Luis Sánchez Jiménez: Zonas limítrofes en el Golfo de México


La implicación primordial de delimitar las fronteras marítimas con nuestros vecinos del Golfo de México es explotar los yacimiento de hidrocarburos.

 

El pasado el 10 de octubre, el Senado de la República recibió del Ejecutivo Federal el documento por el cual somete a ratificación el Tratado entre el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y el Gobierno de los Estados Unidos de América sobre la delimitación de la frontera marítima en la región oriental del Golfo de México.

Este documento internacional firmado ya por el Ejecutivo, es de la mayor trascendencia debido a que guarda relación directa con la exploración y explotación de petróleo y gas en las zonas ahora delimitadas como parte del territorio mexicano.

Este Tratado, junto a otro de la misma materia firmado con el Gobierno de Cuba, establece la delimitación definitiva correspondiente a lo que se conoce como Polígono Oriental del Golfo de México, complementa el acuerdo establecido en el año 2000 respecto al Polígono Occidental de la misma zona marítima.

El Ejecutivo señala que este Tratado no le es aplicable la Ley sobre Aprobación de Tratados Internacionales en Materia Económica lo que implica no estar obligado a mantener informado al Senado de los pormenores de las negociaciones, sus avances y cláusulas especiales, pero esto es del todo incorrecto.

La implicación primordial de delimitar las fronteras marítimas con nuestros vecinos del Golfo de México es explotar los yacimiento de hidrocarburos, para ello ya existe un marco jurídico sobre los yacimientos transfronterizos y lo que se busca es su explotación inmediata en el área oriental del Golfo de México, sin moratoria alguna como sí ocurrió en el tratado del año 2000 y que fue de 10 años.

El trámite legislativo ya dio un paso al haberse aprobado en la Comisión de Relaciones Exteriores, América del Norte del Senado, falta un par de comisiones por aprobarlo, pero el PRD pedirá que se regrese a comisiones, que conozca del tema otras comisiones como la de Energía y Pesca, además de publicitar y difundir el contenido del Tratado para recibir opiniones al respecto.

El tema es que el Senado no puede ser una oficialía de partes a la que sólo se le pide aprobar la ratificación del Tratado, sin atender las importantes repercusiones de éste para el futuro del país. Este Tratado es una pinza de la Reforma Energética del año 2013 que pretende licitar en la siguiente ronda campos de esta zona marítima. No es cualquier asunto.

 

*Coordinador del Grupo Parlamentario del PRD en el Senado de la República