Versión estenográfica de la intervención en tribuna del senador Juan Manuel Fócil Pérez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la Glosa del VI Informe de Gobierno en materia de política económica.


Ciudad de México,  18 de septiembre de 2018.

INTERVENCIÓN EN TRIBUNA

Versión estenográfica de la intervención en tribuna del senador Juan Manuel Fócil Pérez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la Glosa del VI Informe de Gobierno en materia de política económica.

Gracias Presidente.

Compañeros senadoras y senadores.

Los mexicanos tenemos consenso en materia económica este gobierno se resume en: corrupción, pobreza y deuda.

En los últimos 18 años el crecimiento económico de México promedia el 2.1 % anual, cifra muy por debajo de las propuestas de campaña y de los gobiernos ya constituidos, que al menos han ofrecido un 3,5% anual hasta 6%.

Si tomáramos como base el ofrecimiento menor de 3.5% significa que en estos 18 años debimos haber crecido un 63% y solo crecimos 38% quedamos a deber a nuestro pueblo un 25% de crecimiento del PIB, que se dice muy fácil, 25 %, hoy tuviéramos un PIB de 29 billones de pesos y no de 23 billones.

Este faltante, nos genera problemas de desempleo, crecimiento de la economía informal, menor ingreso per cápita, menor captación de impuestos y por ende menor capacidad del gobierno de servir a la gente con la infraestructura y servicios necesarios.

En conclusión, sigue creciendo la pobreza, la desigualdad y el descontento social.

No evaluar y exigir a nuestros gobernantes –a propósito de evaluaciones– ha llevado a que nuestra economía no dé el sustento suficiente a una población que va creciendo día con día pero que además crece de manera muy desigual y las empresas requieren personal más preparado cada día porque la tecnología avanza y hay que ser más competitivos, esto ocasiona que la brecha de la pobreza y el nivel mínimo de bienestar se vaya ampliando. 

El mundo no se detiene hay que actualizarse cada día.

Durante el presente sexenio el crecimiento del PIB será de 2.4% y este último año de 2.1; o sea que vamos a crecer en este último año el promedio de los últimos 18 años, que no ha sido suficiente.

No estamos avanzando lo suficiente, no estamos creciendo al ritmo que lo demanda nuestra nación.

Los datos generales del último año son: 

El PIB crece un 2.1%, debió ser de 5.3%. Apenas si llegamos al 40%.

La moneda se devaluó en este sexenio un 45%, y en este último año un 7%.

Los precios han crecido en el primer semestre 4.65%; es decir, la inflación sigue creciendo y acumula 47%.

En cambio el salario mínimo aumento en el sexenio 36.15%, esto es que si restamos los precios de la inflación y lo que ha aumentado el salario mínimo, el poder adquisitivo de la gente decreció en al menos 11% comparando con la inflación que sigue creciendo, lo que significa que nuestro dinero cada vez compra menos y la pobreza sigue aumentando.

La deuda del gobierno en este sexenio habrá crecido en un 100% prácticamente, ubicándose en 10 billones 142 mil millones de pesos, en este último año creció un 9%. 

El nivel de exportaciones ha crecido, sin embargo, la balanza en cuenta corriente de nuestras exportaciones, tenemos un déficit de 10 mil 875 millones de pesos en el 2017 y en el 2018 tendrá un comportamiento similar. 

Por su parte, el saldo de la deuda pública de las entidades federativas y los municipios también creció y se ubicó en 580 mil 654 millones de pesos, de este monto el 91% lo absorben los gobiernos estatales y sus organismos, y los gobiernos municipales un 9%. 

El empleo, el Gobierno Federal ha hecho mucho énfasis que se han logrado crear 3.6 millones de empleos formales registrados ante el Seguro Social y que la tasa de desocupación nacional promedio fue de 3.3%. Cifra que yo no comparto, porque la cifra de desempleo es mayor.

Respecto a los empleos que se están creando de manera formal, tenemos un problema, ¿cuál es la calidad del empleo? Las estadísticas oficiales demuestran que el número de trabajadores con percepciones bien remuneradas disminuyó.

