La regulación del uso de la marihuana tiene que ser un proceso gradual


  • Reconoce Juan Ramón de la Fuente el papel que ha jugado el PRD para abrir la discusión sobre este tema.

 

Entrevista realiza por medios de comunicación al doctor Juan Ramón de la Fuente en el marco de la Octava Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado de la República.

 

Pregunta, (P): Doctor, ¿una vez que se aprobara el uso medicinal de la marihuana, sería el primer paso para enseguida, no que tarde, sino enseguida se apruebe el uso de generalizado de ésta?

 

Juan Ramón de la Fuente, (JRF): Pues yo creo que tiene que ser un proceso –comentaba con el senador Carrillo, con los senadores del PRD-, desde mi perspectiva, un proceso gradual que no se agota desde el luego con el uso medicinal de los derivados de la Cannabis, pero este es un subtema en el que hay un consenso aparentemente general.

 

Bueno, de eso nos tendríamos que ir casi de inmediato a su uso en la investigación científica, que nos hace muchísima falta en  México; tendríamos que revisar casi de manera simultánea el tema de la portabilidad que en este momento está muy restringida -5 gramos es realmente muy poco, internacionalmente se acepta hasta una onza que son 28 gramos aproximadamente-, y desde luego el tema de los derechos humanos, que no puede eludirse el tema desarrollo libre de la personalidad.

 

Pero todo eso a mi juicio tendría un sentido mucho mayor si de manera simultánea se conviniera en una gran campaña de prevención, de información, de educación y de tratamiento y rehabilitación para quien tiene un problema de adicción.

 

Entonces se puede configurar un primer paquete, por decirlo de alguna manera, acciones que desde luego no agotan la discusión, pero que pudieran dar paso a una primera serie de cambios legislativos y que le dieran a partir de eso continuidad a la discusión en temas que tienen grados de complejidad y dificultad mayores.

 

En todo caso me parece que lo más importante rescatar que el Senado de la República, el Congreso de la Unión, ha dado un paso muy importante al abrir un debate de esta naturaleza, al convocar a la sociedad a que participe, y en ello hay que reconocer que el PRD ha tenido una iniciativa desde hace tiempo para que estos temas se discutan.

 

Qué bueno que ha dejado de ser un tema que esté partidizado, porque en él están, creo que cada vez, más involucrados y más comprometidos todos los partidos representados en el Congreso Mexicano -¡En buena hora, eh!

 

Creo que gana la sociedad mexicana y es una muestra clarísima de cómo vamos a avanzando en una democracia en donde hay cada vez mayores posibilidades de participar a quienes no formamos parte de los partidos políticos.

 

Los medios juegan un papel importantísimos, lo están jugando, los medios están de alguna manera transmitiendo el debate a todos los espacios de la sociedad. Así tiene que ser y no tenemos por qué tenerle miedo a un debate.

 

En un debate hay coincidencias, hay discrepancias y lo que debe de prevalecer son los argumentos, los argumentos que se esgriman. No importa, decía yo hace unos minutos con los senadores y con las senadoras, no importan tanto quién diga qué, sino qué argumentos son los que se van esgrimiendo.

 

Hace apenas unos cuantos meses,  había todavía algunas voces oficialistas que no querían que esto se debatiera, que decían que esto no era un motivo de debate y hoy vemos un congreso que tiene las puertas abiertas donde han aparecido muchas voces, donde coincidimos y donde discrepamos, pero donde finalmente estamos trabajando todos para que éste gravísimos problema, con el cual no hemos sido eficientes, el Estado mexicano no ha sido eficiente para contender con el problema de la drogas, porque cada vez se consumen más, porque cada vez son más baratas, porque cada vez son más accesibles y porque el prohibicionismo ha criminalizado de manera injusta a miles y miles de usuarios y por que la militarización en esta guerra tan absurda ha causado cientos de miles de muertos y desaparecidos y una gran corrupción.

 

Entonces no vamos bien.

 

Qué bueno que podamos hacer un ejercicio de reflexión participativa, plural, abierta, y qué mejor espacio que el Congreso Mexicano para ello.

 

Yo creo que debemos de sentirnos todos que estamos dando un paso en la dirección correcta y estoy seguro que las legisladoras y los legisladores podrán extraer de todo este debate los puntos que les parezcan más relevantes y que se plasmen pronto en un nuevo marco regulatorio, en una regulación responsable.

 

Hay que pasar de la prohibición a la regulación responsable,  y para eso está el Congreso mexicano.

 

P: ¿Cree que pudiera darse esta regularización en dos etapas como perfilan ya el Gobierno y el PRI, primero la marihuana medicinal y después revisar el tema de la marihuana de consumo…?

 

JRF: Yo creo que no en dos etapas, yo creo que tiene que ser un proceso continuo, lo platicaba con el senador Carrillo, en donde algunos temas se vayan desahogando antes pero si tener desde un principio un compromiso muy claro que la discusión no se agota en la cannabis medicinal.

 

Por supuesto que sería bastante absurdo que se agotara ahí, entonces no lo veo como algo en dos etapas, sino en múltiples etapas, hasta donde en este periodo de sesiones se puede avanzar, pues vamos a ver, ojalá se avance todo lo que se pueda, pero también que quede el compromiso que los temas que no pudieron desahogarse o los subtemas que no pudieron desahogarse en este periodo, pues se agenden en el siguiente periodo.

