El respeto y la protección de los derechos humanos se encuentran en un estadio crítico en nuestro país y es necesario evidenciar la urgencia de un cambio radical de esta situación, y la cultura, el arte, la caricatura, son herramientas idóneas para ello, apuntó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Angélica de la Peña.
Durante la inauguración de la exposición “1er Concurso Internacional de Caricatura alusiva a los Derechos Humanos”, organizado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Aguascalientes, la legisladora dijo que en los trabajos participantes se puede encontrar un común denominador: una gran preocupación de los artistas por la vulneración de la dignidad humana.
De la Peña Gómez comentó que es revelador que los caricaturistas concursantes –se registraron más de 260 obras provenientes de 28 países- hayan coincidido en denunciar una crisis de los derechos humanos en el mundo y realizado señalamientos directos contra agentes del Estado como perpetradores de violaciones de derechos humanos.
La senadora hizo un reconocimiento a la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Aguascalientes por la iniciativa de convocar a artistas para que, a través de sus caricaturas, muestren la visión que tienen sobre los desafíos que afronta actualmente la vigencia plena de los derechos humanos y llamó al resto de los organismos estatales defensores de los derechos humanos a replicar este tipo de esfuerzos.
La inauguración contó con la presencia del Presidente del Senado de la República, Luis Miguel Barbosa Huerta; el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Aguascalientes, Eduardo Martín Jáuregui; el Secretario Técnico del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Joaquín Narro Lobo; la senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo y el senador Martín Orozco Sandoval.
Al contemplar esta exposición reconocerán que la situación que refleja es conmovedora, por lo que los retos no serán sencillos para la próxima Legislatura y deberá iniciar seguramente con una larga agenda justamente inscrita en los derechos humanos, concluyó la senadora Angélica de la Peña.
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