Intervención del Senador Armando Ríos Piter para presentar reserva al artículo 73 del dictamen en materia de combate a la corrupción


Intervención del Senador Armando Ríos Piter para presentar reserva al artículo 73 del dictamen en materia de combate a la corrupción.

·         Estamos poniendo a consideración de ustedes, que haya un comité verdadero de participación ciudadana que ponga en el centro a los ciudadanos, no en la parte periférica como está ahorita. 

·         El sistema es limitado y es insuficiente como está hoy en la minuta, porque no pone a los ciudadanos en el corazón del debate, en el corazón de la salida, de la voz, de la exigencia para que la voluntad política, sea una voluntad social de exigencia.

Armando Ríos Piter: Compañeras y compañeros senadores, me voy a permitir aglutinar en esta reserva, un grupo de reservas que tiene que ver con algo que nos parece fundamental para que este Sistema Nacional Anticorrupción, verdaderamente funcione.

Cuando se dio el levantamiento armado en Chiapas, en el 94, ustedes recordarán la enorme crisis que en aquel momento se vivía y que se profundizó con el error de diciembre.

El primero de enero, se había levantado el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y tan sólo en aquel momento fue el arranque, el inicio de una serie de acontecimientos que profundizaron la crisis en el país: el asesinato de Colosio, de José Francisco Ruiz Massieu, la renuncia del entonces Secretario de Gobernación, llevaron al país a una condición difícil, y llevaron a que el país se enfrentara a una de las más grandes devaluaciones y una crisis que duró hasta 1999.

Es importante traer estos acontecimientos históricos compañeros y compañeras, porque la respuesta que dio el Estado Mexicano en aquel momento, 1994, fue uno de los más profundos cambios institucionales que dio origen al Instituto Federal Electoral, hoy Instituto Nacional Electoral.

En aquel momento, la crisis de credibilidad en el sistema, propició que la clase política, los entonces partidos políticos, se pusieran de acuerdo y le dieran el carácter de ciudadanización a la institución electoral.

En aquél momento después del 88, lo que pedía la gente era que el voto fuera respetado. Lo que pedía la gente es que el sufragio fuera respetado ¿Cuál fue la respuesta del Estado Mexicano después de la crisis del 94? Un Instituto Federal Electoral ciudadano ¿Para qué? Para que la confianza de la que estaba carente las instituciones y de la que estaba carente la clase política, pudiera dársele precisamente a través de la participación ciudadana.

Después de los acontecimientos de Ayotzinapa y la casa blanca, compañeros y compañeras, la respuesta que dio el Estado Mexicano -y es importante darla en la secuencia- fue la siguiente: un decálogo del presidente Peña Nieto, que en su mayoría, mandó respuestas al Poder Legislativo sin tener contundencia desde el Poder Ejecutivo.

Está muy reciente la enorme crítica que tuvo ese decálogo y que en gran medida pues echó la pelota de la crisis nacional aquí al Poder Legislativo, es importante compañeros traer este antecedente, porque si no, no entenderíamos lo que estamos votando.

En aquel decálogo, uno de los compromisos de Peña Nieto, fue sacar el Sistema Nacional Anticorrupción, pero miramos en la distancia compañeros y compañeras, la forma en la que hoy el Sistema Nacional Anticorrupción busca funcionar, frente a la que hoy es la principal demanda de los ciudadanos, que es el tema del combate a la corrupción y el combate a la impunidad.

En 94 y 96, se logró poner a los ciudadanos al frente, darles ese empoderamiento para que la legitimidad de las instituciones, a través de su participación, permitiera la profundización democrática ¿Hoy cuál es la respuesta que estamos dando? Que un Sistema Nacional Anticorrupción solamente sea una nueva forma de articularse las instituciones, que si la Secretaría de la Función Pública va a ser un peso o un contrapeso a la Auditoría Superior de la Federación, o que si la Auditoría Superior de la Federación al Tribunal de Cuentas. Es insuficiente a todas luces, compañeros y compañeras, este planteamiento que está en el sistema. Hay que poner al frente a los ciudadanos, hay que copiar la figura del defensor de los pueblos, de los derechos del pueblo de Colombia ¿Para qué? Para que sean los ciudadanos ese catalizador que verdaderamente es el que permite enfrentar la corrupción.

¿O por qué a principios de este sexenio fue detenida la maestra Elba Esther Gordillo? ¿O por qué fue detenido Andrés Granier? ¿O por qué fueron detenidos familiares de Ángel Aguirre en el estado de Guerrero? Porque hubo voluntad política. Porque la voluntad que hoy existe para combatir la corrupción, viene desde arriba, desde el presidente de la República, y este sistema no garantiza una nueva forma de catalizar la energía que vaya en contra de la corrupción.

Por eso la propuesta compañeros y compañeras, que estamos poniendo a consideración de ustedes, es que haya un comité verdadero de participación ciudadana que ponga en el centro a los ciudadanos, no en la parte periférica como está ahorita. Que tengamos un defensor del pueblo que sea la voz que le permita dar salida a esa demanda ciudadana.

¿Por qué dónde es donde se conoce que se está robando el dinero el funcionario? ¿Dónde es donde se sabe que un proyecto de agua potable no está aterrizando? Pues ahí en la comunidad; tal vez ahí en alguna zona alejada de Lomas Taurinas en Baja California, o tal vez en alguno de los puntos más intrincados de la sierra huichola.

¿Cómo hacemos para que esos ciudadanos tengan voz en este sistema, compañeros y compañeras? El sistema es limitado y es insuficiente como está hoy en la minuta, porque no pone a los ciudadanos en el corazón del debate, en el corazón de la salida, de la voz, de la exigencia para que la voluntad política, sea una voluntad social de exigencia.

Por eso, compañeros y compañeras, y me permití extenderme un poco porque son varios artículos que ya no habré de leer. Planteamos que haya un comité como columna central que le dé articulación al sistema, que si la Auditoría Superior de la Federación no quiere trabajar, que si no quiere trabajar el Tribunal de Cuentas, y que si no quiere trabajar el Fiscal Anticorrupción, sean los ciudadanos los que estén al centro del debate y los que estén al centro de la exigencia de que las cosas se cumplan, si no el riesgo que tenemos con este sistema a como está aprobado el día de hoy, pues puede correr la suerte que han corrido otras investigaciones, que se congelen, que se queden ahí en el cajón de algún funcionario, y que estos supuestos pesos y contrapesos, en los que está basado el diseño de este sistema, no llegue jamás.

La verdadera voluntad de exigencia del combate a la corrupción tenemos que entregársela a los ciudadanos, por eso estas propuestas que estamos planteando a su consideración, para que un Sistema Nacional Anticorrupción, sea un verdadero instrumento, para que el más humilde campesino en la Sierra Madre del Sur, para que el más humilde empresario que esté participando en la zona de la frontera en Baja California Sur, o que esté trabajando en Yucatán, pueda decirle a ese Sistema Nacional Anticorrupción, y a las instituciones que lo integran, que haya castigo, que no haya falta de oídos y que no se queden las cosas en el cajón de los funcionarios.

Es cuanto señor presidente.

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