Bajo las condiciones en las que se encuentra la izquierda mexicana, los senadores del Grupo Parlamentario del PRD analizaron la posibilidad de replantear la manera en que ésta se puede fortalecer y comunicarse de mejor manera con la ciudadanía.
En el marco de la conferencia magistral del político chileno, Marco Enríquez-Ominami, los legisladores analizaron las estrategias que deben emplearse para seguir el ejemplo de otros partidos de izquierda en el mundo, que incluso han llegado al poder.
El coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa Huerta, señaló que en este momento México está ante un proceso electoral cuyo resultado va a ser determinante para la configuración del mapa electoral interno del país, sobre todo de la izquierda que compite entre sí.
Afirmó que en países como Chile o Bolivia, la izquierda local ha tolerado políticas económicas que la izquierda mexicana consideraría inaceptables como aceptar la inversión privada en áreas estratégicas.
En ese sentido, cuestionó si “la izquierda mexicana se quedó con planteamientos que hace suyos como fundacionales que ya no deben tener ese tenor y poder admitir que en este momento del mundo ya es otra cosa y un planteamiento de gobierno con convicciones desde la izquierda no puede ser basado en esos planteamientos que nosotros llamamos fundacionales”.
Al respecto, el especialista chileno consideró que la izquierda mexicana está parada sobre un nacionalismo respecto de sus recursos naturales al considerar que la renta debe ser propiedad de la nación; pero la propiedad, señaló, “si está parada sobre un nacionalismo, puede estar divorciada de un elemento contemporáneo”.
Marco Enríquez-Ominami sugirió replantear una nueva izquierda nacionalista suficiente para convencer a los mexicanos de que el camino a la justicia es la respuesta del PRD.
En su intervención el senador Alejandro Encinas señaló que la política vive una profunda crisis de descrédito que ha generado una gran inconformidad y en México algunas de las causas son la corrupción, la impunidad y los privilegios.
Por ello, apuntó que es preciso buscar nuevos planteamientos de hacer política conjuntando la identidad con el origen, porque “tenemos la necesidad de crear un nuevo referente identitario que recupere el sentido común, porque ha sido tal el pragmatismo y desdibujamiento de los partidos que luego ya no sabemos ni a quién representamos”.
El senador Armando Ríos Piter destacó que el humor social de los mexicanos se halle en un índice menor de cero, de acuerdo con especialistas que sugerían hacer política con buen humor, por lo que cuestionó qué era recomendable para contrarrestar esta situación.
Marco Enríquez-Ominami recomendó estrategias comunicacionales que podrían ser útiles para la izquierda en América Latina, la cual, dijo, se halla en una pobreza democrática, en gran parte por una crisis comunicacional.
Apuntó que cuando hay una crisis comunicacional se deben cumplir cuatro puntos para resolverla: la celeridad para responder, el contraataque, la comunicación y cerrar el caso.
Sostuvo que la dinámica de la política no puede existir sin las comunicaciones, y para llevar una buena comunicación, Erníquez-Ominami sugirió una estrategia basada en la encarnación del cambio en cuatro aspectos: el humanismo, la renovación, el voluntarismo y el éxito.
También recomendó enfocar el mensaje en segmentos específicos basándose en cuatro ejes programáticos: la distribución, la sustentabilidad, la autoridad y la identidad.
