Existen muchas razones para demostrar que desde la gubernatura actual del Banco de México, y en colusión con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se orquesta de manera deliberada una política monetaria recesiva para el mercado interno y en beneficio de banqueros y empresas internacionales, sostuvo el senador Benjamín Robles Montoya.
Al posicionar a nombre del Grupo Parlamentario del PRD en contra de la ratificación de Agustín Carstens Carstens como gobernador del Banco de México por un nuevo periodo, el legislador por Oaxaca afirmó que el modelo económico impuesto en los últimos 30 años no está diseñado para el progreso económico.
Agregó que dicho modelo descansa principalmente en tres variables externas: el Ingreso petrolero, que depende del precio internacional; las remesas, que dependen del trabajo de los mexicanos en Estados Unidos; y la maquila industrial y agrícola, que depende de la economía norteamericana.
“No se trata de un tema de carácter personal, valoramos las cualidades del gobernador del Banco de México, pero nos preocupa mucho en la bancada del PRD lo que esto significa y la señal que se manda por los errores, los traspiés que han venido cometiéndose durante los últimos tres años”, dijo.
Aseveró que pese a que casi todas las proyecciones macroeconómicas de las instituciones especializadas pronosticaron la baja e insuficiencia del PIB, así como el aumento del desempleo, la contracción del mercado interno y la insuficiencia de los ingresos, entre otros elementos, el Banco de México y la SHCP sostienen lo contrario.
“Los errores en las proyecciones económicas y econométricas del Banco de México solo pueden ser entendidos a partir de graves inconsistencias en la generación de hipótesis; y por lo mismo, es necesario que se dé una explicación exhaustiva sobre dichos cálculos”, dijo.
Robles Montoya argumentó que esta situación ha servido únicamente de pretexto para la aplicación de programas de austeridad que afectan a la mayoría de los mexicanos, así como para el diseño de políticas económicas promotoras de las desaceleración de la economía reflejadas en el creciente desempleo y los salarios más bajos del mundo occidental.
Señaló que “los recalcitrantes anuncios de optimismo de crecimiento que los funcionarios responsables de la política monetaria y fiscal han venido haciendo en el presente sexenio, van en sentido contrario a la realidad, como lo demuestran los hechos”.
Asimismo, dijo, los autores de esta política económica se han dedicado a producir instrumentos que administren los resultados de estas variables, más no a crear nueva riqueza económica interna.
“Por estas y por muchas razones de política económica, que urge la izquierda de este país a modificar en esta máxima tribuna del país, es que aún reconociendo cualidades que se le pudiesen aceptar al actual gobernador del Banco de México para su ratificación, el Grupo Parlamentario del PRD ha decidido votar en contra de la misma”, concluyó.
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