Mamá Rosa
Angélica de la Peña Gómez
Todo mundo llegaba al primer patio, a ver el muro con el nombre de una personalidad promotora de una carta con firmas donde avalan el compromiso de Rosa Verduzco, Mamá Rosa o La Jefa, quien desde hace 60 años se dedica literalmente a facilitar la especie de limpieza social de niños castigados porque se portaban mal o estaban incursionando en algún consumo de droga, o chicas embarazadas y requerían ocultar el mismo.
Quienes entraban a este albergue era porque sus padres, a través de un acta notarial, “cedían” la patria potestad a la señora Verduzco; éstos y los que nacían ahí los registraba con sus apellidos. Las autoridades deben explicarnos el sustento jurídico de estos hechos porque evidentemente se están violando las leyes del Notariado, Adopción, Asistencia Social y el Código Familiar de la entidad.
Algunas personas tienen más de 20 años sin conocer la calle. El control a todos se concretaba porque todos eran encerrados con candado en sus dormitorios con barrotes; el hacinamiento, la promiscuidad, la violación sexual por parte de los custodios, el hambre, la suciedad, los malos tratos, crueles inhumados y degradantes y las enfermedades son el común denominador de la cotidianeidad de estas personas.
Las bodegas son patéticas, ni un chiquero puede compararse; las cocinas y comedores son una cloaca donde por igual comparten ratas, cucarachas y personas, alimentos agusanados, echados a perder, enlamados, caducos y realmente asquerosos.
Los dormitorios sólo tienen el tambor, cobijas sucias de excremento y orines, colchones de cuneros agusanados muestran un ambiente rancio y de podredumbre inconcebible. En indispensable que cada persona sea examinada minuciosamente para comprobar su estado físico y salud: se llevarán sorpresas realmente impactantes.
Los videos y fotos que he visto me tienen impactada y sorprendida porque no doy crédito que autoridades de los tres partidos y en los tres órdenes de gobierno solaparon y permitieron estos hechos realmente espeluznantes. Las personalidades, candidatos, representantes populares, no pasaron del primer patio. Quienes promovieron la carta de personalidades indignadas desconocían lo que acontecía detrás de las rejas que escondían los dormitorios, bodegas, cocinas, comedores. Pero lo que no desconocían, sino que lo aceptaban y aplaudían, era el castigo brutal motivado por un fin: sacarlos de las calles.
Evidentemente hay trata de personas y explotación con diversos fines y otros delitos que tienen que sustentarse por las autoridades. La PGR debe proceder hasta sus últimas consecuencias. Ha dado el paso que ninguna autoridad quiso hacerlo. La omisión, comisión, complicidad, simulación y hacerse de oídos sordos de sociedad y autoridades frente a las denuncias no atendidas a tiempo, ha convertido este asunto en una escandalosa y vergonzosa crónica a nivel internacional. Se solapó y encumbró a este terrible ser de doble cara, como se comprobará a partir de que se conozca la historia de cada niña y cada niño.
Urge la Ley General de Protección Integral que garantice los derechos humanos de niños y adolescentes, para que el Estado se obligue a concretar el sistema nacional que articule transversalmente a todas las secretarías para el diseño de políticas públicas a favor de todos sus derechos.
Urge el censo de todos los centros de atención en sus distintas modalidades, como señala la ley en la materia. Es necesario constatar que no haya un segundo patio donde ocurren realmente sus vidas niños institucionalizados, lo correcto es que no debiesen estar ahí.
@angelicadelap
Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado.
