El veto es un oportunidad para ser autocríticos y volver a discutir lo que nos corresponde sobre responsabilidades de servidores públicos: Zoé Robledo


Intervención en tribuna del senador Zoé Robledo, del Grupo Parlamentario del PRD, para referirse a la convocatoria a periodo extraordinario para el desahogo de las observaciones del Ejecutivo al art. 32 de la Ley General de Responsabilidades.

 

Zoé Robledo A., (ZRA): Con su permiso, senador presidente.

 

Cuando el economista Daron Acemo?lu y el politólogo James Robinson hicieron su obra ¿Por qué fracasan las naciones? Inician poniendo dos ejemplos muy claros sobre las diferencias del diseño institucional entre dos países y ponían el primer ejemplo las diferencias entre Nogales, Arizona, y Nogales, Sonora.

 

Y el segundo ejemplo era cómo se había constituido la riqueza de los hombres, en ese momento, más ricos del mundo, la diferencia entre un hombre que había inventado y transformado la forma en cómo se trabaja en el mundo y otro que había sido beneficiado con una privatización.

 

Y partía de ahí para establecer cómo el diseño institucional falla y fracasa cuando se pone al servicio de instituciones extractivas y de intereses particulares.

 

¿Hay corrupción en la iniciativa privada?, por supuesto que la hay; ¿hay corrupción entre los empresarios que ofrecen sobornos?, claro que la hay.

 

¿La medida del artículo 32 y todos sus correlativos la resolvía? Por supuesto que no.

 

Y en ese sentido, esa parte del veto es muy positivo, pero nos quedamos cortos otra vez. Como dijo en su momento Juan Pardinas, ganó la mezquindad, porque a los empresarios, a los hombres de negocios, a ellos se les atiende y se les hace un veto que va en contra de lo que votan los mismos diputados y senadores del partido del Presidente.

 

Pero cuando se trata de los ciudadanos exigiendo transparencia, ahí no, ahí el veto, la facultad constitucional, el Presidente haciendo y corrigiendo la plana de senadores y diputados, ahí ya no alcanza.

 

Eso dentro de un proceso que, como lo acaba de señalar el senador Puente, fue inédito y coincido con él. Un proceso que tuvo reglas de parlamento abierto, un proceso que tuvo en discusión una iniciativa ciudadana, un proceso que está siendo vetado, corrigiendo la plana, repito, a diputados y legisladores del PRI y del Partido Verde.

 

Pero nos quedamos otra vez a la mitad, sin atender a los ciudadanos, sin poderles decir que sus demandas, que si exigencia, era justa.

 

Yo quiero, y ojalá en el momento del debate legislativo, el senador Cárdenas Fonseca nos diga cuál fue la inspiración que tuvo para redactar la reforma al 32 y nos diga si la redactó él o si la redactó alguien más.

 

¿No será que el veto y la reserva al 32 las redactó la misma persona?

 

Porque yo lo puedo decir aquí con claridad: la senadora Laura Rojas y su servidor redactamos al reserva al 29 que votaron en contra los senadores del PRI y del Verde, nosotros redactamos una reserva en la que se establecía que los formatos de las declaraciones estuvieran incluidos en la ley porque así venía en la iniciativa ciudadana.

 

La iniciativa decía tanto en la patrimonial como la de intereses que tenían que estar por ley en el contenido de la iniciativa y después, obviamente, de la ley, así se establecía.

 

Por más que repitan los senadores que votaron a favor de la Ley 3de3, no van a construir una realidad ni una verdad a partir de reintegrar una mentira, no hay verdad histórica en esto: votaron en contra de los que les pidieron 634 mil ciudadanos.

 

Y el Presidente, teniendo la enorme oportunidad  de vetar esa parte de la Ley de Responsabilidades, se las niega, pero se las da a los empresarios. Era mala la reforma al 32, hacía inoperante al Sistema Nacional Anticorrupción, hacía inoperante la plataforma digital, pero peor era no tomar en cuenta la solicitud que daba el nombre, incluso, al movimiento de 3de3.

 

¿Por qué era tan importante haber logrado que esto se estableciera por ley? Porque la corrupción política en el acceso al poder está presente de manera reiterada, con intereses que están financiando campañas, pagan espectaculares, que pagan aviones, pagan autos, que pagan oficinas de todos los partidos políticos; y eso era lo que evitaba la declaración de intereses, que alguien dijera si tenía un donatario, si tenía a un patrocinador, si tenía a alguien que después pudiera levantar el teléfono y decirle “no vayas en este voto, no vayas en esta iniciativa, no impulses esta política pública porque dañan mis intereses”.

 

Ése era el motivo principal para hacer un cambio de conductas en la forma cómo se hace política. Otra vez, sí, ganó la mezquindad, ganó la miopía de no entender que el problema de la corrupción nos está hundiendo como clase política, que a la generación de políticos que estamos construyendo e intentando dejar un legado para los mexicanos del futuro, le está quedando grande la responsabilidad.

 

Ojalá, y ahí sí comparto la opinión y la valoración en la interpretación del senador Gil Zuarth, que éste es un momento para volver a discutir temas. Aquí va a ser muy claro y va a haber quienes, a pesar de que les corrigen la plana, sólo van a decir “es a favor o en contra del veto”, “es a favor o en contra de las observaciones del Presidente”.

 

Yo comparto la interpretación, es una nueva oportunidad para volver a discutir lo que nos corresponde, lo de los funcionarios. El veto fue una trampa porque la reserva era una trampa: había que presentar algo para generar presión en un grupo y después llamarlos a negociar  y ofrecerles la salida. No caigamos nosotros en esa misma trampa.

 

Claro que hay que revisar el tema de la iniciativa privada y la corrupción que ahí está, porque también hay que decirlo, hay quienes hacen negocios al amparo de la corrupción y como método único de exclusividad para tener una situación de competencia y de ventaja.

 

Claro que hay que analizarlo, claro que hay que generar una agenda completa sobre el Registro Público, sobre la Ley de Obras, sobre todos los temas en donde grandes empresarios surgen de manera espontánea durante sexenios y después desaparecen sus fortunas como desaparece su relación con el poder.

 

Pero tenemos que tener la capacidad de ser autocríticos y volver y recuperar el asunto que nos corresponde, el de los servidores públicos, el del compromiso con la transparencia, el de evitar que estén presentes en las Cámaras personas que están solamente defendiendo intereses particulares.

 

Ése es el llamado de nuestra generación, ése debería ser el llamado y fue el llamado de los 634 mil, los queremos volver a escuchar, los queremos volver a ver, los queremos volver a verlos manifestándose en el Ángel a los empresarios y a los ciudadanos, pero para mejorar a la clase política, no nada más para pensar que el problema de la corrupción está en un solo lado.

 

Ojalá –y deme un poco de tiempo, senador, diputado, no se moleste por lo que le estoy diciendo- éste es un espacio de discusión y ojalá así lo asuman, les corrigieron la plana, vamos a ver cuál es su actitud en el debate, si tienen el espacio y tienen la capacidad de defender lo que aprobaron.

 

Ojalá así sea y ojalá se presente nuevamente una oportunidad para escuchar a los ciudadanos.

 

Es cuanto, senador presidente, muchas gracias.