Ley de Ingresos no es un cheque en blanco, advierte Isidro Pedraza


Ciudad de México, jueves 26 de octubre, 2017

 

INTERVENCIÓN EN TRIBUNA

 

Ley de Ingresos no es un cheque en blanco, advierte Isidro Pedraza

 

Intervención en Tribuna del senador Isidro Pedraza Chávez, del Grupo Parlamentario del PRD, durante la discusión de la Minuta con proyecto de decreto por la que se expide la Ley de Ingresos de la Federación.

 

Isidro Pedraza Chávez (IPC): Gracias compañeros.

 

Esta tarde, este día ha sido un día accidentado en estas discusiones, precedido de métodos atropellados y estamos aquí discutiendo este último proyecto de la Ley de Ingresos de la Federación con uno de los temas más relevantes para los mexicanos que tiene que ver con las finanzas públicas.

 

En este proyecto se revisa cómo y a quién le vamos a cobrar impuestos; hay aspectos positivos que hemos de reconocer, donde la Cámara de Diputados blindó las finanzas públicas frente a la caída de los precios petroleros e inició la despetrolización de las finanzas públicas.

 

Quedan temas pendientes que no pueden ser superados en este momento, dado que esta Ley de Ingresos es técnicamente igual a la del año pasado.

 

A pesar de la tormenta que se constituye para el año 2018 para economía mundial, la política fiscal se mantiene -en su mayor atributo- de dotar de fuerza a las finanzas estables, pero queda como una camisa de fuerza que no logró detonar el crecimiento tan prometido por el Gobierno Federal.

 

Llegamos a esta discusión y aprobación de esta Ley de Ingresos de la Federación con la frase: Finanzas Públicas Sanas, que llegó hasta el punto de sonar tan repetitivo en comisiones por parte de los funcionarios de Hacienda, que esta condición de estabilidad macroeconómica olvida lo siguiente:

 

Hay un exiguo crecimiento económico y los millones de mexicanos que aún viven en la pobreza; un país con 55 millones de pobres y donde la política social, poco o nada, ha ayudado para abatir sustancialmente la pobreza.

 

Nos mantenemos como un país de tradición campesina, pero que importa alimentos de primera necesidad desde los Estados Unidos.

 

Una política fiscal que poco o nada contribuye para mejorar la distribución de la riqueza, sino para perpetuar la pobreza de millones de personas.

 

Pareciera ser que la política de gastos fiscales y de condonación de deuda está hecha para las grandes empresas o contribuyentes asociados a las campañas presidenciales.

 

Un tema pendiente -y de responsabilidad del Senado de la República- tiene que ver con el diseño anquilosado de nuestro federalismo y el excesivo poder que ha concentrado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público -luego a veces es el gran legislador, establece proyectos que luego supera en el presupuesto-.

 

Y con todo respeto y asumiendo la responsabilidad en la materia, existe un debate que evitamos en la discusión de la Ley de Disciplina Financiera de entidades y municipio.

 

De ese gran pastel de dinero, del Fondo General de Participaciones que la Federación reparte a estados y municipios, de conformidad con la Ley de Coordinación Fiscal, a través del Fondo General de Recaudación Participable y de los Fondos Etiquetados: salud, seguridad, educación, entre otros; a cambio de ello, los estados han limitado su potestad tributaria, y han dejado en la federación toda responsabilidad.

 

El actual esquema de coordinación fiscal ha fomentado la apatía y la dependencia de los estados y municipios que solamente esperan el dinero que la Federación les dará y ha creado un Todopoderoso Gobierno Federal.

 

Como dato, de los 32 gobernadores que han administrado el país a la par del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, sólo entre ellos 22, que son priistas, han desviado alrededor de 258 mil 829 millones 185 mil pesos de los recursos públicos, de acuerdo esto con denuncias penales y resultados de la Auditoría Superior de la Federación. Ahí están esos datos.

 

Poco o nada se discutió sobre los gasolinazos, o las disposiciones para incentivar la importación de biodiesel, y aún y a pesar del fracaso de la Reforma Energética en 2016, México es el segundo importador de gasolina en el mundo, con un costo para el 2015 de 12,500 millones de dólares.

 

El país importa al menos el 50% del total de la gasolina que consume y a precios superiores que el resto del mundo.

 

Terminamos el sexenio con un doble discurso, por un lado, los beneficios de la estabilidad de las finanzas públicas, y por otro lado, la negación absoluta de las limitaciones de las políticas económicas y el fracaso evidente de las reformas estructurales.

 

Ese es el saldo económico, aunque se niegue mil veces y traten de hacerlo parecer contrario.

 

Este dictamen de la Minuta de la Ley de Ingresos para 2018, se sube al orden del día, bajo la presión de ser aprobado inmediatamente, esa es la prueba final que pone en evidencia las limitaciones del actual andamiaje institucional de pesos y contrapesos entre el Poder Legislativo con el Ejecutivo. Y como legislador yo les digo que esto es inaceptable.

 

El manejo de ventanillas diferenciadas. Por un lado se aprueban los ingresos públicos, pero no contamos con las garantías por la parte presupuestal, ni a lo largo del ejercicio del gasto público puede ser aplicada. O sea, se aprueban recursos y se tardan una eternidad para aplicarse y no hay certeza de que lleguen a su destino.

 

El doble papel que desempeña actualmente el Secretario de Hacienda, como responsable de las finanzas públicas y virtualmente el candidato presidencial del partido en el gobierno, ausente en los trabajos de comisiones.

 

Estoy convencido que la confrontación y la presentación de argumentos es vital para fortalecer a nuestra democracia, llegamos a un punto donde no discutir ni exponer a los aspirantes presidenciales se convirtió en un principio de buena conducta en el Senado, y en eso no estoy de acuerdo.

 

El ejercicio de dialogo tiene que ser permanente con la Secretaría de Hacienda, sobre todo frente a las demandas ciudadanas y del sector privado a lo largo del ejercicio fiscal, particularmente en un escenario donde la presente administración pública federal, estatal y municipal se encuentra cuestionada por actos de desvíos de recursos públicos.

 

Por lo anteriormente expuesto, y dejando en claro nuestra posición crítica, daremos nuestro apoyo al dictamen de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2018, que por lo menos garantiza el blindaje financiero para el siguiente año, nuestro voto no es un cheque en blanco, es un voto condicionado para mantener un diálogo permanente y constructivo en materia de seguimiento del desempeño de las finanzas públicas.

 

Estamos en nuestro derecho y el ejecutivo en su obligación de cooperar y hacer de este diálogo, un pilar de confianza frente al compromiso que asumimos frente a la nación.

 

Es cuanto compañeras y compañeros senadores.

 

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