Luego de un primer análisis del Paquete Económico, entregado al Congreso este 5 de septiembre por el gobierno federal, existe un mensaje claro: para 2015 las reformas aprobadas no tendrán efectos sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), a pesar del aumento de la deuda para las siguientes generaciones.
Así lo explicó el senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Mario Delgado Carrillo, quien subrayó que la realidad se impuso y la necesidad de presentar estimaciones alcanzables en materia de finanzas públicas, obligó al Poder Ejecutivo a pronosticar un escenario económico conservador.
En ese sentido, subrayó el hecho de que los Criterios Generales de Política Económica para 2015 tengan una perspectiva de crecimiento con tendencia a la baja: la previsión es que será de sólo 3.7 por ciento.
“Contrario a las promesas de un gran crecimiento asociado con las reformas estructurales, el propio gobierno se encargó de señalar sus límites” aseveró el legislador, integrante de la Comisión de Hacienda y Crédito Público en el Senado de la República. Aparentemente, agregó, hay un reconocimiento tácito a esta situación, que se traduce en una perspectiva económica más modesta.
Recordó que, de acuerdo al Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo, durante 2015 el crecimiento potencial del PIB sería de 4.7 por ciento, tras las reformas aprobadas. En los llamados “pre-criterios”, que el gobierno entregó en el primer semestre del 2014, se asentó una cifra similar.
Consideró que, sin duda, el error del Ejecutivo en la estimación del PIB para 2014 influyó en la previsión a la baja. Lejos quedó el 3.9 por ciento, pronosticado para 2014: la desaceleración económica rebasó la expectativa oficial y el efecto del gasto de gobierno fue sobredimensionado.
Sobre este último punto, el senador Delgado Carrillo recordó que en lo que va de 2014 el impacto del gasto público en la economía ha sido mínimo, y “el riesgo para México es que esta situación siga vigente en 2015, lo que implica comprometer más recursos para pagar una deuda improductiva”.
Además, advirtió que el menor dinamismo económico de México se dará con incremento en el endeudamiento: el balance fiscal que incluye las necesidades de inversión implicará un endeudamiento público de 3.5 por ciento como proporción del PIB, una cifra similar a la prevista para el presente año.
Delgado Carrillo explicó que esta cifra de endeudamiento constituye un desafío para las finanzas públicas y, en general, para la economía nacional: si el país no crece lo suficiente ¿De dónde saldrá el dinero para pagar la deuda y los intereses que ello genere?
Ante este escenario económico, señaló que es momento de una reforma a la administración pública para aumentar su eficacia.
Es pertinente recordar que en menos de dos años la presente administración ha incrementado la deuda del país en más de un billón de pesos. El costo financiero de esta, y de los pasivos del sector público, superó los 180 mil millones de pesos en los primeros siete meses del 2014.
Se estima que para todo el año el total superará los 364 mil millones de pesos, más que todo el presupuesto del Distrito Federal y el Estado de México, entidades que generan más del 25% del PIB nacional.
En conclusión, la propuesta económica para 2015 sigue la misma ruta: endeudar más para intentar “Mover a México”, con lo que el costo financiero programado se elevará a casi 407 mil millones de pesos.
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