Con el propósito de garantizar la conservación de las áreas naturales protegidas, el senador Zoé Robledo propuso modificar el Código Penal Federal y establecer una pena de tres a 15 años de prisión y de mil a 10 mil días de multa a quien contamine el agua que se encuentre o fluya por estas zonas, causando un daño a los recursos naturales y el ecosistema.
A través de una iniciativa, el legislador del PRD también planteó modificar la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección del Medio ambiente para que la Secretaría de Medio Ambiente y de Recursos Naturales elabore y publique un informe anual sobre el estado y el impacto ambiental de cada una de las áreas naturales protegidas.
Al fundamentar su propuesta, el senador por Chiapas señaló que dicho informe deberá incluir las acciones de vigilancia, control, protección y salvaguarda de las áreas.
Zoé Robledo aseguró que la contaminación de un área natural se debe a la falta de control por parte de las autoridades competentes, así como el desconocimiento por parte de los habitantes aledaños y la falta de incentivos para proteger la zona y en especial sus mantos acuíferos.
El senador ejemplificó con los daños que han sufrido el manglar de Tajamar, en Quintana Roo, y las lagunas de Montebello, en Chiapas, las cuales han presentado en la última década decoloración de sus aguas y concentraciones elevadas de sulfatos en comparación con otras lagunas.
En el caso de las lagunas de Montebello, comentó que el daño pudo ser producido por la contaminación del Río Grande, que recibe las descargas de aguas residuales sin tratamiento adecuado desde los municipios aledaños como Comitán de Domínguez, Las Margaritas, La Trinitaria y La Independencia.
Recordó que sobre ese tema, ha presentado un punto de acuerdo para que se declare como desastre ambiental lo que ocurre en las lagunas y se finquen responsabilidades, ya sea a las industrias o las autoridades municipales.
Lo anterior, aseguró, es motivo suficiente para legislar en la materia contaminación debido a que este fenómeno puede repetirse en otras áreas naturales protegidas por la falta de control hacia sus actividades.
“Porque nos hemos hincado ante las ganancias, ante la generación de empleos generalmente mal pagados, a costa de perder estos lugares de los cuales se nos llena la boca de orgullo cuando los presumimos con algún amigo de otra parte del mundo, pero que no hacemos absolutamente nada para protegerlos”, advirtió
El legislador destacó que la contaminación de aguas en áreas naturales protegidas afecta también al turismo, como lo han manifestado los propios habitantes de estas regiones.
“Que no nos llenemos de Tajamares constantes cotidianos y nos acostumbremos a que el país, para que tenga más riqueza, más productividad, más competitiviodad, tiene que poner en riego lo más rico, lo más grandioso que México posee, su medio ambiente, su naturaleza, su herencia ambiental”, concluyó.
La iniciativa se turnó a las comisiones de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de Estudios Legislativos, Segunda, para su análisis y posterior dictamen.
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