El 5 de mayo se cumplieron 28 años del nacimiento del PRD. El contexto de aquél entonces no era tan distinto a la realidad que hoy vivimos: los efectos adversos de una severa crisis económica, un sistema político cerrado y carente de instituciones confiables, un dictadura disfrazada que parecía haberse perpetuado en el poder, la indignación por las mentiras, la mano dura como política de Estado y la falta de opciones políticas que representaran las causas de los ciudadanos.
En ese entonces muchos mexicanos decidieron unirse, anteponer sus ideas e intereses para luchar por un mejor país, por un mejor futuro para todos: por eso debemos recordar y agradecer la batalla que emprendieron Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo, Heberto Castillo y muchos más. En 1988, la izquierda se unió por primera vez en un gran Frente Democrático Nacional con un único objetivo: ser la oposición que le hacía falta a México. Y aunque en ese momento el PRI nos robó la elección, no pudo acabar con los sueños de cambio de todo un país. Un año después nació el PRD.
Desde entonces, la lucha por la democracia en nuestro país tomó un cause distinto, porque el PRD se asumió como el representante de las causas de la gente y los anhelos de cambio. El camino no ha sido sencillo, pero ha valido la pena porque al lado de millones de mexicanos hemos construido la política que México necesita: logramos hacer realidad una serie de reformas electorales para facilitar el registro de nuevos partidos, la participación política de los ciudadanos y para que un órgano ciudadano fuera el responsable de realizar y supervisar los procesos electorales de nuestro país.
En 1988 se creó la Asamblea de Representantes del Distrito Federal y en 1994 se convirtió en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, por lo que sus integrantes pasaron a ser legisladores. Y en 1997, cuando el Distrito Federal eligió por primera vez al jefe de gobierno a través del voto directo, libre y secreto, el PRD demostró que se había ganado la confianza de los capitalinos y la hemos mantenido desde entonces. Es gracias a cuatro gobiernos perredistas consecutivos, que hemos convertido a la Ciudad de México en la más progresista: Desde inicios de la década pasada se implementó el proyecto más grande de programas sociales en la historia del país —al principio cuestionado, hoy implementado por el gobierno federal y estatales de todos los colores-. En el 2007 logramos que las mujeres tuvieran garantizado su derecho a decidir, y que no fuera una cuestión de moral o religión, sino de salud y educación pública. En el 2010 logramos el reconocimiento legal del matrimonio igualitario. En 2016 construimos una Constitución de avanzada, que consagra muchos derechos por los que luchamos durante décadas.
Estoy convencida que, a 28 años de existencia, nuestra principal aportación ha sido demostrar que sí se puede trabajar por los que nadie ha querido trabajar, que se puede y se debe luchar por los que nadie ha querido luchar, por los marginados, por los que todavía no tienen voz; nuestra principal aportación al país ha sido la de ser portavoces de las luchas y de las causas de los mexicanos para hacerle frente al PRI y a su legado de corrupción, de impunidad e ineficiencia.
La mejor forma de conmemorar estos 28 años, es reflexionando sobre qué necesita México para combatir la corrupción y la impunidad. Qué necesita México para hacer justicia. Qué necesita México para que nuestros hijos tengan educación. Qué necesita México para que se respeten las diferencias. Qué necesita México para dejar de tener miedo. Qué necesita México para ser el país que los ciudadanos necesitan.
La mejor forma de conmemorar estos 28 años es seguir haciendo la política que México necesita, porque esa es la razón de ser de nuestro partido, porque esa es nuestra obligación, porque eso es lo que aún le debemos a la gente y a este país.
Presidenta Nacional del Partido de la Revolución Democrática.
@Ale_BarralesM
FB: AlejandraBarrales
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