El Senado es el garante del Pacto Federal y aquí lo expresamos: Miguel Barbosa


Miguel Barbosa

Discurso pronunciado por Miguel Barbosa Huerta, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, al inaugurar el Seminario Encuentro por la Federación y la Unidad Nacional.

 

Miguel Barbosa Huerta (MBH): Gracias, muchas gracias.

 

Bienvenidos al Senado de la República a todas y todos los que asisten a este evento inauguratorio del Seminario sobre Federalismo y Unidad Nacional.

 

La unidad nacional está presentada por el Pacto Federal, ni más ni menos. Hoy en el Senado se reúne la República, los tres Poderes de la Unión y los gobiernos estatales.

 

Saludo la presencia del ministro Juan Silva Meza, presidente de la Suprema Corte de Justicia; el licenciado Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, que asiste en representación del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el licenciado Enrique Peña Nieto; de los gobernadores de los estados, acompañados por los presidentes o presidentas de los Tribunales Superiores de Justicia y de los Congresos locales; de los representantes presidentes de organismos constitucionales autónomos; de senadoras y senadores; diputadas y diputados federales; del Jefe de Gobierno del Distrito federal; de representantes de la sociedad; representantes de medios de información; y desde luego de los medios de comunicación que dan cobertura a este evento.

 

Se trata, éste, de un encuentro republicano. En democracia no existen unanimidades, la organización, convocatoria y participantes en este seminario, lo representa de manera muy clara. En democracia aparecen divergencias que se expresan libremente, cada parte asume sus decisiones y responsabilidades.

 

Lo importante es que nunca perdamos la capacidad de establecer un sano ejercicio de comunicación y diálogo entre poderes. Ésta es una obligación que nos exige la sociedad, quien no sea capaz de comprenderla, más tarde que temprano acabará en la marginación política.

 

Los recintos parlamentarios son el reflejo de una sociedad democrática, en éstos, la arquitectura tiene componentes simbólicos y expresan un concepto de unidad.

Winston Churchill, cuando explicó la reconstrucción de la Cámara de Debates del Parlamento, luego de su destrucción parcial durante los bombardeos nazis de la Segunda  Mundial, acuñó una frase: “Nosotros damos forma a nuestros edificios, pero luego ellos nos moldean a nosotros”.

 

Estamos en la inauguración de un seminario que constituye una aportación del Senado al fortalecimiento del federalismo

 

No es un punto de llegada, si no el punto de partida de una reflexión colectiva a favor de una de las decisiones fundamentales del Estado mexicano.

 

Iniciamos este Seminario con un acto sencillo, así fue pensado siempre, pero de gran simbolismo, el cual consiste en declarar este sitio, por medio de la develación de una placa, como “El Patio del Federalismo”.

 

De ahora en adelantes, en este recinto, este espacio se conocerá como “El Patio del Federalismo”.

 

El Senado es el garante del Pacto Federal y la Mesa Directiva quiere expresarlo en este espacio, teniendo presente nuestra bandera nacional y los escudos de los estados y del Distrito Federal.

 

Desde Aguascalientes hasta Zacatecas, la Federación presente por medio de sus escudos.

 

Se trata de una iniciativa que nació en la anterior Mesa Directiva y que hoy presentamos de manera oficial.

 

Saludo la presencia del senador con licencia, Raúl Cervantes Andrade, presidente de la Mesa Directiva en el anterior año de ejercicio y con quien compartimos esta idea.

 

En la historia y en la política, existen definiciones y acciones  que  expresan las aspiraciones de una sociedad o de un pueblo.

 

Cuando afirmamos que México es una república representativa, democrática, laica y federal, compuesta de estados libres y soberanos, tal y como puede leerse en  nuestra Constitución, nos estamos refiriendo a una realidad y a un reto.

 

Nuestro federalismo tiene fuertes raíces históricas, jurídicas y sociales.  La idea de una república federal obedece a la visión estratégica de los hombres y mujeres que han forjado nuestro país.

 

Cuando México comenzó su vida independiente, en aquellos convulsos años, cuando a sangre y fuego, se forjó el sentido de nuestra nacionalidad, el territorio mexicano era vasto, más del doble del que actualmente lo integra.

 

La Constitución de 1824,  estableció que la nación mexicana adoptaba para su gobierno la forma de república representativa popular y federal.

 

Un poco más de una década después, en 1835 los cimientos de la Nación se tambalearon.

 

Las visiones conservadoras, como las que lamentablemente aún persisten,  asumieron el poder, para establecer un sistema centralista,  desaparecieron los estados y nacieron los departamentos.

 

Esta visión centralista provocó  inestabilidad, por los continuos conflictos entre el centro y las regiones, que habían nacido como estados soberanos.

 

Siguieron guerras, intervenciones armadas, pérdida de territorio, luchas entre concepciones de nación y, finalmente, una generación de ilustres mexicanos encabezados por Juárez restauró el sistema federal.

 

La Constitución de 1857 expresó con claridad el carácter federal de nuestro país, el cual se reafirmó y fortaleció en la Constitución de 1917, que se promulgó cuando nos encontrábamos inmersos en el movimiento militar, social y político más importante del Siglo XX: la Revolución Mexicana.

 

No ha sido fácil lograr que nuestro país sea una república federal. Es el momento de consolidar nuestro federalismo.

 

Las disparidades regionales, los desequilibrios entre el Norte y el Sur, la intensa concentración en un puñado de metrópolis como la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y recientemente Puebla, Tijuana y Cancún,  la recaudación fiscal y la asignación anual de recursos presupuestales no favorece a nuestro sistema federal.

 

Percibo en los titulares de los poderes de Unión, entre los gobernadores y poderes estatales la voluntad de abordar el tema de federalismo desde una perspectiva amplia y de cara al futuro.
Este seminario constituye una revisión necesaria para poder detonar el desarrollo, asegurar la justicia y el bienestar para la población en todos los rincones del país.

 

Queremos ser un Senado útil y atento a al acontecer de nuestro país; por esa razón expresamos nuestra preocupación y exigimos el esclarecimiento de los hechos violentos en el estado de Guerrero sobre muerte y desapariciones.
El Estado mexicano debe ser capaz de mantener el orden y al mismo tiempo garantizar la vigencia de los derechos humanos, esto incluye de forma clara frente a la sociedad, el respeto de las fuerzas del orden y de las fuerzas armadas. El caso Tlatlaya debe quedar esclarecido.

 

El Senado está atento al acontecer de nuestra sociedad, por eso expresa la necesidad de que escuchen las opiniones y se escuchen de manera muy atenta los planteamientos de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional.

 

Nunca más condiciones de confrontación con estudiantes como en 1968 y 1971.

 

La Cámara de Senadores, en un ambiente de pluralidad y respeto desea contribuir a este esfuerzo por el bien de la sociedad y la República.
Nuevamente agradezco en nombre del Senado de la República, en nombre de los coordinadores parlamentarios Emilio Gamboa y Jorge Emilio González, la presencia de la República en este recinto.

 

Bienvenidos, esta es la casa de las mexicanas y los mexicanos.

 

Muchas gracias.