Más allá de una alianza de meros consumidores o de mercados, necesitamos alianzas entre sociedades: Raúl Morón


Intervención en tribuna del senador Raúl Morón Orozco, del Grupo Parlamentario del PRD, para hablar a favor del dictamen con proyecto de decreto por el que se aprueba el Protocolo Adicional al Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico, suscrito en Cartagena de Indias, Distrito Turístico y Cultural, República de Colombia, el diez de febrero de dos mil catorce.

Raúl Morón Orozco, (RMO): Con su permiso, presidente.

 

Compañeras senadoras, compañeros senadores.

 

México todavía tiene un gran desafío ante los nuevos escenarios que se abren en su relación con América Latina. Este desafío no sólo implica recuperar un liderazgo que con las últimas administraciones se ha perdido o, al menos, debilitado; también es nuestra responsabilidad abrir nuevos caminos de entendimiento democrático en la región, en la definición de lo que hoy es América Latina.

 

Somos latinoamericanos no sólo por una situación geopolítica, también lo somos por compartir una continuidad cultural desde nuestra antigüedad precolombina, por pelear juntos por nuestras independencias, por convicción política y por voluntad de tender lazos solidarios y generosos con nuestros hermanos latinoamericanos.

 

Es por esto que antes de plantearnos incursiones temerarias en la vida política interna de otros países de América Latina, debemos replantearnos nuestra figura de mediadores de primer nivel en las relaciones diplomáticas entre los países latinoamericanos.

 

No serán fáciles los años que están por venir: una polarización social y política amenaza a las sociedades latinoamericanas y amenaza también con revertir y desmontar los logros y conquistas en política social de los últimos gobiernos progresistas.

 

Es por eso que el dictamen que hoy se somete a consideración de esta Soberanía debe entenderse más como una alternativa para la integración económica y cultural de la región que como un elemento que nos obligue a renunciar a otras alianzas con otros países hermanos. Colaboraremos con genuina voluntad legislativa para que los objetivos de la Alianza del Pacífico se cumplan.

 

La Alianza del Pacífico es un mecanismo de integración regional conformado por Colombia, Chile, Perú y México, constituido en abril de 2011 y formalizado el 6 de junio de 2012, con la suscripción del Acuerdo Marco.

 

Sus objetivos son: construir, de manera participativa y consensuada, un área de integración profunda para avanzar progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales, personas y economía; impulsar un mayor crecimiento, desarrollo económico y competitividad de las economías de sus integrantes, con miras a lograr mayor bienestar, superar  la desigualdad socioeconómica e  impulsar la inclusión social de sus habitantes; convertirse en una plataforma de articulación política, integración económica y comercial, y proyección al mundo, con énfasis en la región Asia-Pacífico.

 

En este Protocolo Adicional al Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico que hoy votaremos se ratifican y reconocen  los fundamentos económicos, comerciales y jurídicos del convenio inicial de la Alianza del Pacífico, además se determinan los ámbitos de aplicación y validez económica, comercial y cultural de la Alianza, así como los procedimientos jurídicos y comerciales entre los países integrantes.

 

Es necesario razonar nuestro voto a favor precisamente para fortalecer la decisión de esta Soberanía y valorar los retos que se abren con este Protocolo, con la misma Alianza del Pacífico y con un mundo global que cada vez más le exige a regiones como América Latina subordinarse económicamente a mercados, en situaciones totalmente desfavorables.

 

Y este es el primer reto de esta Alianza: que este acuerdo no represente ventajas tan sólo para unos cuantos y enormes desventajas para los sectores más vulnerables; que tampoco se vaya definiendo como un instrumento para menguar la soberanía y la autonomía de nuestros países, digo esto ante los señalamientos que afirman que esta Alianza estará subordinada a los intereses de los Estados Unidos o dependerá en gran medida de los intereses de los organismos multilaterales de crédito como el Banco Interamericano de Desarrollo.

 

No queremos alianzas vacías; meramente protocolarias.

 

Esperamos que este Protocolo contribuya a que todos los sectores de la producción en México se sientan favorecidos y que se consolide una infraestructura en transporte con los demás países latinoamericanos, que es una de las grandes exigencias de nuestras economías.

 

Como se ha dicho en esta tribuna infinidad de veces en los últimos días: primero están las personas en nuestro ejercicio legislativo.

 

Necesitamos ir más allá de una Alianza de meros consumidores o de mercados, necesitamos alianzas entre sociedades.

 

¿Cómo evaluaremos los resultados de esta Alianza? ¿En qué momento es absolutamente necesario preguntarse si vamos por buen rumbo? ¿Cómo no caer en el triunfalismo como ocurrió con el Tratado del Libre Comercio de América del Norte y más bien empujar otro tipo de alianzas más pertinentes para nuestro desarrollo?

 

Como integrante y secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe de este Senado de la República, doy mi voto de confianza a la aprobación de este Protocolo y espero que la integración económica, pero también social, de América Latina no sea más una vieja promesa de nuestra propia historia.

 

Muchas gracias.

 

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