Discurso pronunciado por la senadora Angélica de la Peña Gómez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la Presentación del libro “La presencia de la ausencia. Historias de personas desaparecidas y reflexiones en torno a la desaparición en México”.
Angélica de la Peña Gómez, (APG): Buenos días a todas y a todos. Agradecemos a los medios de comunicación y al Canal del Congreso que está en vivo, que siga la presentación de este libro La presencia de la ausencia, que trata de las historias de las personas que han desaparecidos, particularmente en el norte del país, son reflexiones en torno al propio problema que ya es configurado en nuestra legislación a partir de la reforma en la Constitución como uno de los delitos más terribles que estamos sufriendo en México.
Y entonces me parece que es muy importante la presentación de este libro en el marco de las discusiones que estamos dando en el Senado de la República para el diseño, prácticamente la elaboración ya del dictamen que presentaremos ante comisiones y posteriormente ante el pleno del Senado de la Ley General sobre Desaparición Forzada y Cometida por Particulares.
Este libro, yo lo tengo en fotocopia, pero me voy a permitir presentarlo aquí, es un libro que es necesario reconocer que fue editado gracias al Programa de Apoyo a las Culturas municipales y Comunitarias de la Secretaría de Cultura y además de Fuerzas Unidas por Nuestros desaparecidos en Nuevo León AC.
Este libro trata, la primera parte, de las historias de chicas y chicos, jóvenes, prácticamente todos muy jóvenes que durante la época de 2010 al 2015, tenemos un caso del 2015 en una de las historias, pero prácticamente todas las historias que trata, que son tratadas aquí en este libro son de personas jóvenes desaparecidas, la mayoría en 2011 en Monterrey, Nuevo León, la zona que tiene que ver con Nuevo León y Tamaulipas, pero principalmente en Nuevo León.
Y además una segunda parte del libro tiene que ver con unas importantes reflexiones de distintos activistas defensores, especialistas, e incluso también se encuentra aquí de un funcionario importante de la PGR.
Entonces es importante señalar que este libro cuenta desde la visión, desde el enfoque de cómo las familias ven la ausencia de una persona, de su ser querido que ha desaparecido.
La verdad a mí me conmovió mucho ver, leer las historias de cada quien, cada familia, platicando, explicando y tratándose de entender por qué la ausencia, pero sobre todo me llama mucho la atención que detrás de toda esta escritura haya un elemento muy importante que es la esperanza.
Siguen buscando, pero siguen día con día esperando que estén presentes, que lleguen, que aparezcan en la puerta, que finalmente los puedan ver, las puedan ver.
La presencia de la ausencia es un libro realmente conmovedor que tiene –insisto- estas dos partes: la primera que nos concreta de manera precisa cómo viven, cómo sufren, cómo emprenden la búsqueda quienes, debo decirlo con mucha puntualidad, han encontrado una gran cantidad de obstáculos.
Y quiero destacar para entrar en materia con quienes hoy nos acompañan para la presentación del mismo, una frase que la leo textual de uno de los presentadores:
“Las familias de las personas desaparecidas han sido invisibilizadas, ignoradas, revictimizadas, criminalizados, atacados, engañados e ignorados, no solamente por el Estado, sino por otras organizaciones de derechos humanos y por la misma sociedad”.
De ese tamaño es el problema, gravísimo, el gran flagelo de México que antes veíamos como un asunto lejano en otros países sudamericanos o centroamericanos, la desaparición forzada o la cometida por particulares, como algo que en México nunca iba a pasar.
Hoy estamos frente a una realidad de decenas de miles de personas desaparecidas de todas las clases sociales, en todos los rincones del país, no hay un solo estado que pueda decir aquí en mi estado no ha habido desaparición de personas.
Ése es el problema que hoy tenemos que enfrentar, primero, obviamente revisando nuestro marco jurídico, configurando una ley en la materia única que se aplique en todo el país, para que empiece el Estado, los tres órganos de gobierno, de manera articulada, de manera organizada, de manera coordinada, de manera corresponsable también, empezar la implementación de la ley y por supuesto con la concreción de los distintos mecanismos que la ley está planteando, empezar a ponerle nombre y apellido a quienes hoy simplemente –como dice el libro- son como estrellas que las vemos en la noche, una noche clara sin nubes, las vemos a lo lejos y necesitamos alcanzarlas, que lleguen y que no solamente sean solamente una luz que de repente llega porque quizá la estrella, quizá por situación concreta de las estrellas que desaparecen, lo último que estamos viendo es esa iluminación de esa estrella.
Eso es realmente conmovedor, cómo explican la ausencia.
Voy a empezar en primer lugar agradeciéndole como siempre que nos acompañe en el Senado de la República y particularmente a la Comisión de Derechos Humanos –otras comisiones también- pero de manera particular a la Comisión de Derechos Humanos siempre, la presencia docta, el acompañamiento preciso, puntual, siempre constructor de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En este caso le doy siempre la bienvenida a Jesús Peña, a quien ni más ni más, Jesús te paso el micrófono para que empecemos a abordar de manera precisa la presentación de este libro.
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