Operación Monarca en vuelo / Publimetro


Las mariposas migran desde Canadá y Estados Unidos hasta los bosques de Michoacán y el Estado de México; son un símbolo de resistencia, tenacidad y libertad. Seguramente has escuchado hablar de las mariposas monarcas. Es de admirar su trayecto; es un viaje sin fronteras.

¿Cómo es que millones de mariposas monarca, al nacer, viajan miles de kilómetros para llegar exactamente al mismo lugar al que llegaron sus tatarabuelos un año antes?

Éste sigue siendo uno de los grandes misterios de la naturaleza.

Lo que sí es un hecho, es que estas mariposas, que migran desde Canadá y Estados Unidos, hasta los bosques de Michoacán y el Estado de México, son un símbolo de resistencia, tenacidad y libertad.

Inspirados en ellas, hemos creado el proyecto Operación Monarca.

El objetivo es tejer alianzas entre senadores de estados mexicanos expulsores de migrantes y las llamadas “ciudades santuario” en Estados Unidos, para defender a nuestros paisanos frente a las amenazas de Donald Trump.

Esta red, contempla incluir líderes sociales, autoridades gubernamentales, políticos, empresarios y ciudadanos con el objetivo común de tender puentes y lazos de trabajo en pro de la comunidad migrante.

Hemos iniciado ya con diversos encuentros y reuniones que nos han permitido clarificar visiones.

La semana pasada recibimos en el Senado de la República a un grupo de los llamados dreamers, que son jóvenes que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir 15 años y que se han formado allá. Ellas y ellos nos compartieron sus preocupaciones, pero también su interés en construir soluciones.

Motivados con este encuentro, en el arranque de esta semana, visitamos la ciudad de Los Ángeles para comenzar la Operación Monarca. Nos reunimos con otro grupo de dreamers, además de representantes de la Iglesia, empresarios de origen mexicano y autoridades locales.

La idea es construir juntos una agenda para la protección de los derechos de nuestros paisanos, y el aprovechamiento de su talento, para ambos lados de la frontera.
Estoy convencido que en la comunidad migrante, existe gran capital humano y social que puede ser de gran utilidad para el desarrollo de México.

También tuvimos la oportunidad de saludar a cientos de paisanos que radican del otro lado de la frontera; ellos nos externaron sus principales preocupaciones, pero también conocen sus habilidades y capacidad de organización. Ellos están dispuestos a defender con dignidad sus derechos, ante posibles medidas migratorias que puedan afectarles.

Si trabajamos juntos en buscar soluciones sobre qué hacer en ambos lados de la frontera, implicará también que nosotros, como legisladores, no realicemos esfuerzos aislados en México.

Acá estamos armando equipo con compañeros senadores de estados expulsores como Michoacán, Guanajuato, Oaxaca, Jalisco y Guerrero. Buscamos articular una estrategia, no solamente legislativa, sino una más integral, que aspire a encontrar y coordinar acciones, para ser aliados de los migrantes en Estados Unidos.

Un punto fundamental es dejar de ver a los migrantes como gente que exclusivamente envía remesas a sus familias: se les debe reconocer como potente capital bicultural.

Tenemos mucho que aprender de ellos para el desarrollo de México; un ejemplo es el respeto por la ley y la convivencia en el Estado de Derecho donde se desenvuelven. Habitan un territorio con respeto a las reglas, condición que en nuestro país, es muy incipiente.

Decidí comenzar Operación Monarca, en el Estado de California, donde ya se han declarado “ciudades santuario”, y porque es un ejemplo de desarrollo, prosperidad, innovación. Es decir, en todo aquello en lo que se puede convertir nuestro México.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, debe ser vista como una oportunidad, más que como una adversidad. Llegó el momento de reencontrarnos como nación y apostar por la armonía, para poder volar juntos hacia metas ambiciosas, igual que las mariposas monarcas.