Intervención en tribuna de Sen. Dolores Padierna para presentar voto particular sobre la designación de comisionados de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y de la Comisión Reguladora de Energía


Dolores Padierna

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA DE LA PRIMERA INTERVENCIÓN EN TRIBUNA DE LA VICECOORDINADORA DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PRD EN EL SENADO, DOLORES PADIERNA LUNA PARA PRESENTAR VOTO PARTICULAR SOBRE LA DESIGNACIÓN DE COMISIONADOS DE LA COMISIÓN NACIONAL DE HIDROCARBUROS Y DE LA COMISIÓN REGULADORA DE ENERGÍA.

Sen. Dolores Padierna Luna: Con su venia senador presidente; a nombre del senador Rabindranath Salazar presento el siguiente voto particular.

Con los nombramientos que hoy se proponen en estos dictámenes, en efecto, se cierran el ciclo legislativo de la contrarreforma energética.

 

El tema que hoy nos ocupa no es solo un asunto de personas, sino de los intereses que hay y las decisiones que tomarán al frente de estos órganos.

 

La Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía serán las instancias conductoras del proceso de privatización y de liberación del sector energético.

 

La ley les otorga facultades tan amplias que tendrán un poder mayor, incluso, que la propia Secretaria de Energía; por estas razones, los nombramientos que analizamos en esta sesión constituyen una decisión estratégica.

 

Los comisionados determinarán las asignaciones, contratos de exploración y extracción de hidrocarburos, en el caso de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y otorgarán permisos para la trasformación industrial, trasporte de ductos, almacenamiento, comercialización de hidrocarburos,  también permisos para generar electricidad y para comercializar y expedir metodología para el establecimiento de tarifas reguladas  en el caso de la Comisión Reguladora de Energía.

 

El perfil de las propuestas a comisionados que nos envía el titular del Ejecutivo confirman una tendencia de esta ronda de nombramientos: la captura anticipada de los nuevos organismos reguladores por parte de los poderes corporativos a los que han beneficiado o con quienes han sido sus empleados o de los intereses político empresariales del PAN y del PRI que determinaron estas propuestas, ignorando cualquier biografía de alguien independiente a la línea presidencial o a los intereses de las grandes trasnacionales.

 

Estos comisionados tendrán también bajo su responsabilidad el manejo de  información estratégica en materia de sismología y todo tipo de datos sensibles a la seguridad nacional, por lo tanto, serán en mucho sentido juez y parte en el proceso de privatización.

En la designación de estos comisionados se evidencia una vez más el influyentísmo o la pertenencia facciosa a las corrientes partidistas y políticas que apoyaron la contrarreforma  energética.

 

No se trata de incorporar organismos reguladores fuertes, plurales, con puntos de vista complementarios, se trata de comisionados dóciles, con escasa o nula experiencia en decisiones de carácter multinacional.

 

Los extraños pasos perdidos del sexenio calderonista se observa en el perfil de varios de los candidatos por ejemplo:

 

Héctor Alberto Acosta Félix, propuesto como comisionado por 7 años en la CNH trabajó en la Secretaría de la Función Pública. En el sexenio de Felipe Calderón fue titular del Órgano Interno de Control de Pemex Petroquímica, entre 2007 y 2010. Su gran padrino fue Germán Martínez Cazares, ex titular de la Secretaría de la Función Pública y, después, trabajó bajo las órdenes de Salvador Vega Casillas, senador actual del PAN y uno de los impulsores de la imposición de una reforma energética que no se debatió de cara a la sociedad. Hoy, Vega Casillas es secretario de la Comisión de Energía en esta Cámara.

El licenciado Acosta Félix estuvo en el Órgano Interno de Control justo en el periodo de los escándalos más grandes de corrupción y tráfico de influencia en Pemex y no se le recuerda por ninguna investigación a fondo.

