La Constitución / El Universal


Se conmemora el 98 aniversario de la Constitución y estamos a dos años de distancia de su centenario.

Una conmemoración que involucra a ambas Cámaras del Poder Legislativo federal. En 1917, el Congreso Constituyente tuvo la alta responsabilidad de expresar en artículos y capítulos las demandas de democracia, justicia y libertad que la Revolución desencadenó en el pueblo mexicano.

El centenario de la promulgación de la Constitución será el momento ideal de sumar esfuerzos para impulsar la defensa de nuestra Carta Magna, con el propósito de que ésta recupere su carácter de pacto social fundante de la nación mexicana y se convierta nuevamente en la ruta de navegación del país que deseamos construir para las siguientes generaciones.

La Constitución plasmó los valores del Estado moderno, agregó un fuerte contenido social y asignó un papel preponderante a la institución presidencial. Como en ningún otro momento de nuestra historia reciente existía un proyecto de país y una ruta de navegación.

La promulgación de la Constitución fue una de las piezas fundamentales que permitieron la pacificación del país y fijaron una ruta de nación para el siglo XX, tanto que llegó a ser considerada una de las más avanzadas del mundo en las primeras dos décadas de ese siglo.

Nuestro pacto fundante está en el umbral de un siglo de su promulgación. ¿Cuántos de los ideales, preceptos y decisiones que se encuentran en sus páginas están pendientes? Por ejemplo, es innegable que en estos 98 años, el país y la sociedad han avanzado de manera notable, pero desgraciadamente los preceptos fundacionales de nuestra Constitución aún están pendientes.

En nuestra Constitución existe un capítulo de derechos humanos y de garantías, lo cual implica un avance considerable; sin embargo, algunos otros preceptos no se han alcanzado, las condiciones educativas del país son lamentables, el salario de los trabajadores ha perdido su poder adquisitivo, no existen las condiciones para que todas las familias mexicanas cuenten con una vivienda digna, inclusive el derecho al agua potable continúa como una asignatura pendiente.

La pluralidad del país ha avanzado a partir de la insurgencia ciudadana; sin embargo, no existe aún una auténtica división de poderes. La estructura presidencial continúa vigente en sus aspectos más importantes de concentración de poder. El Ejecutivo se ha resistido al establecimiento de controles democráticos y mientras esto sea así, será imposible avanzar en la construcción de un régimen republicano y democrático.

Los pactos sirven para generar identidad. Son actos simbólicos que permiten la cohesión social y que contienen un profundo sentido legitimador.

Para que nuestra Constitución recupere su carácter de pacto social, resulta necesario crear una relación de identidad y pertenencia de la sociedad con su máximo ordenamiento jurídico.

Nos sumamos a los llamados de defensa de nuestra Constitución. Lo haremos a través de acciones legislativas y en estrecho contacto con la sociedad.

Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.
@MBarbosa