Reforma energética no potenciará el desarrollo: Manuel Camacho


Manuel Camacho

Intervención en tribuna del Senador Manuel Camacho Solís, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar su voto particular respecto del dictamen que contiene proyecto de decreto por el que se expide la Ley de Hidrocarburos y se reforman diversas disposiciones de la Ley de Inversión Extranjera; Ley Minera y Ley de Asociaciones Público Privadas.

Senadoras, Senadores:
Los votos sobre las leyes de la reforma energética son votos que están comprometidos de antemano. Algunos de ustedes han aceptado apoyar una reforma que, saben, es impopular, porque creen que con la apertura energética se potenciará el crecimiento económico. Otros lo harán por lealtad a su partido. Muchos por cálculo político. Pensarán que este voto los ayudará en sus carreras políticas. Que este voto los hará candidatos a gobernador, pero: ¿los hará gobernadores?

Nosotros pensamos que esta reforma no dará los resultados que anuncia la propaganda gubernamental. Que más allá de algún auge momentáneo o localizado, de una nueva burbuja, las nuevas leyes tendrán un alto costo para la Nación. Votaré en contra. Pero más allá de nuestras posiciones, démonos la oportunidad de contestar la pregunta esencial: ¿qué resultados deberíamos esperar? ¿A dónde nos llevan estas leyes?

¿Creen ustedes que con las nuevas leyes para 2018 se conseguirán el crecimiento adicional y el medio millón de empleos adicionales que dice el gobierno, cuando hasta sus defensores más acérrimos cuestionan las metas y ven imposible el plazo? ¿Es eficaz cifrar el éxito económico de México en una actividad que sólo representa el 7% del PIB? ¿Sin una política industrial que la aproveche? ¿Sin investigación ni desarrollo tecnológico? El reto de reactivar el desarrollo de una economía del tamaño de la mexicana tiene otras exigencias, empezando por la necesidad de contar con instituciones económicas y políticas incluyentes y que rindan cuentas.

¿Qué garantías habrá de que no están ustedes creando un régimen de impunidad o una casta privilegiada? ¿Ya cobraron conciencia de que están ustedes autorizando un régimen especial salarial a los funcionarios y que no tengan responsabilidad jurídica? ¿Al servicio de quién: de una facción, de los amigos, de los socios, de los intereses extranjeros?

Si con todos los instrumentos del poder con los que hoy cuentan –antes de debilitar al poder público, al Congreso y a la Corte- no han podido esclarecer el fraude de Oceanografía ni las responsabilidades públicas que pudieran acompañarlo, ¿cómo se podrán resolver los ilícitos que cometan las grandes firmas del exterior? ¿Qué periódico u órgano regulador del extranjero revelará el primer escándalo comprobado? ¿Cuál será la nueva comisión investigadora que se verá obligado el Senado a crear?

Está más que probado que las privatizaciones sin regulación tienen resultados desastrosos. ¿Se puede tener una regulación eficaz con órganos con grandes déficits en lo que toca a formación de cuadros, autonomía y poder político, sin capacidad de contrarrestar a las grandes empresas petroleras? ¿Cómo se van a resolver los conflictos con un poder judicial que estamos debilitando?

¿Cuántos conflictos sociales se van a producir con la ocupación forzada de las tierras, si con un solo gasoducto ya se está sublevando una comunidad en Puebla, si la mayor parte del territorio son terrenos ejidales, comunales o reservas ecológicas? ¿Todo lo van a revolver con la policía; con cuántos policías? ¿Si un solo caso –el de Atenco, por el aeropuerto- provocó un conflicto tan grave, qué se espera hacer con veinte focos simultáneos?

¿Cuáles serán las consecuencias para la gobernabilidad de este diseño? Si ya hemos estado cerca del estado fallido, qué esperamos, ¿su confirmación?

La reforma que ustedes piensan aprobar no potenciará el desarrollo. Acentuará las desigualdades sociales. Generará muchos conflictos sociales que someterán a enormes presiones a las instituciones. Serán desfavorables para el medio ambiente. Debilitarán al Congreso y a la Judicatura. Y por si eso no fuera suficiente, deslegitimarán aún más la política nacional con el ingrediente más corrosivo. La reforma que aprobarán será el banderazo para una corrupción desenfrenada. Podría ser también la gota que derrame el descontento popular contra las instituciones y la clase política.

Lo que ustedes estarán aprobando, sin debate, sin un diálogo nacional, no dignifica al Senado. No enaltece a la República. Vamos, ni siquiera creo que les termine dando resultados electorales. El vuelo que se dieron con los cientos de empleos que ofrecieron, con los menores precios de la electricidad, el gas y los alimentos, están ya jugando en su contra. Miren ustedes las encuestas. La caída en la aprobación presidencial. Y por qué: por la reforma fiscal y por la reforma energética. Sobre todo por haber ofrecido de más, y no estar en condiciones de cumplir.
Senadoras, Senadores:

Muchos coincidíamos en que se necesitaba una reforma energética, pero no la que ustedes están impulsando. Es una privatización, sin tiempos para consolidar el arranque, sin regulación efectiva, sin contrapesos institucionales reales, sin rendición de cuentas. Su reforma nada tiene que ver con la de Noruega; vamos siquiera con la de Brasil. Lo que ustedes están haciendo es un mal diseño, una pobre instrumentación y un mal cálculo político. Son leyes protectoras de las empresas y de los funcionarios, sin visión de desarrollo y sin idea de Estado.

Lo que ustedes están haciendo es ofrecer una panacea. No tiene sustento. Lo real, lo inmediato, es la entrega. Es legalizar el despojo, la corrupción y la impunidad. Tienen razón quienes dicen que esto no ha terminado. Menos aun cuando ustedes y nosotros sabemos que se ofreció lo que no se puede cumplir. Enrique Peña Nieto ganó la gubernatura y después la presidencia con una campaña bien diseñada: el “te lo firmo y te lo cumplo”.

Ahora la gente preguntará: Por qué si me ofrecieron tantos beneficios no me han cumplido. A muchos de ustedes les preguntarán: Tú votaste por esta reforma, ¿dónde está lo que me ofreciste? Aunque me lo hayas firmado y votado, no me lo cumpliste.

No pasará mucho tiempo –con seguridad antes de 2018- para que algunos se pregunten: ¿quién engañó a quién?
Palabras del Senador Manuel Camacho Solís, Reforma Energética, jueves 17 de julio de 2014.