O Sergio Pimentel Vargas, egresado de la Escuela Libre de Derecho, el alma mater de la mayoría de los calderonistas, es otro candidato a comisionado. Entre 1998 y 2002 trabajó como subdirector de normatividad ministerial y policial y fue director de estudios penales y proyectos legislativos en la PGR.

Dos años después se desempeñó como Cónsul general de México en Houston, Texas, el estado más interesado en promover la explotación del fracking en nuestro país para beneficiar a sus propias empresas.

En 2005, ingresó como subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación. Se mantuvo en Los Pinos en la Conserjería Jurídica hasta 2010, durante el calderonismo. En 2011 ingresó como director general adjunto de asuntos jurídicos de la Comisión Reguladora de Energía, su única experiencia en el área, pero sólo duró escasos meses.

En otras palabras, tanto Acosta Félix como Pimentel Vargas son multichambas transexenales a las órdenes de los presidentes en turno.

Pimentel Vargas ingresó en septiembre de 2013 al peñismo como coordinador de asesores del consejero jurídico Humberto Castillejos.

En el caso de la Comisión Reguladora de Energía, tenemos tres aspirantes con un sólido perfil tecnocrático y un débil perfil como defensores del interés público. Nada en la trayectoria de los tres candidatos acredita que hayan sido capaces de mantener una visión de Estado frente a fuertes presiones empresariales.

Por el contrario, provienen de esos círculos y, en un caso, se observan los “pasos perdidos” del zedillismo, pero ahora en la administración de Peña Nieto.

Cecilia Monserrat Ramiro, única mujer que aparece como candidata en todos estos órganos, es candidata a comisionada en la CRE fue presentada como investigadora del Centro Mario Molina –tal vez intentando heredar este prestigio-, pero su experiencia más reciente fue como directora de proyectos de Energía del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), entidad privada, financiada por los hombres de negocios más poderosos del país y por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Su experiencia en el sector energético y más en el delicado sector del gas -la CRE fijará precios de combustible y coordinará y administrará la distribución y transporte de petrolíferos-, su experiencia es realmente escasa; más bien, su posición desde el IMCO fue a favor de una reforma energética que insistiera en la incapacidad de las y los mexicanos para la industria de la refinación.

Monserrat Ramiro trabajó hasta abril de 2013 en PMI, dos meses antes de que el IMCO publicara el Índice de Competitividad Internacional 2013, documento que hizo hincapié en la máxima apertura del sector energético y manifestó que los mexicanos “somos malos” para refinar nuestro petróleo y debemos dejar esa tarea a los Estados Unidos. ¿Qué lealtad institucional puede tener la candidata por un sector energético nacional si desde una instancia privada proporcionó el knowhow para abrir las compuertas del negocio favorable a los intereses norteamericanos?

En el caso de Marcelino Madrigal Martínez, ingeniero del Instituto Tecnológico de Morelia y con posgrado en la Universidad de Waterloo, Canadá, es especialista senior del Banco Mundial en Washington desde 2008. Es el único que tuvo una experiencia previa como investigador y consultor de mercados de energía para el Centro Nacional de Control de Energía, el CENACE, entonces, sectorizada en la Comisión Federal de Electricidad entre 2001 y 2002.

Jesús Serrano Landeros, con maestría en Economía y en Desarrollo Económico Internacional por la Universidad de Yale y El Colegio de México, fue subdirector de supervisión e instituciones financieras en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores entre 2001 y 2002, así como director de análisis y de política económica en Hacienda entre 2002 y 2010.

 

Hasta 2011 fue director general de Industrias Pesadas y de Alta Tecnología de la Secretaría de Economía.

Todos estos personajes no están sujetos a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, se regirán por un código de conducta que ellos mismos  van a elaborar y no existe obligatoriedad alguna de resguardar el interés nacional; conformarán una estructura muy costosa con cargo al pueblo de México, aunque sus funciones, sus perfiles y sus intereses sean justamente contrarios al pueblo de México y solo respondan al interés privado.

 

Es cuanto, señor presidente, compañeras y compañeros.