Discurso pronunciado por el senador Rabindranath Salazar Solorio, del Grupo Parlamentario del PRD, al inaugurar la XX Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.
Rabindranath Salazar Solorio, (RSS): Muy buenos días tengan todos ustedes.
Distinguido senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República;
Distinguido diputado José de Jesús Zambrano Grijalva, presidente de la Cámara de Diputados;
Distinguida diputada Teresa Jiménez Becerril, copresidenta de la Delegación Europea ante la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea;
Distinguido diputado José Blanco, vicepresidente de la Delegación Europea;
Distinguido diputado José Hernán Cortés, vicepresidente de la Delegación Mexicana ante la Unión Europea;
Embajador Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario de asuntos multilaterales y derechos humanos de la Cancillería;
Distinguidos integrantes de la Delegación del Parlamento Europeo y compañeros del Congreso Mexicano ante la Comisión Parlamentaria Mixta;
Excelentísimo embajador Andrew Standley, embajador de la Unión Europea ante nuestro país;
Excelentísimos embajadores miembros del cuerpo diplomático acreditado en México y amigas y amigos legisladores que nos acompañan:
Nos encontramos reunidos en la sede del Senado de la República que representa y recrea el pacto federal en México a través de las diversas representaciones estatales que lo componen, con motivo de la celebración de la Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, cuyo objetivo principal es avanzar y dar seguimiento a los diversos temas de la relación bilateral.
Acompañado por mis compañeros legisladores que concurren a este acto, extiendo a nuestros invitados una muy calurosa bienvenida a esta reunión, deseando una grata permanencia en esta tierra que les acoge con fraternal amistad y calidez distintiva del pueblo mexicano.
Como sabemos, México es el único país que cuenta con un acuerdo global y una asociación estratégica con la Unión Europea de esas características.
La importancia geopolítica y económica de México y Europa nos ha llevado a construir estos mecanismos de relación bilateral que buscan acercarnos y promover la colaboración conjunta, y gracias a ello y un vínculo fraterno que nos identifica plenamente, esta relación se ha fortalecido e institucionalizado sólidamente.
La Comisión Parlamentaria Mixta ha venido celebrando sus reuniones de trabajo ininterrumpidamente desde la fecha de su creación en el año 2005.
Durante ese tiempo la CPM se ha consolidado como un vector parlamentario entre el Congreso Mexicano y el Parlamento Europeo y como un vehículo eficaz en el intercambio de ideas, conceptos, y sobre todo de acciones de política pública legislativa.
Este se ha venido convirtiendo en el espacio apropiado de diálogo, de interlocución y de seguimiento de las relaciones bilaterales entre nuestras regiones y países.
Hemos logrado incorporar y proyectar a través de diversas declaraciones conjuntas las preocupaciones, los retos y las propuestas de soluciones de los ciudadanos y de nosotros como parlamentarios.
Los parlamentarios en el mundo ocupan un lugar primordial y privilegiado para la construcción y la dinámica democrática de nuestros países y sociedades, ya sea en una tradición de régimen presidencial o de régimen parlamentario.
Las asambleas legislativas son la más clara y tangible representación de la soberanía en la democracia, y por ello requieren fortalecerse y actualizarse de manera periódica, siempre acorde a los nuevos tiempos y necesidades.
El Congreso Mexicano ostenta la representación de más de 120 millones de hombres y mujeres; mientras que el Parlamento Europeo representa a poco más de 500 millones de ciudadanos.
No podemos imaginar una relación bilateral sin el componente democrático y representativo que significan nuestros parlamentos.
Hacia adelante tenemos múltiples retos, algunos de los cuales serán discutidos en ocasión de esta reunión y muchos otros que requerirán ser incorporados para su discusión y análisis futuros.
La renovación democrática, tanto en América Latina como en Europa debe ser una asignatura constante en nuestro diálogo político y parlamentario.
Las diversas elecciones que han tenido lugar en ambas regiones, nos permite ver que ahí donde había bipartidismo hoy hay multipartidismo; en donde había un pensamiento único, hoy hay la alternancia; en donde había un régimen parlamentario, hoy existe un régimen presidencial.
Pero también en donde hay democracia puede haber, lamentablemente, autoritarismo; y en donde existe unión no puede haber secesión.
Dichos fenómenos forman parte de la dinámica política propia de cada Estado o nación e incluso de cada región.
