Se deben fortalecer las disposiciones legales para asegurar la transparencia del ejercicio presupuestal y la rendición de cuentas


Miguel Barbosa

Discurso pronunciado por el Senador Miguel Barbosa Huerta, presidnete de la Mesa Directiva del Senado de la República, durante la presentación del libro “La Negociación Política del Presupuesto en México, 1997-2012: El impacto sobre la composición y ejecución del gasto público”.

 

Miguel Barbosa Huerta (MBH). Bueno, primero darle la bienvenida a todas y a todos quienes están hoy presentes en este foro en esta presentación de este libro la “La Negociación Política del Presupuesto en México, 1997-2012”.

 

Decirle el doctor Luis Carlos Ugalde que estamos pendientes siempre de su producción en obras de análisis que sobre el Congreso realiza permanentemente desde la firma, desde del despacho de  consultores Integralia y que ha servido ya de referencia para la estadística, para la participación para el quehacer legislativo.

 

Así es que nos hace bien que desde todos los ángulos de la visión ciudadana, de la visión profesión, de la política, se vea, se hagan evaluaciones y se saquen números de la participación de las cámaras como órganos y de sus integrantes, las legisladoras y los legisladores de México.

 

Es una obra importante, muy importante y lo agradezco en nombre del Senado de la República.

 

Para mí es un honor, a nombre del Senado de la República, presentar el libro “La Negociación Política del Presupuesto en México 1997-2012: El Impacto sobre la composición y ejecución del gasto público”, coordinado por el doctor Luis Carlos Ugalde.

 

Particularmente deseo expresar una felicitación a los autores y  coordinadores de la investigación.

 

Este libro tiene calidad y oportunidad, porque en estos momentos en la Cámara de Diputados se desarrolla el proceso de análisis del paquete económico para el 2015.

 

Al Senado, en términos de lo que establece la Constitución y las leyes le corresponderá la revisión de la minuta que nos envíe nuestra colegisladora.

 

Como bien lo señala este libro que hoy se presenta, en 1997 inició en México la era de los gobiernos divididos y con ello, las relaciones entre los poderes Legislativo y Ejecutivo expresaron uno de sus cambios más significativo desde los años posteriores a la Revolución Mexicana.

 

Fui un diputado en la LVIII Legislatura y encontramos esa experiencia política, cuando teníamos la referencia de que el Congreso empezaba a existir. ¿Y cuál era la forma de medir la existencia del Congreso? En la posibilidad de modificar las políticas públicas que presentara el Ejecutivo.

 

Veníamos de la experiencia de la LVII Legislatura, que hace referencia el inicio de este análisis, y desde luego fue la LVIII Legislatura la experiencia para consolidar esa posición del Congreso que afortunadamente no ha tenido retroceso, sí deformaciones, sí deformaciones, pero no retroceso.

 

Cada vez más las cámaras, la de Diputados en el caso de Presupuesto, las dos cámaras en el caso de la Ley de Ingresos e Impuestos, hacen mayor incidencia a la propuesta que del Ejecutivo es recibida, es cuando se puede poner una posición política específica, un asunto técnico o, desde luego, hace una posición que tiene que ver hasta con promoción electoral, pero finalmente son formas de influir, de influir y hacer presente que el Congreso existe.

 

No fue hace mucho, estamos viendo que es a finales del siglo pasado, hace 17 años, cuando empieza desde esa manera a calcularse cómo el Congreso existe.

 

En las elecciones de 1997, al tiempo que se elegía al primer Jefe de Gobierno por el voto libre y secreto de los habitantes de la Ciudad de México,  el partido del Presidente perdió la mayoría en la Cámara de Diputados y con esto, la negociación del paquete económico adquirió una nueva dinámica.

 

Es decir, se estableció un auténtico proceso de negociación anual  entorno a los ingresos y presupuesto de la Federación.

 

El eje de la discusión continúa siendo la propuesta gubernamental, pero el Congreso y los poderes estatales, particularmente los gobernadores, desempeñan un papel fundamental.

 

Los gobernadores como jefes políticos en la realidad, que no debiera ser así, de los diputados, inciden, inciden en la toma de decisiones a través de una negociación.

 

Y digo que debe de ser así porque afecta la independencia que debe de tener todo legislador para tomar una decisión al emitir su voto o al entablar la propia discusión de cada uno de los temas.

 

El libro investiga la negociación política del presupuesto, su impacto sobre el gasto público y constituye una aportación del Senado de la República al debate nacional de este importante tema.

 

¿Cómo debe ser la negociación del presupuesto?

 

¿Cómo deben transitarse el proceso de integración y asignación de recursos públicos?

 

Desde mi perspectiva debe ser transparente, particularmente para eliminar todas las suspicacias que se han desatado en torno a los criterios con los cuales debe aplicarse los recursos públicos.

 

El libro hace un estudio detallado y puntual de diversas disposiciones legales y constitucionales relacionadas con la formulación del presupuesto federal a cargo del Poder Ejecutivo y enumera las distintas etapas del trabajo legislativo realizado en Comisiones de la Cámara de Diputados y en el pleno para la aprobación del mismo.

 

La recepción de la ley de ingresos y el presupuesto de egresos forma parte de las nuevas prácticas democráticas que deben ser estimuladas y apoyadas en las instituciones de la República.

 

Tal como lo señala el libro en reiteradas ocasiones se deben eliminar prácticas clientelares, asignación de recursos presupuestales discrecionales a legisladores y se deben fortalecer las disposiciones legales para asegurar la transparencia del ejercicio presupuestal, la rendición de cuentas y el combate a todas las formas de corrupción y tráfico de influencias.

 

Debe buscarse la coherencia y armonización en los intereses y proyectos que beneficien a municipios, entidades federativas y regiones con la coherencia macroeconómica que debe tener la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación.

 

Felicito a los autores y  muy especialmente al doctor Luis Carlos Ugalde, amigo de todos nosotros y coordinador de este esfuerzo editorial.

 

Nos va a ser muy útil tu libro, Luis Carlos, en esta etapa que estamos ya transitando y que seguramente los ojos de Integralia estarán puestos en nosotros.

 

Buenos días y gracias.