En México resulta paradójico que las regiones que históricamente han aportado mayores recursos al país, ahora son las que padecen los mayores niveles de pobreza y marginación, particularmente, en el Sureste del país.
Por ello, el establecimiento de Zonas Económicas Especiales (ZEE), como un instrumento que contribuya al abatimiento de la desigualdad y permita cerrar las crecientes brechas de desarrollo regional, a partir de un crecimiento económico sostenible, sustentable y equilibrado mediante la generación de empleos.
Particularmente para Tabasco y Campeche, que inicialmente no estaban incluidos en el proyecto y desde el Legislativo se lograron integrar a la nueva Ley de ZEE. Como senador de la República por mi querido Tabasco, en su momento, sumé mi voto a la iniciativa porque es necesario que construyamos las acciones y programas que permitan trascender la situación que hoy viven económica y socialmente mujeres y hombres tabasqueños que no han perdido la confianza para alcanzar niveles de vida digna.
En la Ley de ZEE se incluyeron, desde el Senado, modificaciones y adiciones para garantizar, fomentar y promover: el acceso a internet para las comunidades; las actividades de innovación y desarrollo; la creación de capital humano; la vinculación de la economía local con la global, mediante incentivos como el IVA a tasa cero para las empresas mexicanas que provean la zona; el impulso de incubadoras de empresas de media y alta tecnología, en especial de innovación tecnológica y desarrollo de software, entre otras cosas.
Se ha pronosticado con este proyecto de zona económica, la generación de 115 mil empleos directos de calidad, en los próximos 10 años; sigamos trabajando para que se cumplan los pronósticos y sean muchos más beneficios para los tabasqueños con éste y otros proyectos que hacen falta y merece un estado como Tabasco y sus habitantes por todo lo que le hemos dado a México.