Nos toca a nosotros como parlamentarios comprender y decodificar los mensajes que estos cambios o coyunturas expresan, para actuar en consecuencia y convertir ese déficit o avance democrático en mayor confianza y participación política.
Hoy, la globalización económica y financiera nos ha llevado a afrontar crisis que lejanamente imaginábamos tendría lugar; nos ha llevado a la sobreexplotación de los recursos naturales, incluidos aquellos que se utilizan para producir energía, como el caso del petróleo y su consecuente baja o subida de precio, que impacta tanto a consumidores como a productores.
Los conflictos en diversas partes del mundo, así como el fenómeno del terrorismo y del crimen organizado, nos muestra el rostro más oscuro de la descomposición social.
En ese sentido, la cooperación internacional y el intercambio de información en estos ámbitos son vitales para preservar nuestras libertades y nuestros valores como sociedades que aspiramos a una mayor democracia, una mayor pluralidad y a una mayor inclusión.
Esta es la postura que requerimos asumir frente a retos como la consolidación y la modernización de nuestras alianzas estratégicas, como la asociación estratégica y el acuerdo global.
Este último requiere ser revisado y modernizado en sus tres pilares, la realidad de hoy es muy diferente a la de hace algunos años, sobre todo en el avance de las nuevas tecnologías, la innovación, el incremento de flujos comerciales, turísticos, académicos, profesionales y de residencia.
A lo anterior hay que agregar algunas otras temáticas que requieren seguir siendo tratadas como el empoderamiento de las mujeres o la defensa y promoción de los derechos humanos y el Estado de Derecho en México, América Latina y en Europa.
Dichas cuestiones son un imperativo para nosotros como parlamentarios y responsables de la elaboración de leyes que impacten más profundamente en el bienestar de los ciudadanos y sus familias, en las minorías, en los jóvenes y las mujeres, en los adultos mayores y en los migrantes; en este último grupo merece un tratamiento de la mayor urgencia e importancia.
Nosotros, en México, vivimos el fenómeno migratorio desde sus cuatro fases, como son el origen, el tránsito, el destino y el retorno de miles de migrantes mexicanos, centroamericanos, sudamericanos y en mucha menor medida de asiáticos y europeos.
El fenómenos migratorio debe ser abordado no solamente desde una perspectiva utilitarista profesional, sino desde una perspectiva más amplia como es la del respeto a los derechos humanos.
No podemos obviar una situación que aparece todos los días en todas partes del mundo. Ene se sentido, la corresponsabilidad es una de las claves en la gestión de este fenómeno; las políticas públicas nacionales, regionales e incluso birregionales, deben considerar al migrante como el centro de la política migratoria.
En el ámbito de la cooperación internacional, la Unión Europea es un actor de primera importancia para México, dando paso a la posibilidad de promover más proyectos bilaterales, pero sobre todo a incursionar en la cooperación triangular con otros países, como sería el caso de los países centroamericanos.
El anterior panorama nos confirma que México y la Unión Europea, así como nuestros parlamentos, tenemos grandes posibilidades de cooperación, así como importantes desafíos y áreas de oportunidad que requerimos seguir explotando en permanencia.
El Congreso Mexicano y el Parlamento Europeo tienen ante sí la ocasión de continuar colaborando e incidiendo en la construcción e mejores sociedades para los ciudadanos.
Señoras y señores:
Para mí es un gran honor darles la bienvenida en el inicio de los trabajos de la Vigésima Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea, como la ocasión que nos permitirá seguir trabajando y aportando en la construcción de acuerdos con énfasis en la pluralidad y destacando las historias de éxito en la implementación de soluciones a problemas que nos son comunes.
La cercanía de nuestras relaciones no sólo se explica en la historia y en los años de trabajo de la Comisión Parlamentaria Mixta, sino que también compartimos una visión de un futuro para nuestras sociedades, en la que se privilegie la democracia, el Estado de derecho y las libertades fundamentales como valores centrales.
Nuestro país, además de compartir la visión de construir un nuevo orden internacional más equitativo, democrático y tolerante, comparte con la Unión Europea una sólida relación de amistad y de cooperación, en la que los beneficios se ven aprovechados en todos los niveles de nuestra sociedad.
Para finalizar y en ocasión de uno de los temas que nos acogen actualmente y que nos convocan en esta ocasión, me gustaría citar a Robert Schumann, quien es considerado junto a Jean Monnet y Konrad Adenauer, uno de los padres de Europa.
La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores, equiparables a los peligros que la amenazan.
Amigas y amigos:
Sean todos bienvenidos.
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