La Reforma Política del Distrito Federal salva una deuda histórica con los habitantes de la Ciudad de México para reconocer derechos plenos y otorgar legitimidad política, autonomía política y eficacia administrativa, aseguró la senadora Dolores Padierna Luna.
“Gracias a esta reforma, la capital de la República logrará su autonomía política y administrativa; la Ciudad de México se igualará en derechos con el resto de las entidades del país”, destacó la legisladora.
Al fijar la posición del Grupo Parlamentario del PRD respecto del dictamen por el que se reforman y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de reforma política de la Ciudad de México, la legisladora señaló que durante años a la ciudad se le negó una reforma vital para la democracia mexicana.
Sostuvo que en los tiempos actuales que vive el país, la aprobación de la Reforma Política para la Ciudad de México es un buen mensaje para el conjunto de la República y sobre todo para los capitalinos.
La vicecoordinadora del PRD en el Senado reconoció el trabajo de todos las fuerzas políticas para lograr un consenso a favor de los habitantes del Distrito Federal.
“La Reforma Política de la Ciudad de México es pieza esencial del programa político de las izquierdas, del compromiso que tenemos con los habitantes de esta gran urbe, hemos sido la gran fuerza reformadora del país y de la capital. Hoy lo reafirmamos, cumplimos y vamos a ir hacia adelante”, apuntó.
Aseguró que esta permitirá que la ciudad sea reconocida constitucionalmente como capital de la nación, sede de los poderes federales, y se convertirá en una entidad federativa con autonomía política y administrativa.
“Contará con tres poderes locales, con los órganos autónomos que establece la Carta Magna, con administración centralizada y una hacienda unitaria”, explicó.
Destacó que entre los avances de la reforma política está el dar al Jefe de Gobierno el mando de las instituciones de seguridad pública de la Ciudad y, por tanto, la facultad de nombrar y remover al titular que tenga el control directo de la fuerza pública.
“Celebramos, como se debe, los avances que representa esta reforma y reconocemos su alto valor histórico”, apuntó.
Finalmente, Padierna Luna lamentó que en la integración de Asamblea Constituyente una parte sea por designación y no electa; “la designación equivale a una elección de segundo grado y es a leguas una regresión en términos de derechos políticos y civiles”.
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