Por ejemplo, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo indica que de los 14.5 millones de jóvenes entre 15 y 29 años que se encuentran ocupados en el mercado laboral, sólo 3.5 por ciento cuenta con un trabajo con más de cinco salarios mínimos, o 10 mil 515 pesos mensuales. El resto está con salarios verdaderamente deplorable, igual que el salario mínimo.

En precios energéticos, el Plan Nacional de Desarrollo decía que había que abastecer de energía al país con precios competitivos, calidad y eficiencia a lo largo de la cadena productiva.

Con la implementación de la reforma energética, el Plan Nacional de Desarrollo establecía entre una de sus metas elevar el índice de recuperación y la obtención de petróleo crudo y gas natural. 

Se prometió una producción de 3 millones de barriles de crudo diarios y 8 mil millones de pies cúbicos diarios en el caso del gas.

Hoy, Pemex apenas está produciendo por encima de 1.9 millones de barriles y ha recortado su meta de producir 2 millones de barriles durante 2019, mientras que su producción de gas se encuentra en 4,869 millones de pies cúbicos, que esto es el 60% de lo que se había planeado y se había planteado en el Plan nacional de Desarrollo.

Así mismo, se planteaba, desde que se implementó la Reforma Energética,  Impulsar la reducción de costos en la generación de energía eléctrica para que disminuyeran las tarifas que pagan las empresas y las familias mexicanas, sin embargo, en 2017 hubo incrementos hasta en 40% sobre todo en la energía de uso doméstico.

Otra de las promesas fue la disminución del precio de las gasolinas, en 2013 el litro tenía un costo de $12.50 pesos, al cierre de la administración la población debe pagar un costo de 19.80 pesos por litro, un incremento del 58%. 

En ese sentido, podemos concluir que no existen mejoras económicas reales, lo descrito en líneas anteriores es la verdadera realidad de las finanzas públicas, aunque el ejecutivo nos quiera decir lo contrario.

Por lo tanto, desde el GPPRD creemos en la importancia sí de mantener estabilidad en los indicadores macroeconómicos y en la implementación de las reformas estructurales 

Pero los resultados deben de ser reflejados en el bienestar colectivo a través de mejorar la calidad de vida de la población.

Toda reforma, todo cambio que queramos hacer en las leyes, si no se traduce en bienestar para la población, la población dice que todo lo que estamos haciendo no sirve para nada.

En pobreza, de acuerdo al Coneval, lo pobres han seguido creciendo y en 2016, se contabilizo a 53.4 millones de personas en pobreza, de los cuales 9.4 millones de personas se encuentran en pobreza extrema. Practicamente la mitad de la población está en pobreza.

Los estados con mayor incidencia de pobreza se encuentran: Chiapas con 77,  Oaxaca el 70%, Guerrero 64, Veracruz 62% y Puebla 59.

Lo anterior no es más que el resultado del pobre crecimiento económico que se ve reflejado en los grupos vulnerables de la población. 

Esto también ha derivado en el rezago de los diferentes sectores de la economía, entre ellos, el sector primario; gente dedicada a la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza, siempre son los más afectados por falta de apoyo y oportunidades, prueba de ello es el nulo aporte al crecimiento del PIB, representando sólo un 0.68% el año pasado.

Los recortes presupuestales impactan directamente en sectores prioritarios, como en la educación, el campo y salud. Y en este año hubo un recorte más.

En suma, este informe puede tener dos lecturas; la primera de corte institucional que envía el ejecutivo, donde se tiene un entorno económico estable y se vislumbra el futuro con optimismo.

Y la segunda, la que tiene el Grupo Parlamentario del PRD y que comparte con  la realidad que vive la gente y los problemas que sufren a diario sus bolsillos. 

La verdad es que estamos muy mal y que el crecimiento económico fue muy pobre en este sexenio, y además la pobreza siguió creciendo y la desigualdad también.

Por tal razón, esta fracción parlamentaria impulsara desde el congreso las iniciativas necesarias que brinden el bienestar económico para mejorar las condiciones de vida de la población, tal como ya lo hicimos hace unos días al presentar una iniciativa de ley para que los salarios mínimos se conviertan en salarios dignos para todos los mexicanos.

Muchas gracias senadoras y senadores.