El tema de movilidad es un problema real que todo Gobierno debe atender, ya que constituye uno de los elementos más importantes para la vida de los ciudadanos.
En el Distrito Federal, el problema de la conectividad es un tema pendiente y bajo esa lógica se generó la construcción de la Línea 12 del Metro, así como la creación y ampliación de rutas del Metrobus, además del servicio de taxis, que seguirá siendo una alternativa de transporte público para los capitalinos.
Es claro que la problemática de transporte público de la ciudad, no se resuelve únicamente con la aparición repentina de esfuerzos legítimos de empleo de los ciudadanos, sino con un plan integral de una visión de ciudad, para que previo acuerdo de los ciudadanos como empleadores y empleados de este servicio, cuenten con objetivos y reglas claras.
El conflicto que hoy enfrenta el DF con respecto al servicio de taxis, entre los concesionarios organizados de la Ciudad de México y las empresas de transporte privado Uber y Cabify, es una muestra de la falta de planeación y visión que una ciudad de este tamaño requiere.
Hoy el problema existe una respuesta, pero ésta no debe radicar en torno a quien darle la razón, sino en el objetivo de Gobierno para con los ciudadanos.
Ellos sin que se pierda de vista que tanto son los ciudadanos los usuarios del transporte, como los prestadores de este servicio.
