Renegociación del TLCAN simple ficción, se trata de una imposición de Trump: Dolores Padierna Luna


Para Washington no habrá negociación sino imposición

 

  • Administración federal y su equipo negociador tendrían que decir alto y fuerte que México no aceptará ningún acuerdo que lleven al país a renunciar a su soberanía energética
  • México no renunciará a la seguridad energética en el interior de sus propias fronteras, seguirá buscando la autosuficiencia aprovechando sus propios recursos

 

La coordinadora del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado, Dolores Padierna Luna afirmó que la renegociación del Tratado de Libre Comercio es una imposición de Donald Trump, antimexicano, racista, altanero, prepotente, agresivo y mentiroso.

“Con burlas, insultos y amenazas, el magnate ha obligado al gobierno mexicano a sentarse en la mesa de negociación, con una agenda impuesta por la Casa Blanca. Para Washington no habrá negociación sino imposición. México tendrá derecho al pataleo, pero al final las cosas se harán como quieren los Estados Unidos. Trump hará todo lo necesario para doblegar a México. No hará concesiones. Impondrá su ley, cueste lo que cueste”, agregó.

Sobre el tema energético, la coordinadora parlamentaria, afirmó que el gobierno de Enrique Peña Nieto no tiene legitimidad para negociar, porque impidió que la sociedad mexicana pudiera expresarse sobre la reforma energética en una consulta ciudadana libre, oportuna e informada.

“Si aún le queda un poco de patriotismo y dignidad, la administración y su equipo negociador tendrían que decir alto y fuerte que México no aceptará ningún acuerdo que lleven al país a renunciar a su soberanía energética, seguirá tomando sus propias decisiones en materia de energía. México no renunciará a la seguridad energética en el interior de sus propias fronteras, seguirá buscando la autosuficiencia aprovechando sus propios recursos”.

Padierna Luna insistió en que México no debe dejar de producir para comprar los excedentes energéticos del país vecino. “No aceptar ser un cliente cautivo de los Estados Unidos y menos cuando se trata de un producto fundamental, estratégico”.

“México no debe participar en una política energética común en América del Norte, porque sería la política energética de los Estados Unidos, la política que a ellos les conviene. México no debe aceptar un ‘mercado común energético’, una ‘unión de la energía’ o como quieran llamarle, porque eso implicaría aceptar como propias las leyes, las regulaciones y la cultura de los Estados Unidos”, sentenció.

A consideración de la coordinadora parlamentaria, México no debe renunciar a la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global, aunque Trump se empeñe en negar su existencia. “La vida de millones de personas y la salud del planeta están en juego. México debe rechazar el negacionismo del lobby del carbón y de su representante en la Casa Blanca”.

Padierna Luna insistió en que México no debe aceptar que el régimen jurídico del suelo y del subsuelo sea igual al de los Estados Unidos. “Nuestra Nación no renunciará a la propiedad original, inalienable e imprescriptible de los hidrocarburos, ni tampoco a la explotación directa de los recursos del subsuelo. El petróleo es nuestro”.

La senadora perredista recordó que la energía es vital para el desarrollo, es un producto indispensable, fundamental, estratégico; por ello, el sector energético no será moneda de cambio de otros asuntos de la agenda bilateral. La energía no será parte del TLCAN, será un asunto exclusivamente de los mexicanos

“México no acepta el sistema de concesiones en hidrocarburos y no cambiará la Constitución para permitirlas. México no aceptará eliminar el sistema de asignaciones directa a Petróleos Mexicanos. La empresa pública seguirá buscando y extrayendo petróleo y gas natural para ponerlo al servicio de la Patria. México no aceptará transferir los campos petroleros de Pemex a las compañías petroleras nacionales o extranjeras. La administración ya les cedió un yacimiento gigante de 500 millones de barriles, pero el nuevo gobierno lo revertirá el próximo año. México no aceptará ‘una sola regulación en el Golfo de México’, explotará el petróleo como mejor convenga a los intereses nacionales. México defenderá su soberanía en el mar territorial, la zona contigua y la zona económica exclusiva, y dejará de concesionar el territorio nacional. México no renunciará a la propiedad de Pemex y CFE, ni permitirá su desmantelamiento. Las empresas del Estado mantendrán sus actividades operativas y no serán remplazadas por el sector privado”, concluyó.

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