¿Cuánto cuesta producir un barril de petróleo mexicano? / La Crónica de Hoy


El 22 de enero de 2015, en el marco de su visita a Davos, Suiza, para asistir al Foro Económico Mundial, el director general de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, afirmó que a Pemex le cuesta 23 dólares producir cada barril de petróleo, destacando que dicho monto es de los más competitivos a nivel mundial, lo que, según él, permitía que el crudo mexicano siguiera siendo rentable.
Casi un año después, el pasado martes 12 de enero, la empresa productiva del Estado emitió un boletín de prensa titulado Los costos promedio de producción de Pemex son inferiores a 10 dólares por barril. En dicha publicación se puede leer, a modo de explicación, que: “El costo de 23 dólares por barril que ha llegado a reportarse asociado a las actividades de Pemex es un costo esperado a futuro, vinculado con el amplio portafolio de yacimientos de la empresa y que incorpora tanto la exploración, la delimitación de campos, la perforación de pozos y la instalación de infraestructura, así como la producción en nuevos campos”.
Entonces, ¿cuánto cuesta producir el barril de petróleo mexicano?, ¿23 o 10 dólares? No lo sabemos. El precio del crudo mexicano el pasado miércoles fue de 21.38 dólares el barril. ¿Pemex está perdiendo un dólar con 62 centavos o está ganando 11 dólares y 38 centavos en cada barril?
Como legislador que soy me propongo preguntar esto y otras cosas más al director de Pemex en cuanto inicie el próximo periodo ordinario de sesiones, para lo cual pediré en tribuna su comparecencia ante el Senado de la República. Debe exigirse claridad en la información y transparencia de los procesos productivos, incluidos sus costos.
En el primer semestre de 2015, el precio de la mezcla mexicana de exportación fue de 41 dólares en enero y hasta 53.87 dólares en junio. A partir de julio del año pasado, el petróleo mexicano se vendió en 46 dólares promedio mensual y cerró en diciembre en 28.86 dólares. En 2015 la mezcla mexicana se vendió en 43.56 dólares el barril, en promedio.
Llevamos siete meses de disminución constante en los precios de una mercancía que es importantísima para el país y de la cual se producen más de 800 millones de barriles al año. Aun con las coberturas petroleras contratadas -de las que también escasea la información veraz-, el impacto en las finanzas públicas es mayor, pero con información distorsionada o contrapuesta los análisis pueden ser diametralmente opuestos.
¿Puede el gobierno adoptar medidas que contribuyan a detener la caída de los precios del petróleo, mejorar los ingresos públicos y estabilizar las finanzas públicas? Yo pienso que sí. Una de ellas sería restablecer la coordinación con los principales exportadores de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y otros como Estados Unidos, Rusia, Noruega, con el objetivo de llegar a un acuerdo internacional para disminuir la producción petrolera y, eventualmente, elevar el precio del barril. Enrique Peña Nieto visitará en los próximos días Davos, ahí podría llevar esta iniciativa.
Es una propuesta que atiende experiencias históricas para afrontar la actual realidad. La coyuntura que vivimos puede llevar los precios a niveles aún menores si no se actúa para revertir esta tendencia. En 1998 los precios descendieron de 16 a 10 dólares el barril. En ese año, acertadamente, el gobierno mexicano tomó la iniciativa con Arabia Saudita, Venezuela y Noruega, entre otros, para reducir la producción mundial (Acuerdo de Riyadh), y en 1999 los precios se recuperaron en un 50%, promediando 15 dólares. En ese acuerdo, México disminuyó su producción en 200 mil barriles.
En 1998 se consideraba que los costos de extracción se situaban en 6.50 dólares por barril, por lo que, aun con precios bajos, el Estado mexicano obtenía ganancias. Hoy, ni siquiera sabemos con precisión cuál es el costo de producción actual del barril de petróleo mexicano.
Los beneficios esperados de la reforma petrolera no sólo no están a la vista, maquillar la realidad para que se parezca a las promesas vertidas o minimizar los riesgos es una peligrosa conducta del gobierno mexicano.

*Senador de la República por el PRD
Twitter @ SenLuisSanchez