Presenta Ríos Piter posicionamiento en el marco de la elección de nuevo presidente nacional del PRD


Conferencia de prensa ofrecida por el senador Armando Ríos Piter, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar un posicionamiento acerca de la dirigencia nacional del PRD.

 

Armando Ríos Piter, (ARP): Buenas tardes, la finalidad de esta sesión de prensa es comentarles que he decidido emplazar al compañero del Partido de la Revolución Democrática, Agustín Basave, a un debate público sobre cuál debe ser el futuro del Partido de la Revolución Democrática.

 

Tengo aquí la carta que habré de hacerle llegar el día de hoy, con la finalidad de que pues podamos establecer un diálogo abierto, público, transparente, constructivo; se las habré de leer:

 

Doctor Agustín;

 

Siendo 28 de agosto del 2015, y habiéndose afiliado a nuestro Partido, y siendo públicas sus aspiraciones de competir por la Presidencia Nacional, me permito convocarlo a un debate, donde expongamos públicamente nuestros planteamientos y propuestas sobre la visión que tenemos del Partido de la Revolución Democrática.

 

Este ejercicio de frente a los militantes, simpatizantes y a los mexicanos, debe ser parte de la transformación que requiere el partido; un diálogo abierto, donde las visiones se contrasten a través de argumentos.

 

Quedo a sus órdenes para fijar la hora, el día y el lugar, para llevar a cabo este diálogo entre aspirantes.

 

Y me permitiré comentarles el documento que anexaré; precisamente la intención es pues no hacer un debate a ciegas, sino tener un rumbo. Hoy la discusión pública se ha dado alrededor de nombres, y me parece que esto es un error.

 

La coyuntura que vive el Partido de la Revolución Democrática requiere una revisión de fondo, requiere que tengamos un diagnóstico muy puntual de la problemática que vive, especialmente conclusiones muy puntuales sobre qué es lo que está funcionando mal en el PRD, qué es lo que se tiene que cambiar, y sobre todo cuál es el compromiso y la voluntad política, cuáles son los instrumentos políticos que se tienen para llevar a cabo esa transformación.

 

De tal manera que les leo la propuesta que le estoy haciendo llegar también:

 

Ante la próxima elección de presidente del Partido de la Revolución Democrática, me permito realizar un planteamiento como aspirante a la dirección nacional.

 

Propongo al Doctor Agustín Basave iniciar un debate en torno a los siguientes puntos:

 

Primero. En torno al modelo de partido que necesitamos ¿Cómo lo podemos reconstruir para que responda a las exigencias del país, y sea verdaderamente representativo de los militantes? Y no sólo de unos cuantos liderazgos.

 

Realmente proponer una transformación de fondo.

 

Segundo. El PRD debe reflexionar en la forma en que toma decisiones. Las corrientes y sus mayoriteos no deben ser la principal forma de toma de definiciones. No más acuerdos entre cúpulas sin consultar a los militantes. Debemos discutir cómo debe darse un nuevo equilibrio de fuerzas y la correlación de poder.

 

Y la pregunta que creo que tiene que ser parte fundamental; yo he expresado mi posición ¿Por qué no eliminar a las corrientes al interior del Partido?

 

Tercero. Debemos reflexionar acerca de la postura que tomaremos  frente a problemas tan serios como la impunidad y la corrupción. Estos graves padecimientos ya hicieron  crisis en todos los ámbitos de la vida nacional, pero los perredistas estamos obligados a ser los abanderados en esta lucha. Tener los gobiernos más transparentes, los representantes populares más honestos, y candidatos sin ningún tipo de sospecha. No más pragmatismo político electorero.

 

Me gustaría conocer –y es la pregunta que le hago al Doctor Agustín Basave-¿cómo evitar que exista otro caso como el de “Abarca”? en el municipio de Iguala

 

¿Cómo se definirían las candidaturas y los espacios?

 

¿Cómo blindar al PRD de la corrupción, y cómo garantizar su lucha transparente y sólida contra la impunidad?

 

Punto número cuatro. Cómo acercar el PRD a la sociedad. Que los jóvenes vuelvan a encontrar en el Partido un espacio de expresión y de construcción de un mejor país, donde la pluralidad sea la fuerza y no el factor de división.

