El Estado carece de una estadística real sobre los pacientes que requieren cuidados paliativos: Lorena Cuéllar


Intervención en tribuna de la senadora Lorena Cuéllar, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar iniciativa con modificación a la Ley General de Salud en materia de prevención del dolor en pacientes terminales a través de cuidados paliativos.

 

Lorena Cuéllar Cisneros, (LCC): Compañeras y compañeros legisladores:

 

El 5 de enero de 2009, fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación una serie de reformas y adiciones a la Ley General en materia de cuidados paliativos.

Estos cambios significan un avance importante para garantizar los derechos de las personas que enfrentan enfermedades terminales.

 

Sin embargo, a pesar de las bondades de esa reforma, miles de personas en México siguen enfrentando dolor ya que no cuentan con servicios de salud que aseguren la atención integral en etapas terminales.

 

Por ello, la mayoría muere sin haber tenido un tratamiento adecuado para poder acceder a una muerte sin dolor.

 

De acuerdo con información de instituciones epidemiológicas, en nuestro país hay miles de personas que sufren enfermedades crónico-degenerativas o terminales que causan como uno de sus síntomas el dolor agudo.

 

El dolor no sólo deteriora la calidad de vida de los pacientes, sino que también afecta la productividad social de sus familiares y cuidadores.

 

Dada la magnitud del problema, la OMS ha recomendado la utilización de opiáceos en el tratamiento para el dolor, ya que es una alternativa económicamente viable y con buenos efectos para mitigar el sufrimiento de las personas en etapa terminal.

 

El 80 % de las personas que requieren tratamientos con medicamentos para el dolor viven en países de ingresos bajos en donde el acceso y la disponibilidad a los medicamentos son limitados.

 

En nuestro país, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo una o dos personas entre cada 10 millones de habitantes recibe cuidados paliativos. Eso significa que miles de personas sufren gran dolor y sufrimiento sin que el Estado les garantice medicamentos para el dolor.

 

Por lo anterior, paliar el dolor es uno de los temas de salud más relevantes que tenemos en México y a pesar de eso es una agenda que prácticamente no se ha discutido en el ámbito legislativo y político.

 

En países en vías de desarrollo, como México, sólo una mínima cantidad de pacientes con una enfermedad en fase terminal recibe atención integral de cuidados paliativos y medicina del dolor.

 

Debemos recordar que los cuidados paliativos brindan atención médica humanitaria que impacta en el estilo de vida de los pacientes que sufren enfermedades crónico-degenerativas o terminales que por sus condiciones de salud ya no tienen posibilidades de curación y para ayudarlos, la utilización de morfina y otros opiáceos es una opción económica y razonable.

 

Uno de los problemas centrales, es que ni el Estado ni el país tienen una estadística real sobre los pacientes que requieren estos cuidados.

 

Además, no existe la información suficiente sobre los cuidados que están brindando las instituciones públicas de salud a las personas con enfermedades progresivas, avanzadas, irreversibles, incurables y terminales.

 

Por otro lado,  mucha gente no sabe qué son los cuidados paliativos o no saben que existe esta atención; por tanto hace falta concientizar a la población sobre sus alternativas y sus derechos como pacientes en etapa terminal.

 

En la unidad del Nuevo Hospital Civil durante 2013 se atendió a sólo a 236 pacientes con servicios en cuidados paliativos y atención al dolor por parte del equipo multidisciplinario, que incluye a médicos, enfermeras, trabajadores sociales y psicólogos, entre otros.

 

En la Clínica del Dolor del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante 2013 se brindaron ocho mil 020 consultas, de las cuales la mitad fue para pacientes con enfermedad avanzada y una tercera parte, para personas en una fase terminal.

 

Estas cifras nos hablan de una insuficiencia en el sistema de salud, que únicamente está atendiendo a una parte muy pequeña de la población que requiere cuidados paliativos.

 

Vivir sin dolor es un derecho de  todos, por eso estoy aquí frente a ustedes y apelo a la sensibilidad de todas y todos mis compañeros en este tema que no es ajeno a ninguna familia.

 

Es cuanto señor presidente.

 

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