Intervención en tribuna de la Senadora Dolores Padierna para presentar iniciativa en materia de seguridad social


VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA INTERVENCIÓN EN TRIBUNA DE LA VICECOORDINADORA DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD EN EL SENADO, DOLORES PADIERNA UNA PARA PRESENTAR INICIATIVA EN MATERIA DE SEGURIDAD SOCIAL.

Sen. Dolores Padierna Luna: A 17 de años de la reforma del sistema de pensiones, que se vendió como la gran promesa de futuro y como un modelo justo; a diez años de la reforma que prometió un ISSSTE con servicios de calidad; y a poco más de dos años de la reforma laboral, la realidad es que la gran mayoría de los mexicanos no tienen garantizado un retiro ni para la sobrevivencia y que los servicios médicos a los que acude el grueso de la población siguen siendo deplorables.

En una reciente evaluación de la reforma laboral, el propio secretario del Trabajo reconoció que ésta no creó los empleos prometidos: 57 por ciento de los mexicanos siguen en la economía informal y el desempleo y la subocupación siguen siendo el destino de millones.

 

Tenemos frente a nosotros una bomba que estallará en manos de este o el gobierno que le siga; aunque en contraste contemos con un conjunto de normas, incluyendo convenios internacionales, que garantizan empleo decente, salario remunerador y el derecho a la salud, normas que son letra muerta para millones de personas.

 

La Seguridad Social está prevista en el Artículo 123 Constitucional, consagra el derecho de toda persona a un trabajo digno y socialmente útil; así pues, constitucionalmente la seguridad social protegerá a los trabajadores frente a accidentes, enfermedades, cubrirá maternidad, jubilación, invalidez y muerte.

 

En la realidad tenemos a millones de trabajadores condenados a recibir pensiones muy pequeñas y a muchos más sin ningún tipo de garantía para el retiro. En lo que hace a los servicios de salud, la obligación del Estado ha sido cubierta –si exceptuamos al IMSS y el ISSSTE- con programas, más bien propagandísticos que en los hechos ni dan medicinas ni atienden enfermedades graves, como si los más pobres no las padecieran.

 

Según las leyes, el sistema de seguridad social en México debe ayudar a garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo. He aquí la importancia de que el Estado asuma verdaderamente su responsabilidad social como garante del derecho de los ciudadanos a la seguridad social y a un empleo digno.

La inestabilidad del mercado laboral, ahora con la ayuda de los recortes presupuestales en marcha, tiene sobre sus funestas consecuencias que millones de trabajadores desempleados queden sin la protección de la seguridad social durante periodos prolongados.

 

Según diversos estudios de opinión, al quedar sin empleo, un trabajador mexicano tarda un promedio de seis meses en encontrar uno nuevo empleo, aunque en muchos casos la búsqueda se prolonga hasta durante un año.

 

Durante ese periodo, además de no tener ingresos, que de por sí ya es una tragedia para millones, los trabajadores y sus familias, pierden también el derecho vital a la salud.

 

Cuando leemos que 75 por ciento de las pequeñas empresas, que son las que más empleo dan, cierran antes de cumplir los cinco años de vida, entendemos que en la mayoría de los casos la separación laboral ocurre por razones ajenas a la voluntad del trabajador.

 

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, al cuarto trimestre de 2012, la cobertura de seguridad social de la población ocupada era de 36 por ciento, muy similar a la  de 2010. El porcentaje decreció para el tercer trimestre de 2014, cuando el porcentaje de población ocupada con acceso a la seguridad social fue de 35 por ciento, según datos del INEGI.

 

En las últimas tres décadas de neoliberalismo, el PIB por persona ha crecido a una tasa del 0.6 por ciento anual y PIB total en 2.2 por ciento, es decir, tres veces menos de lo que necesita el país para satisfacer la demanda de empleo.

 

Aunque oficialmente se reconocen alrededor de 2.7 millones de desocupados; la realidad es que existen 9 millones de desempleados; en términos porcentuales, la tasa real de desempleo en el país es de 14.9%, tres veces mayor a la desocupación oficial que es cercana al 5 por ciento. Una tasa de desempleo de 14.9% implica tres veces más millones de trabajadores y sus familias sin acceso a la seguridad social.

Aunque la reforma laboral no ha creado los empleos prometidos, sí ha apuntalado la arbitrariedad patronal para facilitar los despidos.

Las cifras del informe de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro señalan que para 2012, el 84 por ciento de quienes aportaban cuotas al IMSS y tenían cuenta individual en alguna Afore habían cotizado hasta 9.6 años, es decir, 40 millones de cuentas cotizaron al menos 10 años consecutivos; el 69.7 por ciento  hasta por 5.7 años; el 44.3 por ciento, casi la mitad de la población, había cotizado por 2 años. Estos indicadores demuestran la alta frecuencia con la que un trabajador en México puede entrar y salir del mercado de trabajo.

El salario promedio de los trabajadores es pequeño.

En suma, para abreviar, contamos con 9 millones de trabajadores desempleados, que viven periodos de hasta un año en la búsqueda de trabajo, sin encontrarlo, hace de México uno de los mercados laborales más inestables del mundo y con mayor empobrecimiento de millones familias.

 

De aquí la importancia de esta iniciativa que hoy presentamos que consiste en que el Estado siga brindando seguridad social a una persona que hay perdido su trabajo, ampliarlo de 2 meses, como está hoy, ampliarlo a seis meses y que el Estado siga brindando seguridad social por la mitad del tiempo cotizado al IMSS o al ISSSTE, lo que le convenga más al trabajador, según sea el caso.

Ello implica que el trabajador no pierde su cobertura de seguridad social, estará sin empleo, pero al menos tendrá seguridad social en tanto lo encuentra; ya que lo encuentra podrá seguir teniendo seguridad social.

No perderá tampoco sus años de cotización, ni perderá su historial médico. El trabajador también podrá optar por el régimen de cotización voluntaria y así no perdería su cobertura de seguridad social en ningún momento. Esto significa que, aún cuando haya perdido su trabajo, el trabajador conservara su derecho a tener acceso a atención médica, a maternidad, a atención quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria.

Se está modificando el artículo 109 de la Ley del Seguro Social, el 43 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores, del ISSSTE  para ampliar el periodo de conservación del derecho a recibir atención médica y de maternidad, quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria.

Se modifica el artículo 242 de la Ley del Seguro Social y con estas modificaciones podríamos decir que dada la realidad que estamos viviendo hoy en día en México de pobreza, seria la hora de enderezar el rumbo porque estos problemas tarde que temprano estallarán en las manos de este gobierno o del que le sigue.

Es muy importante tomar en cuenta estas sugerencias.

Gracias.