- Intelectuales y el grupo parlamentario del PRD elaboraron el estudio “México ante el gobierno de Donald Trump”.
- El interés nacional debe definirse mediante una convocatoria entre todos los Poderes de la Unión y la sociedad.
Para tener una negociación efectiva frente al nuevo gobierno de Estados Unidos, el Estado mexicano debe identificar los temas que provocarán conflictos con la administración del presidente Donald Trump: política binacional; posible renegociación del TLCAN; política migratoria; y seguridad fronteriza.
Lo anterior se desprende del estudio “México ante el gobierno de Donald Trump”, elaborado por intelectuales como Carlos Bravo Regidor, Jorge Durand, Carlos Heredia Zubieta, Alejandro Hope, en coordinación con el Grupo Parlamentario del PRD en el Senado de la República.
En dicho análisis se manifiesta que el Gobierno mexicano tiene que buscar alianzas con actores políticos, económicos y sociales en Estados Unidos, como gobernadores y alcaldes de ciudades con fuerte presencia de migrantes mexicanos.
“Estos posibles aliados limitarían el margen de acción de la administración de Trump”, consideran los especialistas.
Resaltan que el Gobierno mexicano debe tener claros cuáles son los intereses nacionales, y ello parte de identificar los temas que provocarán conflictos con la nueva administración estadounidense.
Señalan que el interés nacional debe definirse mediante una convocatoria entre todos los Poderes de la Unión y la sociedad.
También consideran necesario hacer una declaratoria de actos hostiles, como la construcción del muro fronterizo y la deportación de miles de migrantes, que son inadmisibles.
Sobre la construcción del muro fronterizo, los especialistas consideran que la posición de México debe ser clara y explícita en contra de la construcción de éste y que no se aceptará ningún chantaje en cuanto al pago del mismo.
En este sentido, proponen que si persisten las amenazas de que México va a pagar el muro de manera compensatoria con impuestos, se apliquen de manera recíproca medidas equivalentes, “de tal modo que quede perfectamente claro y transparente que no se aceptará ese tipo de chantaje”.
También es necesario estudiar medidas legales que permitan dilatar o complicar la construcción del muro en determinadas partes de la frontera donde no hay claridad o existe conflicto en cuanto a los límites fronterizos, añaden.
Respecto a las acciones en contra de las ciudades santuario, los expertos proponen que los cónsules de dichas ciudades entren en contacto con las autoridades y establezcan relaciones más cercanas, para la defensa y apoyo de los migrantes.
“Igualmente se deben establecer contactos con los presidentes de las universidades que apoyan a los estudiantes que están en situación irregular”, precisan.
Plantean una serie de “medidas de orden ofensivo” dirigidas a crear un costo político a la administración de Donald Trump, entre ellas, reducir la cooperación en materia migratoria, de combate al narcotráfico, terrorismo, contrainteligencia, y buscar un acercamiento en materia de seguridad con potencias extrarregionales.
Se destaca que la presidencia de Trump podría ser una buena noticia para aquellos que buscan limitar la agenda de Derechos Humanos y combate a la corrupción, pues estos temas han dejado de ser prioridad para el gobierno federal de ese país.
“Por esta razón, es necesario que México presente una agenda legislativa para fortalecer las organizaciones tanto gubernamentales como de la sociedad civil dedicadas a la protección y promoción de derechos humanos”, además de profundizar las reformas aprobadas en materia de combate a la corrupción.
Se refiere que el cambio en Estados Unidos muestra que el statu quo es insostenible, por lo cual es necesario plantear una nueva agenda económica para México que pase por abrir al país a otras naciones para no sólo diversificar el comercio, sino hacer política transnacional.
Mencionan que toda relación bilateral entre países tiene dos niveles: el primero es interno y limita a los actores políticos nacionales; el segundo es externo y se refiere no sólo a los actores gubernamentales y políticos del otro país, sino también a actores sociales y económicos.
“Frente a las negociaciones inminentes entre México y Estados Unidos, el gobierno de Enrique Peña Nieto debe prestar atención a ambos niveles para fortalecer su posición con respecto a Trump”, indican.
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