Con fecha 1 de noviembre de 2017, la organización medioambiental Greenpeace en representación de niñas y niños mexicanos presentó ante la Comisión Federal para la Prevención contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) un escrito de petición donde se solicita el ajuste inmediato de todas las normas oficiales mexicanas sobre calidad del aire a los valores que resulten más protectores de conformidad con los estándares internacionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), expuso la legisladora perredista.
“En función de que la OMS estima que 6.5 millones de muertes ocurridas en 2012 estuvieron relacionadas con la mala calidad del aire, eso equivale a casi 12% (11.6%) de las muertes ocurridas durante ese año en todo el mundo. Según esta misma organización, la contaminación del aire es la causa de más un tercio (36%) de las muertes por cáncer de pulmón, más de un tercio (34%) de las muertes por infarto cerebral, y poco menos de un tercio (26%) de las muertes por padecimientos cardiacos. Y eso afecta aún más a la salud de niños y niñas.”
Según indica Greenpeace, las niñas y niños son más afectados por la mala calidad del aire debido a que sus órganos están en desarrollo y sus pulmones son más pequeños, pero respiran más rápido que las personas adultas y por tanto quedan expuestos a mayores concentraciones de contaminantes atmosféricos. Asimismo, señala que conforme los niños crecen, la exposición a la contaminación del aire puede obstaculizar su desarrollo cognitivo, reducir su capacidad pulmonar, provocarles asma y establecer las condiciones necesarias para que tengan problemas de salud a lo largo de su vida, lo que les puede llevar a tener enfermedades cardiovasculares, infarto cerebral, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer a mediano y largo plazos; señaló Iris Mendoza.
Así mismo la senadora michoacana, indicó que dicha organización es enfática en señalar que en México, las normas que establecen los límites máximos de contaminantes en el aire son mucho menos estrictos que los valores propuestos por la OMS, de manera que informa que la calidad del aire es buena o regular cuando en realidad está poniendo en riesgo la salud de niñas, niños, y de todos nosotros.
En función de que a la fecha esta organización medioambiental no ha recibido respuesta por parte de la COFEPRIS, el pasado 16 de febrero del año en curso presentó una demanda de amparo ya que se violó su derecho de petición; el amparo fue admitido por el Juzgado Sexto de Distrito en materia administrativa en la Ciudad de México y dado a conocer por acuerdo publicado el 19 del mismo mes y año; destacó Mendoza Mendoza.
Asimismo para concluir, indicó que el pasado 20 de febrero representantes de Greenpeace en compañía de niños y niñas se manifestaron a las afueras de COFEPRIS, exigiendo a las autoridades que se modifiquen las normas mexicanas en que se establecen los límites máximos permisibles de contaminantes en el aire, para que de esa manera se les garantice el acceso a aire limpio, y así se respeten y garanticen sus derechos a la vida, a la salud y a un desarrollo pleno en las mejores condiciones.
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