La revocación de mandato puede ser un instrumento de profunda democracia política: Zoé Robledo


Intervención en tribuna del senador Zoé Robledo A., del Grupo Parlamentario del PRD, para presentar iniciativas para reformar y adicionar diversos artículos constitucionales en materia de revocación de mandato.

 

Zoé Robledo A., (ZRA): Muchas gracias, senador presidente.

 

A nombre propio y de mis compañeros Dolores Padierna y Armando Ríos Piter, así como el senador Mario Delgado, presentamos esta iniciativa que tiene que ver con reformas a la Constitución en materia de revocación de mandato.

 

Y lo hacemos en este momento en el que nuestro país está atravesando una de sus crisis más profundas en muchísimo sentidos. Hay crisis en el cumplimiento y respeto de los derechos humanos; hay crisis en la seguridad y en la eficacia para la procuración de justicia; hay crisis política por la debilidad institucional y la infiltración del crimen organizado en las estructuras del gobierno; hay crisis en las prioridades que la clase política durante este año le ha dado a los temas con los que estamos saliendo al mundo, supuestamente en un momento diferente; hay crisis, finalmente, de credibilidad ciudadana en las instituciones; y hay crisis en la clase política.

 

Los hechos de Iguala, son producto de un proceso muy largo, que finamente lo que termina siendo, es, desnudar esta crisis, no es una crisis del 2014, es una crisis que por lo menos lleva instalándose en nuestro país los últimos 18 años.

 

Los hechos de Iguala, pues, también demuestran muchas cosas que están mal en el diseño institucional de nuestro país, y no podemos, en este momento quedarnos con las respuestas tradicionales solamente para sortear esa crisis.

 

Me parece que es importantísimo en este momento que incrementemos la sensibilidad de nuestros hechos y de nuestras palabras frente a las que alguna vez fueron preguntas de los ciudadanos que se convirtieron en reclamos, que se convirtieron en exigencias, que ahora son gritos desesperados; que ahora son a veces hasta insultos a la clase política, y son todos explicables, y son todos justificables; son reclamos porque la justicia se haga efectivamente frente a la barbarie.

 

Que la sensibilidad y eficacia gubernamental esté a la altura justamente de esos reclamos y de esa indignación popular.

 

Por eso, me parece que es momento de dar muestra clara de la voluntad política para que se acerque esa brecha que está existiendo entre los ciudadanos y las instituciones.

 

Por supuesto que hablar de cerrar esa brecha, podría sonar un discurso que hemos planteado todos los grupos parlamentarios en diferentes momentos. El asunto es cómo lograrlo, cómo hacerlo, y yo creo que no es con condolencias, no es con solidaridad como se logra. Es con acciones y hechos muy concretos en los que realmente estemos poniéndonos de un lado o de otro.

 

A mí me parece que ahí está el asunto de fondo, cómo sí fortalecer a nuestras instituciones frente a los criminales, cómo sí garantizar desde el espacio inmediato del ciudadano su seguridad y el goce efectivo de sus derechos; cómo sí los partidos políticos y los gobernantes asumen su responsabilidad ante la sociedad.

 

Y, aquí hay de dos, hay dos caminos muy claros. Uno es pensar y actuar con cálculo político; y el otro, es ajustarnos a los reclamos de la sociedad.

 

Y, aquí la definición que hagamos nos pondrá claramente o del lado de la ciudadanía o de otro lado.

 

¿Cuál es ese otro lado?

 

Bueno, eso no lo determinamos nosotros, lo determinan justamente los ciudadanos.

 

¿Por dónde empezamos?

 

Me parece que el primer paso que podríamos dar como senadores para mandar esta muestra, es, primero recordar aquella famosa frase de la Divina Comedia, en donde Dante Alighieri decía, que “…El lugar más oscuro, y el lugar más caliente del infierno, está reservado para aquellos que en crisis moral mantienen su neutralidad…”.

 

Y, en ese sentido es que la propuesta que presentamos el día de hoy es justamente para eso, para actuar diferente en un momento en el que podemos incorporar a la legislación federal mecanismos para hacer efectiva la revocación de mandato.

 

Es un tema que viene discutiéndose en nuestro país desde hace muchísimos años, prácticamente desde hace 200 años se viene discutiendo el tema de la revocación de mandato; reconocerle al pueblo que delega a sus representantes el poder que le es originariamente  propio, la facultad para poder también revocarlo.