 

Y esto lo junto con el punto número cinco: fomentar y respetar los méritos de la militancia y de los simpatizantes. El PRD no puede ser visto como una empresa, donde ante las crisis, se reúnen los consejos de dueños con la única intención de encontrar un nuevo director, venga de donde venga. Esta situación nos llevaría a una lógica de gatopardismo, “cambiar para que todo siga igual”.

 

Si queremos renovar los principios que dieron origen al Partido, de inclusión, tolerancia, unidad y esperanza, debemos debatir el modelo de partido que hoy requerimos y es crucial para ello que el PRD sea nuevamente un instrumento vivo de la sociedad.

 

Me parece que es importante en este punto respecto a los méritos de la militancia, que esa es la parte de fondo ¿Qué señal se les manda a los jóvenes en un partido en el que las decisiones se toman de manera cupular? Pero donde a final de cuentas la militancia puede quedar como un segundo o tercer asunto. Donde quien llega a dirigir al partido pues puede venir de otros espacios sin conocer verdaderamente la vida interna, lo que significan las luchas internas que en el PRD son complejas en sus comités municipales, en sus comités estatales y en el propio Comité Nacional, en el Consejo y en el Congreso Nacional.

 

Ese es el debate de fondo ¿Cómo hacemos que los jóvenes vean que irse a cada espacio a hacer promoción política, puede ser verdaderamente una ruta para que el PRD sea un instrumento de una aspiración legítima para llegar al poder, pero sobre todo para ser una herramienta en la cual lleguen visiones de transformación, y que sea un auxilio y un instrumento para generar condiciones desde el poder del cambio?

 

Creo que esa es la parte estructural ¿Cómo garantizar que el mérito sea la columna vertebral que le dé vida y vitalidad al Partido de la Revolución Democrática.

 

Y por último: Sexto. Analizar la política de alianzas. Nuestro principal esfuerzo debe ser re encontrarnos con la gente y que se vuelva a confiar en el Partido de la Revolución Democrática, debe de ser reivindicarnos como el principal partido de izquierda. No vamos con partidos con los que no compartamos la visión de país, ni con partidos de izquierda que basen su fuerza en proyectos personales.

 

Por eso a mí me gustaría saber la argumentación de porqué pensar en alianzas con el Partido Acción Nacional, o incluso cuál propone y por qué debe de ser la relación con Andrés Manuel López Obrador y su partido.

 

 

Yo he manifestado mi posición con mucha claridad. No estoy de acuerdo con las alianzas en el próximo proceso electoral 2016, ni con Acción Nacional ni con el partido de Andrés Manuel López Obrador, y creo que una llamada que este debate debería permitirnos aclarar es si debemos darle un hasta aquí a esa intención que algunos tienen de seguirle solamente siguiendo los olores a Andrés Manuel López Obrador.

 

Es cuanto y estoy a sus órdenes.

 

Sesión de preguntas y respuestas

 

Pregunta, (P): Senador, usted hablaba del respeto a la militancia. Me gustaría conocer su opinión sobre las modificaciones a los estatutos que se están planteando para reducir el tiempo de la militancia y facilitar el proceso al candidato Basave.

 

ARP: Bueno, ya han surgido críticas sobre ese punto, ha habido señalamientos que, incluso, no se podría cuando hubiera un acuerdo, ratificar de manera inmediata, toda vez que dicho cambio a los estatutos requeriría una supervisión, una sensación de parte del INE.

 

Pero yo sí quiero ser muy enfático. Yo tengo una amistad de mucho tiempo y aprecio con el Doctor Agustín Basave, lo quiero subrayar, es alguien con quien he hecho política y es alguien, que repito, a quien le profeso amistad.

 

Creo que caer en esa discusión, seguramente otros lo harán, no es mi intención caer en el debate digamos: legal, jurídico, creo que eso es limitar la capacidad de la discusión y es limitar la necesidad que tienen los militantes de que vayamos al fondo del asunto.

 

El debate tiene que ser sobre el modelo organizativo del Partido de la Revolución Democrática para que, sea quien sea el que lo encabece, pueda verdaderamente revitalizar nuestra relación con la ciudadanía.

