Prohibición mundial de las armas nucleares es la mejor opción para proteger al mundo de sus efectos catastróficos: Celestino Cesáreo


Ciudad de México, martes 28 de noviembre 2017

 

INTERVENCIÓN EN TRIBUNA

 

Prohibición mundial de las armas nucleares es la mejor opción para proteger al mundo de sus efectos catastróficos: Celestino Cesáreo

 

Intervención en tribuna del senador Celestino Casáreo Guzmán, del Grupo Parlamentario del PRD, referirse al dictamen con proyecto de decreto por el que se aprueba el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, adoptado en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, el siete de julio de dos mil diecisiete.

 

Celestino Casáreo Guzmán (CCG): Con su permiso, Presidente.

 

Las armas nucleares son las más peligrosas de la tierra, sólo una puede destruir una ciudad entera, además de potencialmente matar a millones de personas y poner en peligro tanto al medio ambiente como a la vida de las generaciones futuras, ya que sus efectos a largo plazo resultan devastadores. Únicamente su mera existencia ya supone un riesgo muy alto.

 

Aunque las armas nucleares sólo se han utilizado dos veces en la guerra, en los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki en 1945, en la actualidad aún quedan, al parecer, aproximadamente 26 mil, y hasta la fecha se han llevado a cabo más de dos mil ensayos nucleares.

 

El desarme es la mejor opción para protegernos de tales peligros, no obstante alcanzar este objetivo ha sido un reto muy difícil.

 

Desde su fundación, las Naciones Unidas han perseguido la eliminación de este tipo de armas.

 

En su primera resolución, 1946, la Asamblea General estableció una comisión para tratar, entre otros, los problemas derivados del descubrimiento de la energía atómica.

 

La comisión debería considerar la formulación de medidas prácticas destinada a favorecer, entre otras cosas, el control de la energía atómica en la medida necesaria para asegurar su empleo sólo con fines pacíficos.

 

La resolución también decidió que la comisión tenía que presentar propuestas para la eliminación de los armamentos nacionales de las armas atómicas y todas las demás armas de gran potencia aplicables, ahora o en el futuro, a la destrucción en masa.

 

Desde entonces se han creado varios tratados multilaterales con el propósito de evitar la proliferación de armas nucleares y los ensayos, a la vez que fomentan el desarme nuclear.

 

Entre ellos destacan el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares, el tratado por el que se Prohíben los Ensayos de Armas Nucleares en la Atmósfera, en el Espacio Ultraterrestre y Debajo del Agua, conocido también como Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares y el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, que se firmó en 1996, pero que todavía no ha entrado en vigor.

 

Algunos tratados y acuerdos bilaterales y plurilaterales pretenden reducir eliminar ciertas categorías de armas nucleares, así como evitar la proliferación de las mismas y de sus sistemas vectores.

 

Sin embargo, el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, adoptado en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 7 de julio del año 2017, constituye un acuerdo histórico que prohíbe las armas nucleares.

 

La resolución fue aprobada por consenso, con 122 votos a favor, el voto en contra de los Países Bajos y la abstención de Singapur.

 

El texto acordado por 129 países se negociaron el instrumento que indica que el Tratado cumbre la amplia gama de armas nucleares y actividades de ese tipo, prohíbe el desarrollo, las pruebas, producción, adquisición y posesión de arsenal o explosivos nucleares.

 

Las negociaciones que empezaron en marzo estuvieron a cargo de la conferencia para negociar un instrumento jurídicamente vinculante para prohibir esas armas y alcanzar su eventual eliminación total, convocada por la Asamblea General.

 

El Tratado se abriría a la firma a partir del 20 de septiembre del 2017, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, y entrará en vigor 90 días después de que los 50 países lo ratifiquen.

 

No obstante, numerosos países no participaron en las negociaciones de ese Tratado, entre ellos los nueve con capacidad nuclear: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, Corea del Norte, India, Pakistán e Israel.

 

El Tratado se encuentra a nuestra consideración, entre otros aspectos reconoce los imperativos éticos del desarme nuclear y la urgencia de lograr y mantener un mundo libre de armas nucleares, que es un bien público de primer orden sirviendo tanto a los intereses nacionales como colectivos de seguridad.

 

Por consiguiente, la adopción de este Tratado representa un punto de ruptura del status quo, el establecimiento del régimen de no proliferación y la promoción del desarme.

 

Por ello, para el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, la participación de México en un nuevo régimen internacional, que prohíbe las armas nucleares, constituye una obligación ineludible y un acto de congruencia con la posición y las aportaciones históricas de nuestra diplomacia ha realizado en el proceso de construcción de un mundo libre de amenaza nuclear.

 

En este contexto adquiere una relevancia especial, lo que ha señalado Amnistía Internacional. Este histórico tratado nos acerca un paso más a un mundo libre de los horrores de las armas nucleares, las más destructivas e indiscriminadas jamás creadas.

 

Todos los Estados deben respaldar plenamente este antídoto frente a las cínicas políticas de riesgo que entraña en el desarrollo el almacenamiento o el uso de armas nucleares.

 

La aprobación de este tratado en las Naciones Unidas demuestra que la mayoría de los Estados consideran que la prohibición mundial de las armas nucleares es la mejor opción para proteger al mundo de sus efectos catastróficos, y muestra una vez más una iniciativa firme, dirigida por la sociedad civil que puede inspirar un verdadero cambio.

 

Celebremos que México sea parte de los Estados que reitera su compromiso ineludible contra el uso de armas nucleares, y reiteramos con satisfacción nuestra aprobación a la adhesión de nuestro país a este importante e histórico instrumento internacional.

 

Muchas gracias.

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