 

No podemos seguir condenando a los ciudadanos a tolerar gobiernos ineficientes y corruptos, e incluso gobiernos criminales.

 

Hoy, en cualquier parte del país, pero ayer y mañana, porque nadie está exento de que esto vuelva a ocurrir, no podemos por eso dejar de discutir si este es momento o no de hablar de revocación de mandato, y verla como un instrumento de profunda democracia política para advertirnos a nosotros, a quienes ejercemos un cargo de representación popular que estaremos permanentemente observados y que la confianza con que contamos y las atribuciones que ejercemos pueden ser reclamadas y suspendidas por los ciudadanos ante cualquier falta ante cualquier omisión o ante cualquier abuso.

 

Otro paso que estamos presentando en otra iniciativa al Código Electoral tiene que ver con que todos los partidos políticos asumamos una mayor responsabilidad en la selección de candidatos y establezcamos nuevos y rigurosos procedimientos que le garanticen a la sociedad, que quienes aspiran a ejercer una responsabilidad pública son ciudadanos honestos, sin antecedentes delictivos y sin vinculaciones criminales.

 

Para eso existen los sistemas de control y confianza que desde esta iniciativa se plantea se extienda a candidatos de todos los partidos políticos como requisito inexcusable para poder contender, y no solo eso, no solo eso, sino que también exista una sanción clara a los partidos políticos que postulen a quienes a la postre resulten criminales durante el desempeño de su encargo.

 

Es un tema, que, déjenme comentarlo muy brevemente, como Diputado Federal, con diputados panistas de mi legislatura presentamos, y fuimos controvertidos por la Procuraduría General de la República, perdimos esa controversia y por eso en Chiapas hoy no hay controles de confianza para la postulación de candidatos.

 

Ahora, cuál es esa sanción que nosotros proponemos.

 

La sanción tiene que ver con el Artículo 232 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electoral.

 

Esto quedaría de la siguiente manera, que queden impedidos de postular o de solicitar el registro de candidatos a cargos de elección popular los partidos políticos que hayan postulado a un representante popular que haya sido sentenciado penalmente durante su encargo o gestión  para participar en la siguiente elección para ese mismo encargo.

 

Si no tenemos esa sanción, aunque metamos los controles de confianza, éstos se pueden quedar solamente en un buen deseo y en un elemento que no sirva para lo que estamos planteando.

 

Finalmente, compañeras y compañeros, creo que otro elemento que pasa por la discusión de este Senado para acercarnos a la sociedad y ponernos de su lado, tiene que ver con escucharla, con entenderla y siendo empáticos con ellas.

 

¿A qué me refiero?

 

Hace unos días, presentaron un grupo de destacados intelectuales, de pensadores y de activistas un desplegado, que además de temas que tenían que ver con los asuntos electorales, planteaban la creación de una comisión de la verdad y la justicia para Ayotzinapa, sin duda me parece que deberíamos de considerar si una comisión de la verdad que rebase por mucho lo que fue la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos y Sociales del Pasado, puede ser útil en este momento de tribulación de nuestro país.

 

Hoy, me parece que es un tema pertinente para integrar a  mexicanos con alta autoridad moral y experiencia en  materia de derechos humanos para que se sume también la experiencia internacional de expertos reconocidos por su trayectoria y resultados con casos similares.

 

Darle, pues, a los ciudadanos las herramientas y las facultades para poder coadyuvar con el gobierno para que desde una instancia independiente e imparcial contribuyan a encontrar la verdad, y con ella reconciliarnos, y con ella reconstruir el tejido social en nuestro país, y recobrar la confianza en las instituciones democráticas, y fortalecer, por supuesto el estado de derecho.

 

Por eso, compañeras y compañeros me parece que debemos de leer muy bien el mensaje de ayer.

 

El mensaje de ayer que en once letras plasmadas en el Zócalo de la Ciudad de México, decía algo,  hemos escuchado muy poco aquí, once letras contundentes, Fue El Estado; Fuimos Todos; no hablo ni me atrevería yo a hablar de un estado fallido, pero sí de un estado que le falló a su sociedad, y me parece que es momento de asumirlo, de verlo y los invito a sumarse a esta iniciativa.

 

Es cuanto, Senador Presidente, muchas gracias.