Propone Benjamín Robles establecer flujo monetario y crediticio independiente de las variables externas


Intervención en tribuna del senador Benjamín Robles Montoya del Grupo Parlamentario del PRD,  para presentar iniciativa con proyecto de decreto por el que reforma el artículo 2 de la Ley del Banco de México.

 

Benjamín Robles Montoya (BRM): Muchísimas gracias, compañeras, compañeros senadores.

 

La presente iniciativa que vengo a poner a consideración de ustedes permitirá, desde mi punto de vista, establecer una base real de recuperación y de crecimiento económico, evidentemente tan necesaria para nuestro país.

 

Habrá que recordar que desde 1971 el tipo de cambio del dólar con respecto a otras divisas y monedas locales quedó completamente desregulado y al vaivén, como también lo hemos escuchado ya, de los principales flujos mundiales de dinero ficticio que controlan, sin duda, un poderoso grupo de vaqueros y de gente de otras partes del planeta.

 

De esta forma compañeras y compañeros, cumplimos ya 45 años de la quiebra de los acuerdos de Bretton Woods y del abandono del sistema de paridades fijas en todo el mundo occidental.

 

Hoy mismo, la prensa da a conocer una lista de bancos globales que por años han venido cometiendo fraudes con la manipulación del tipo de cambio, entre esos bancos por ejemplo se señalan al HSBC y al City Group que operan incluso en nuestro país.

 

Comento todo esto porque una consecuencia grave, desde mi punto de vista también, del colapso de las paridades fijas es la apertura indiscriminada para que los bancos privados estén permanentemente creando nuevas formas de dinero pero sin respaldo alguno y generando así indiscriminadamente, cuantiosos volúmenes de dinero ficticio.

 

Mundialmente, esos volúmenes se calculan por alrededor de trillones de dólares, mientras que la suma del PIB de todos los países, difícilmente llega a 80 billones de dólares, eso es como podemos nosotros diferenciar lo que está pasando.

 

Por eso, yo señalo que la crisis actual tiene sin duda características sistémicas y no cíclicas, como lo afirman algunos funcionarios públicos y así se refleja, desde mi punto de vista, en las economías emergentes como la nuestra, como la de México.

 

Este proceso de creación de montañas de valores ficticios ha desplazado, también lo planteo en mi iniciativa, a los bancos centrales como las instituciones principales de emisión de dinero y les ha reasignado funciones de administradores de la cantidad de circulante monetario de la economía por su cualidad única de impresor de monedas y billetes.

 

El Banco de México, nuestro banco central, no es la excepción. Nuestro banco central ha seguido la ruta globalizadora de manera radical. Desde 1994, el Banco de México se convirtió en un ente autónomo, como todos lo recordamos, con el objetivo primordial de ser un regulador de la cantidad circulante, es decir, un controlador de la inflación. Se le quita en ese momento la responsabilidad para emitir dinero, para la producción o para la expansión de la economía y  se le condiciona para que las reservas internacionales no sean útiles para la reactivación del mercado interno, eliminando así, el poder motriz de crédito en la economía.

 

Es bajo esas condiciones, compañeras y compañeros, que desde mi punto de vista, se consolida la reconversión de la economía nacional en una economía dependiente de variables externas, como el peso del petróleo y la economía estadounidense, es decir, ahora, con todo ello, tenemos que afirmar que el crecimiento económico no ha llegado.

 

El peso del petróleo de la mezcla mexicana, como sabemos, está hoy por debajo de los 79 dólares el barril que calculó la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y el tipo de cambio dependerá de las tasas de interés de los Estados Unidos.

 

Es por ello, compañeras y compañeros senadores, que creo necesario dar un golpe de timón en la conducción de la política económica y es por ello, que propongo que se establezca un flujo monetario y crediticio independiente de las variables externas y dependiente mayoritariamente de las decisiones nacionales de política monetaria.

 

Y es en ese sentido, que planteo que el único camino de emergencia que al momento queda por preservar el interés nacional, es precisamente reformar el artículo 2° de la Ley del Banco de México de tal forma que se agregue a sus objetivos, velar también por el crecimiento económico y no solamente buscar controlar la inflación.

 

Esto significa, compañeras y compañeros, que la iniciativa que estamos presentando, con esta iniciativa se podrían hacer emisiones primarias de dinero para los proyectos productivos que necesita el país y ser entonces un agente económico nacional.

 

Para mayor abundamiento, podrán encontrar detalles en la iniciativa que estoy presentando que aparece en la Gaceta Oficial y que, rogaría al Senador Presidente en funciones de  la mesa directiva, que me obsequie que también quede inscrita en el Diario de los Debates.

 

Es cuanto, muchísimas gracias.