- Al no entrarle al tema del autocultivo el Gobierno Federal envía a los consumidores al mercado de los narcomenudistas, con lo que persiste la violencia, el poder de los cárteles y la corrupción, dijo el legislador
La propuesta del Gobierno Federal sobre el uso medicinal y científico de la marihuana, así como el aumento del gramaje no atiende el problema de fondo, pues su suministro para consumo personal sigue ilegal y criminalizado, pues al no enfilar el mercado este seguirá, como hasta ahora, controlado por el narco ante lo cual no podemos esperar ningún impacto en la disminución de la violencia ni en la erradicación del narco ni de su poder corruptor, consideró el senador Mario Delgado Carrillo.
“La propuesta no contempla una solución para que el usuario consiga de manera legal 28 gramos de marihuana, por lo que tendrá que interactuar con delincuentes y narcomenudistas que seguirán controlando el mercado en donde es el narco quien pone sus reglas por lo que la violencia prevalecerá”, alertó el legislador quien ha impulsado la regulación.
Consideró que los “narcos pueden dormir tranquilos”, pues sus ingresos podrían aumentar considerablemente al tener control del producto y una mayor demanda, lo que puede llevar a un aumento de precios.
Por lo que toca al gramaje, el senador consideró benéfico que muchas personas saldrán libres, entre ellas muchas mujeres que están en la cárcel sancionadas por traer consigo más de 28 gramos, pero quienes superen esa cantidad por posesión simple o para consumo seguirán en la cárcel, lo cual puede vulnerar sus derechos humanos a la igualdad y no discriminación.
Con base en los criterios emitidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), dijo, debería considerarse la posibilidad del autocultivo pues ello respeta la libertad personal, no se afectan derechos de terceros y se evitaría recurrir al mercado negro.
El senador por la Ciudad de México dijo que es fundamental la prevención y atención integral de los consumidores, ya que la propuesta carece de acciones para la reducción de riesgos y daños, visión de salud pública y fortalecimiento del tejido social.
“Un grave error es que esta iniciativa no plantea prevención y tratamiento, entonces ¿cómo se evitará que la droga llegue a niñas, niños, adolescentes y jóvenes? Y ¿Cómo se tratará a los consumidores problemáticos, cuando requieran tratamientos médicos integrales?”, cuestionó el legislador.
Criticó que la propuesta del Ejecutivo Federal no se basa en los derechos humanos pues el prohibicionismo continuará hasta que no se alcance la visión amplia y de vanguardia expuesta por la Asamblea General de Naciones Unidas para el tema de las Drogas (UNGASS) 2016 en Nueva York.
“La propuesta del Ejecutivo tiene la virtud de terminar con la prohibición absoluta de la cannabis – con fines médicos y científicos -, pero no propone una regulación integral que abarque otros usos, como el industrial y el recreativo, y esta propuesta no alcanza el piso mínimo que estableció la SCJN, que implica usar marihuana libremente siempre que no se afecten derechos de terceros”, comentó.
Lo anterior, dijo, demuestra que el muro del prohibicionismo que se agrietó con la resolución de la Suprema Corte del 4 de noviembre de 2015, se está derrumbando y nos toca construir una regulación amplia de derechos humanos que respete las libertades, proteja la salud de las personas, trate dignamente a quienes abusen de las drogas, brinde oportunidades a quienes por extrema necesidad y la violencia cultivan marihuana, y sobre todo eduque e informe a los niños y jóvenes de los riesgos de las drogas.
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