Necesario reforzar las medidas de prevención, control y vigilancia epidemiológica del sarampión: Fernando Mayans


Intervención en tribuna del senador Fernando Mayans Canabal, del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar dictamen sobre el Sarampión

 

Fernando Mayans Canabal, (FMC): Pensé que los iba yo a ver en el velorio de PEMEX, pero veo que están aquí, y me da mucho gusto, un placer saludarlos; en fin, hablaremos de cosas mejores, como el sarampión.

 

Como ustedes saben, compañeras y compañeros Senadores, el sarampión es una enfermedad altamente contagiosa cuyo virus se transmite en el aire y una persona infectada puede transmitirlo, en promedio, a 18 personas.

 

Según la Organización Mundial de la Salud, se trata de una enfermedad sin tratamiento específico, la mayoría de los pacientes se recuperan en dos o tres semanas; sin embargo, puede causar complicaciones graves tales como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones de oído, neumonía, sobre todo en niños malnutridos, como la mayoría de nuestros niños, y pacientes inmunológicamente deprimidos.

 

De acuerdo a información de septiembre de 2010, de la Secretaría de Salud del gobierno federal, la última epidemia de sarampión en México fue en los 90`s, en la que se presentaron 68,782 casos, la transmisión autóctona del virus del sarampión fue eliminada del territorio mexicano en el 96, año en el que se registraron únicamente dos casos.

 

Sobre esta enfermedad, es importante referir que a partir de la resolución décimo sexta de la XXIV Conferencia Sanitaria Panamericana celebrada en el mes de septiembre del 94, en Washington, D.C., Estados Unidos de América, en que se adoptó la meta de eliminación del sarampión, se consideró que la incidencia de esta infección ha disminuido en más de 99 por ciento en las Américas, pero que también en que los casos de importación seguirá ocurriendo mientras que la erradicación no se lleve a cabo a nivel mundial.

 

La experiencia de varios países indica que cuando se logra la cobertura alta con vacunas contra el virus del sarampión, así como detección fiable y el seguimiento agresivo de los casos sospechosos se pueden limitar las consecuencias desde la importación del virus.

 

Por su parte la Organización Mundial de la Salud calcula que se evitaron 15.6 millones de muertes gracias a la aplicación de las vacunas entre 2000 y 2013; sin embargo, dicho organismo internacional también ha advertido a través de su departamento de inmunización que el poco progreso en la vacunación contra el sarampión ha propiciado que se hayan producido brotes de esta enfermedad, además de que los países necesitan dar prioridad urgente a los objetivos para su eliminación en virtud de que el propósito de lograr una reducción del 95 por ciento de los fallecimientos, es una de las seis metas del plan mundial de acción para la vacunación aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud en el 2012.

 

Por otra parte, la detección temprana de estos casos, como la vigilancia epidemiológica es de gran utilidad para prevenir la transmisión endémica de este virus.

 

De esta manera, se ha reconocido que los sistemas de vigilancia nacionales constituyen la piedra angular en el mantenimiento de la interrupción de la transmisión de ese virus.

 

Dentro de las acciones que a nivel internacional se han emprendido contra el sarampión, destaca la iniciativa de lucha contra el sarampión del 2012, fruto de la colaboración de la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la Cruz Roja Americana, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades y la Fundación de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es alcanzar las metas de control de esta enfermedad, a través del Plan Estratégico Mundial contra el Sarampión y la Rubéola para el periodo 2012-2020, en el que se establece nuevos objetivos mundiales para el 2015 y 2020.

 

Para finales del 2015, reducir la mortalidad mundial por sarampión, como mínimo, en el 95 por ciento en comparación con los valores del 2000. Alcanzar los objetivos regionales de eliminación del virus.

 

Para finales del 2020, lograr la eliminación del sarampión y la rubéola al menos en cinco regiones de la OMS.

 

La estrategia se centra en cinco componentes básicos:

 

Alcanzar y mantener una elevada cobertura vacunal con dos dosis de vacuna que contengan antígeno de sarampión y la rubéola.

 

Llevar a cabo una vigilancia eficaz de ambas enfermedades y evaluar las medidas programáticas para garantizar los procesos y el impacto positivo de la actividad de la vacunación.

 

Desarrollar y mantener la preparación ante los brotes, la respuesta rápida cuando se produzcan y el tratamiento eficaz de los casos.

 

Mantener la comunicación y la dedicación para lograr la confianza de la población y su demanda de inmunización.

 

Llevar acabo las actividades de investigación y desarrollo necesarias para respaldar medidas costo-efectivas y mejorar la vacunación y los instrumentos de diagnóstico.

 

Compañeras y compañeros Senadores, frente al brote reciente de sarampión registrado en el mes de diciembre del 2014 en el estado de California de los Estados Unidos de Norteamérica, se hace oportuna la intervención de este Senado de la República para hacer un exhorto respetuoso a la Secretaría de Salud, al Consejo Nacional de Vacunación y al Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica, para que en el ámbito de sus atribuciones se refuercen las medidas de prevención y control, particularmente de vigilancia epidemiológica y diagnóstico, así como de vacunación y orientación de la población en puertos y aeropuertos nacionales.

 

Asimismo, para que la Secretaría de Salud informe a esta Soberanía respecto a los avances en la implementación y ejecución de las estrategias adoptadas por la Organización Mundial de la Salud, para cumplir con los objetivos y metas en la erradicación mundial del sarampión, mismo que se planteó alcanzar en el 2015 y en el 2020.

 

Cabe decir, por último, que sobre las alertas que existen en la Unión Americana, el Departamento de Salud Pública de California ha anunciado, cito.

 

“En Estados Unidos no hay sarampión, pero la enfermedad sigue existiendo en Europa y en Asia, siempre está a un vuelo de distancia. Basta con un turista en un lugar abarrotado como un parque de atracciones, para diseminar la enfermedad si la población no está inmunizada de forma adecuada.”

 

Por lo anterior, quienes integramos la Comisión de Salud de este Senado de la República, pedimos respaldo a este dictamen, cuyo propósito es la protección de la salud pública.

 

Es cuanto, señor Presidente.