Para el Senador Luis Sánchez Jiménez, el gobernador Eruviel Ávila Villegas puede facilitar las cosas y no sólo pedir a los diputados locales que «promuevan una acción de inconstitucionalidad contra la denominada Ley Atenco», ya que la Participación Ciudadana es la mejor herramienta para evitar este tipo de iniciativas que atentan contra la sociedad.
El mandatario mexiquense actúa como la «Santísima Trinidad: Ejecutivo, Legislativo y Judicial», eso ya no funciona en las democracias, acotó el Senador.
Es necesario abrir un espacio de diálogo en materia de Derechos Humanos y Seguridad Pública con académicos, organizaciones sociales y legisladores en una auténtico Parlamento Abierto y evitar una «Ley Bala» como en su momento se aprobó en Puebla, indicó Sánchez Jiménez.
El Estado de México debe armonizar sus leyes con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con los tratados internacionales que en materia de derechos humanos ha firmado nuestro país, subrayó.
Entrevistado en el Senado, al término de una reunión con integrantes de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, Sánchez Jiménez enumeró las leyes que deben considerarse para elaborar una ley de este tipo en el Estado de México: la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, el Código Penal del Estado de México, la Ley que crea la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana y la Ley de Seguridad del Estado de México, entre otras, dijo.
«No podemos crear leyes como la Ley Bala en Puebla», ni en el Estado de México, ni en ninguna parte del país, debemos darle seguridad en todo momento a los mexiquenses pero garantizar que sus derechos humanos no serán violentados.
Esto último no se discute, el respeto a los derechos humanos debe ser irrestricto; así como la garantía y el goce de los mismos, aclaró.
El famoso decreto publicado el 18 de marzo pasado adolece de muchos elementos en términos y contenido que permitan el goce pleno de los derechos humanos y garantías constitucionales, manifestó el senador mexiquense.
No debemos olvidar nunca los lamentables acontecimientos de los días 3 y 4 de mayo de 2006 en San Salvador Atenco en los que se violaron preceptos constitucionales básicos ya ampliamente señalados, finalizó Luis Sánchez.
