Jóvenes al Congreso / Excelsior


Del 24 al 28 de agosto se realizará el Parlamento Juvenil de México en el Senado de la República, el cual contará con representantes de todas las entidades federativas. La idea es que, mediante un formato abierto, los jóvenes puedan debatir y retroalimentar, junto con legisladores, temas sobre la Ley Integral de Atención a Juventud, así como sobre las leyes de Transparencia y Combate a la Corrupción.

El formato de Parlamento Abierto, que por primera vez se realiza en América Latina, adquiere su importancia al promover un modelo que refresca el proceso legislativo, con la finalidad de que jóvenes y ciudadanos tengan una mayor injerencia y, sobre todo, participación en la toma de decisiones de los congresos.

El objetivo es convertirse en un espacio de trabajo donde la retroalimentación y la construcción de productos legislativos permitan no solamente un mejor intercambio de ideas, sino también un debate constructivo de cara a los retos del país.

La realidad de los casi 40 millones de jóvenes que viven en el país es compleja. De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), publicado en el 2013, 5 de cada 10 se encuentran en situación de pobreza; el nivel de desempleo para ellos es el doble que para el resto de la población; 6  de cada 10 tienen temor de sufrir un asalto en la calle o en el transporte público, y lamentablemente, 3 de cada 10 ya han sido víctimas del delito.

Ante este escenario, problemas como la inseguridad, el desempleo y la pobreza, son de las preocupaciones que seguramente habremos de escuchar en este foro. Los jóvenes tienen una gran energía, una enorme intención de participar, y este tipo de foros, permite que se conviertan en protagonistas de grandes transformaciones, como lo han hecho a lo largo de la historia.

Retomando las palabras de Salvador Allende: “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”. Las nuevas generaciones tienen una voz con reclamos, aspiraciones y propuestas que debe ser atendida. Nuestra responsabilidad, como representantes populares, es ser capaces de escuchar sus exigencias, de construir con ellos un país que responda a sus necesidades. No podemos darnos el lujo de tener generaciones estancadas, es tiempo de abrir y garantizarles los espacios de trabajo con ideas de vanguardia.

La juventud es rebelde y busca ir en contra de lo establecido. Hoy, precisamente, cuando tenemos retos grandes en materia de corrupción, impunidad y desigualdad, las aportaciones de los jóvenes, sus ideas frescas e innovadoras, son el catalizador que necesitamos en el debate público para pensar y actuar fuera de la caja; para destrabar viejos dilemas y avanzar.

En lo personal, espero que a través de este Parlamento los jóvenes puedan tomar la batuta y aprovechar su energía para reconstruir el tejido social de México. Que aporten estrategias nuevas para obtener resultados distintos a los que tenemos hoy, de encono y confrontación social.

El ejercicio de Parlamento Abierto es un gran momento que debemos aprovechar y celebrar. Debemos apostar a su éxito para que se convierta en un ejercicio permanente, en el que cada año se reúnan 128 jóvenes de todas las entidades de la República para intercambiar visiones, construir propuestas, innovar a partir de su visión y recordarnos de la enorme riqueza que existe en su entusiasmo.

El lema de este parlamento juvenil es “Soñadores en Acción” y, sin duda, estamos convencidos que ese espíritu es el que necesita México, gente que aspire pero que actúe, que proponga y exija ser partícipe en la construcción de un mejor momento para nuestro país.