 

De tal forma que mi respuesta sería, independientemente de que he escuchado y sé que hay argumentaciones críticas sobre ese punto, mi convocatoria a este debate  versará sobre todo sobre la visión de modelo, subrayando especialmente el tema de los méritos de la militancia y de tantos miles de jóvenes que pueden convertir al Partido de la Revolución Democrática en una nueva opción de futuro.

 

P: (Inaudible).

 

ARP: Miren, yo he sido muy puntual, si se trata de hacernos tontos respecto a la transformación del partido, y que quieran en una lógica –como aquí lo pongo- de gatopardismo, querer vender que cambian las cosas pero para que todo siga igual, que las corrientes sigan siendo en su exclusividad de decisiones el cuello de botella de quien debe de ser candidato o candidata en una regiduría, en una diputación, y que sean los números en el Consejo, las fichas en el Consejo las que imperen en la toma de decisiones, pues entonces el partido no estará cambiando.

 

Y aspirar a presidir un partido que en esas condiciones no tienen ningún futuro, no estaría en mi intención.

 

Yo he dicho que yo quiero encabezar la transformación que requiere el PRD, la transformación que significa que le devolvamos a la ciudadanía la capacidad de usar, utilizar, al PRD como un instrumento de transformación.

 

Si eso, con estos planteamientos y este debate es posible, sin duda alguna sería un honor, porque me parece que sería continuar con la proyección y la visión histórica de un partido que en 26 años ha construido la historia reciente del país.

 

P: (inaudible) para cuándo tienen que definir ya el nuevo dirigente del PRD (inaudible).

 

ARP: Bueno, el contexto en el que se da la renuncia de Carlos Navarrete deja, después de que el Consejo aprueba dicha solicitud de renuncia deja un espacio de tiempo hacia el 19 de septiembre en el que está convocado el Congreso Nacional con la finalidad de elegir quién habrá de sustituir a Carlos Navarrete y eventualmente al propio Consejo Nacional.

 

De tal manera que será ese órgano representativo que es el Congreso, el que habrá de votar y definir quién será el presidente.

 

Precisamente por eso lo que se requiere es un acuerdo de naturaleza distinta, porque si seguimos en esta inercia pues se dan las lógicas de las corrientes que hoy son las que predominan en la definición de dicho Congreso, las que en un acuerdo de cúpula puedan definir quién es el presidente electo.

 

Esto me parece que sería un error; si queremos verdaderamente empezar a cambiar, no empecemos, no podemos empezar la transformación tropezándonos con el mismo problema.

 

El problema fundamental son dos que quedan en evidencia en el debate que estamos planteando: una es la entronización de estos cuellos de botella que han sido las corrientes que han significad exclusividad a la toma de decisiones y que han entronizado un modelo clientelar en términos de la relación con la ciudadanía.

 

Si eso no se acaba, el PRD va a seguir perdiendo paulatinamente fuerza y no solamente vamos a tener un muy mal resultado en el próximo año, sino que progresivamente va a ir perdiendo capacidad de convocatorio.

 

Y segundo, la parte del mérito, que no quiero dejar de subrayar. Si hoy 40 millones de mexicanos tienen menos de 29 años, el PRD desde la izquierda, si es que quiere ser el partido del presente y del futuro, tiene que apostar a los jóvenes.

 

Y no puede decirle a los jóvenes, esos jóvenes que arrancan haciendo campañas, entregando propaganda, pegando calcomanías, yendo casa por casa a buscar el voto, a convencer, decirles que no tienen futuro porque un partido con las condiciones de hoy siempre tendrá el riesgo de que llegue alguien de fuera a desplazarlo o que el acuerdo de la corriente pondrá al más “a modo” de quienes toman las decisiones en lugar de respetar el trabajo constructivo desde la base.

 

Creo que es la parte más importante y en ese sentido será el próximo 19 donde habremos de definir qué partido queremos; es el partido que yo quiero, uno que convoque a los jóvenes, uno que convoque a la ciudadanía, uno que combata a la corrupción y la impunidad.

 

Si ese partido es posible cambiar en su modelo organizativo, será para mí un honor dirigirlo.

 

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