Llama Lorena Cuéllar al Ejecutivo para replantear la estrategia de combate a la pobreza y desigualdad


Intervención en tribuna de la senadora, Lorena Cuéllar Cisneros, del grupo parlamentario del PRD, para hablar a favor del dictamen de la Comisión de Desarrollo Social, con proyecto de decreto por el que se declara el 30 de septiembre como «Día Nacional de la Lucha contra la Desigualdad”.

 

Lorena Cuéllar Cisneros (LCC): Gracias, senadora presidenta.

 

Compañeras y compañeros senadores.

 

Desde hace más de 25 años, nuestro país vive bajo el lastre de una política social errada, que hoy tiene a la mayoría de nuestra población resignada al estancamiento, a la pobreza y muy especialmente a la extrema desigualdad.

 

Aunque somos la economía 14 del mundo, 1 de cada 2 mexicanos vive en situación de pobreza, y la riqueza está quedando en manos de unos cuantos: el 64.4 por ciento de la misma pertenece al 10 por ciento de la población de mayores ingresos.

 

Se calcula que la fortuna de los cuatro mexicanos más ricos en 7 años pasó a representar del 2 al 9.5 por ciento del Producto Interno Bruto, mientras la fortuna de los ricos se multiplicó por cinco, el PIB per cápita sólo aumentó 1 por ciento.

 

Se trata de una situación indignante, a la que nuestro Gobierno no ha podido dar respuesta y sólo  ofrece continuidad a un modelo que privilegia los abusos, permite la opacidad y deja mucho que desear en el tema del combate a la corrupción.

 

Muestra clara de ello lo vemos en nuestra estructura tributaria, misma que es más estricta al consumo de las personas que con el ingreso de grandes empresas transnacionales.

 

Vivimos en una política impositiva regresiva que afecta más a quienes menos tienen.

 

Otro ejemplo es que mientras el pago de colegiaturas es deducible de impuestos, la mitad de las escuelas públicas carecen de drenaje, 1 de cada 3 no tiene agua potable; más del 12 por ciento no tienen sanitarios o energía eléctrica; y en 7 de cada 10 escuelas los alumnos no tienen acceso a equipo de cómputo o internet.

 

Nuestra población indígena que históricamente ha sido marginada hoy cuenta con una tasa de pobreza extrema 4 veces más alta que la de la población general, situación que abona a la concentración de jóvenes con pocas oportunidades de estudiar o trabajar, resultando en que muchos ven como opción unirse a la delincuencia organizada.

 

En contraste, somos un país donde apenas 2 de cada 10 mexicanos no son pobres o vulnerables, tienen garantizados todos sus derechos y cuentan con un ingreso suficiente; mientras 95 millones de personas se encuentran en situación de vulnerabilidad.

 

Como he señalado en distintas ocasiones, de permanecer esta dinámica en la política social, los 11.4 millones de personas en pobreza extrema tardarían 664 años en abatir su rezago educativo, 46 años para contar con servicios de salud, 398 años para acceder a seguridad social, 78 años en tener mejores servicios en la vivienda y 164 años para tener garantizado el acceso a su alimentación.

 

Bajo este contexto, la propuesta del presente dictamen es más que oportuna, puesto que se trata de una oportunidad para reflexionar y trabajar en conjunto con todos los sectores de nuestra población en contra de un problema que castiga todos los días al grueso de la sociedad mexicana.

 

Por ello, debemos trabajar en leyes que ayuden a mejorar las condiciones de desigualdad en las que viven, en estricto apego a lo establecido en el artículo 25 de nuestra Constitución, mismo que supone como requisito para el pleno ejercicio de las libertades de las y los ciudadanos la idea de una más justa distribución del ingreso y la riqueza.

 

Con la declaración de este día hacemos un fuerte y respetuoso llamado para replantear la estrategia de combate a la pobreza y desigualdad de nuestro gobierno, misma que diariamente sume en la pobreza a 2 mil 470 personas, como lo decía, diariamente.

 

Y en contraste la Cruzada Nacional contra el Hambre gasta 57 millones en vasos desechables, 96 millones en tortilleros y 79 millones en paliacates, gastos infructuosos que haría que si se aplicara bien el recurso habría, desde luego, mayores beneficiarios.

 

Concluyo manifestando mi voto a favor, al tiempo que felicito la sensibilidad de mis compañeras y compañeros senadores tanto promoventes de la Iniciativa como de las comisiones dictaminadoras por sacar adelante este trabajo.

 

Es cuanto, señora presidenta.

 

0-0-0