Intervención en tribuna de Senadora Dolores Padierna entorno a la agresión que sufrió el Senador Alejandro Encinas


VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN EN TRIBUNA DE LA  VICECOORDINADORA DEL  GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD EN EL SENADO, DOLORES PADIERNA LUNA ENTORNO A LA AGRESIÓN QUE SUFRIÓ EL SENADOR ALEJANDRO ENCINAS

 

Sen. Dolores Padierna Luna: Quiero leer una cuartilla a nombre del Partido de la Revolución Democrática.

El pasado lunes 10 de noviembre, el senador Alejandro Encinas fue objeto de una agresión infame de un grupo de integrantes del Frente Popular Revolucionario en Xalapa, Veracruz.

La agresión contra el presidente de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional es una clara demostración de la intolerancia y el nerviosismo que viven los grupos oficialistas que ven la paja en el ojo ajeno y pero no en el propio.

Es condenable no sólo la agresión sino el silencio de las autoridades de Veracruz, encabezadas por Javier Duarte, un mandatario estatal que se ha caracterizado por sus reiterados intentos de censura, su persecución hacia la prensa, por criminalizar la protesta social, por confundir la lealtad hacia el Presidente con abyección.

Lo sucedido en Veracruz es un signo de retroceso de los tiempos políticos que vivimos, muy propios del autoritarismo que caracteriza a ese gobierno estatal, ajeno a la transparencia, a la libertad de expresión y a la pluralidad política e ideológica de nuestro país.

La agresión a nuestro compañero Alejandro Encinas no es un asunto aislado. Tan sólo el mismo día de ayer en su cuenta de Facebook, otro joven militante y dirigente del PRI de Huixquilucan, Luis Adrián Ramírez Ortiz subió comentarios como el de “hace falta un Díaz Ordaz” para este país.

La tentación del genocidio y la represión es muy fuerte. Es momento de atajarla y de condenar no sólo las agresiones sino la reiterada persecución contra líderes y dirigentes políticos que se atreven a decir la verdad y hacer críticas como nuestro compañero, que ha hecho con sus posturas claras y congruentes una crítica sustentada.

La agresión al senador Encinas no fue de un grupo inconforme sino una franca y deleznable provocación armada para lastimar, sin lograrlo, a un dirigente muy importante de la izquierda mexicana.

 

Nuestra plena solidaridad con el senador Alejandro Encinas.

Condenamos los hechos, solicitamos se investigue a fondo, se deslinden responsabilidades y sobre todo hacemos un llamado a restablecer las condiciones de gobernabilidad democrática que hoy más que nunca le urgen al país.

 

Es cuanto, gracias.