 

Yo creo que va a ser un proceso que va a tomar tiempo, a mi no me preocupa, porque es un tema muy complejo y llevamos ya muchas décadas de manera inercial sin movernos y contemplando como el problema crece y como los esfuerzos por combatirlo no funcionan, fracasan.

 

Entonces tampoco hay demasiada prisa, que se den los pasos iniciales que se puedan dar en este periodo de sesiones y después los subsecuentes, el tema no se ahoga.

 

P: Doctor, ¿En este proceso se deben de quitar la penalización por el consumo de algunos enervantes?

 

JRF: Yo creo que sí, en el caso específico de la marihuana, por supuesto, si se modifica por ejemplo, el gramaje o la portabilidad de cinco grados que tenemos ahora a la onza que decíamos hace unos minutos, los 28 gramos, pues esto permitiría la liberación inmediata de muchísimas personas que en este momento están en las cárceles, por el delito de posesión de marihuana, no por producción, no por tráfico,  sino por posesión, porque los encontraron teniendo encima cargando más de cinco gramos.

 

Entonces, si esta dosis se modifica a los 28 púes habría muchísimos que podrían salir de inmediato, el gran cambio que se ha dado, que se está dando, y que ustedes están ayudando a que se dé con sus transmisiones en sus medios de comunicación, es que hemos cambiado del enfoque criminal al enfoque de salud pública.

 

Ese es el gran paso que se ha dado, no es el tema de los criminales, sino es el tema de los daños a la salud, y los daños a la salud merecen ser regulados pero no castigados con cárcel.

 

Queremos también que haya muchos más recursos para los programas de prevención, de tratamiento, de rehabilitación, no puede ser que según las cifras que se han dado a conocer, entre 2000 y 2012, de todos los recursos que el Estado mexicano dedicó al combate a las drogas, menos de tres por ciento fueron al tratamiento y la rehabilitación. Ahí está el gran desequilibrio.

 

Entonces, creo que estas iniciativas, este nuevo marco regulatorio, esta perspectiva de salud pública puede ayudar a que efectivamente, vayan más recursos a la prevención, más recursos al tratamiento, más recursos a la rehabilitación, que se abra la investigación científica, que tengamos acceso a las medicinas derivadas de la cannabis, que se aumente la portabilidad y que se respeten los derechos humanos.

 

Si hay argumentos en contra de estos, nos debatimos.

 

P: Yo le quiero preguntar de otro tema, ¿Qué piensa de la izquierda en este momento? ¿Cómo está? Y segundo, si el PRD le ha ofrecido algún cargo de elección popular.

 

JRF: No, no me han ofrecido ningún cargo de elección popular, no vine a eso, la verdad vine a platicar a este tema, yo tengo una relación cercana con muchos legisladores, muchos de ellos son del PRD, también de otros partidos.

 

Yo creo que la izquierda en México, al igual que está ocurriendo en otras partes del mundo, pues está también en un proceso de reflexión y de redefinición.

 

Yo les comentaba a las senadoras y a los senadores, que a mí me parece que estos temas, como el de la regulación de la marihuana, son temas típicamente de las fuerzas progresistas en los países, de los sectores más liberales, los sectores más conservadores tienden a evadir estos temas, no les gusta, pero el que no les guste no quiere decir que no existan.

 

Los sectores más progresistas, más liberales tendemos a decir: oigan aquí hay este tema que afecta a la sociedad, que afecta a los jóvenes, que afecta a nuestro futuro, y tenemos que asumirlo y tenemos que entrarle. Hay que hacerlo con inteligencia.

 

Creo que la izquierda necesita de alguna manera revitalizar su discurso y sus planteamientos, porque no ha habido en mi opinión y no es un fenómeno exclusivo de México, el discurso suficientemente persuasivo de una izquierda moderna, de una izquierda que no esté peleada con los mercados, que no esté peleada con las otras fuerzas que no coinciden con sus planteamientos, pero que sea capaz de convencer a la sociedad que se pueden hacer cosas, que puede haber una mejor forma de lidiar con los problemas.

 

Y yo creo que, otra vez, el caso de de la marihuana lo ejemplifica bien, porque ha sido finalmente una iniciativa que ha surgido de las voces progresistas de este país, desde la academia, desde la sociedad civil y desde algunos partidos políticos, los que han hecho posible que hoy se esté debatiendo este tema.

 

Las fuerzas conservadoras piensan que es mejor tratar de tener una sociedad sin drogas, bueno, ocurre que desde que el Homo Sapiens, empezó a ser un poco Sapiens, las drogas han estado con nosotros a lo largo de nuestra evolución, entonces el planteamiento es más bien cómo contendemos con ellas porque pensar que podríamos tener una sociedad sin drogas es una utopía que no ha mostrado que tenga avisos de realidad en ningún país y a lo largo de la historia.

 

Entonces, aquí hay una buena coyuntura para que la izquierda y las fuerzas progresistas se echen para adelante con inteligencia, con argumentos.

 

Ése es, me parece, que el tipo de discurso que hoy sería muy bien bienvenido en muchos sectores de la sociedad mexicana.

 

Muchas gracias.