 millones de pobres nuevos en el país por la política clientelar.

 

En cada mes, si hacemos un recuento, desafortunada y terriblemente  encontramos que la corrupción y la impunidad son elementos que forman un patrón estructural de cómo estamos funcionando, pero sobre todo de aquello que tenemos que cambiar, de aquello que tenemos que tener capacidad de ponernos en una misma sintonía y decir: esto ya no puede seguir así, esto tiene que cambiar.

 

Y tiene que cambiar de fondo, y si queremos que cambie de fondo, entonces tenemos que empezar a dialogar entre gente tan distinta y tan diversa, como los que estamos aquí, que muchas veces somos vistos como bichos raros –hablo de los senadores y las senadoras, a las senadoras no las meto para que no haya compromiso -, pero sí a los políticos que hemos perdido presencia y capacidad de liderazgo en el país y hay que reconocerlo.

 

Se ha ido perdiendo credibilidad en quienes hacemos política, y no hay peor mal que pueda tener, desde mi punto de vista un país, que aquel en el que la política pierde su capacidad de liderazgo, de conducción, porque entonces la brújula se pierde y no hay forma de llegar.

 

Y entonces empiezo por mi profesión, pero qué bueno que aquí haya gente de la vida sindical, gente que se dedica a la actuación, que haya gente que nos acompañe –ahí están paisanos míos- de distintas actividades medioambientalistas, gente que está en distintas trincheras.

 

Porque cuando yo hablo de ponernos en frecuencia es entender que cada uno, independientemente de nuestras profesiones, pues tenemos necesidad de que México esté mejor.

 

Como padres de familia, como abuelos, queremos que el futuro de la gente que está naciendo y que está creciendo en este país sea distinto, que tenga un horizonte y una esperanza diferente y eso pues no nos diferencia porque seamos amarillos, azules, seamos agnósticos, seamos católicos, cristianos, seamos políticos o seamos de otra actividad, si queremos que México sea distinto, tenemos que ponernos todos en una misma sintonía.

 

Y por eso quiero cerrar con por qué son importantes estos eventos y por qué traerlos al Senado de la República.

 

Traer este tipo de presentaciones, y especialmente esta película que es muy significativa –es la primera vez en la historia que la sombra del Caudillo, después de haber estado 30 años encapsulada y sin verse, censurada, se va a presentar, y los 20 años posteriores, 50 años jamás estuvo presente en un edificio institucional, hoy es la primera vez que podemos traerla aquí al Senado de la República.

 

Y que siendo transmitida y donde están las cámaras, y muchas gracias al Canal del Congreso, que estaba nuestra querida directora por aquí, pues nos permite que tengamos acercamientos que son fundamentales.

 

Soy un fiel comprometido de que México puede cambiar, vienen tres años de trabajo legislativo y creo que tenemos que poner como prioridad el combate a la corrupción y el combate a la impunidad.

 

De tal manera que hoy presentar “La sobra del Caudillo” lo quiero ver como la patadita de arranque a esta LXIII Legislatura, que con buenos bríos nos permita pensar y soñar que las cosas van a ser distintas, que vamos a tener una Ley del Sistema Nacional Anticorrupción que la gente conozca, que la gente se involucre en ella, y que construyamos todos en términos, no solamente de que se haga como ley, sino que creamos que puede ser un instrumento de transformación, que nos la apropiemos como Mexicano, en términos de exigir que la corrupción ya no sea el detonante día con día, y sobre todo que sea una ley que se crea en ella y se ejecute para que la impunidad no sea lo que corroa la forma en la que convivimos.

 

De tal manera que, se los digo de corazón, me siento realmente contento, emocionado, muchas gracias Diana por venir en representación de tu papi aquí, porque sin duda alguna creo que nos transmite tu presencia, además de decirte porque te admiro desde hace mucho tiempo, la oportunidad de encontrar a gente muy diversa que nos podamos poner en sintonía y en una frecuencia superior para transformar el país y para combatir los males de los que fue esta película víctima, pero que hoy ya no como víctima sino se vuelve un ejemplo a seguir de la constancia y sobre todo el mérito de un buen resultado de un trabajo bien hecho.

 

Entonces, enhorabuena y muchas felicidades. Gracias por estar aquí.

 

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